Antología de bodrios (XIX): El paradigmático bodrio de sociedad

Lo llaman sociedad de la información, pero bien podrían llamarlo sociedad del bodrio. Hay días que uno no puede asomarse a los media sin que le caiga encima un bodrio. Y ni siquiera sirve alejarse de los media: si no vas a ellos, vienen ellos a ti.

Ayer por la mañana, sin ir más lejos, me encontré sobre el asiento del cercanías un ejemplar del diario gratuito adn [aquí el pdf]. En la portada, un enorme titular: “PAREJAS ABIERTAS”, anunciaba el reportaje estrella del día, que ocupa la doble página central. Lo leo y me encuentro con un bodrio de manual, que resume a las mil maravillas otros muchos que aparecen todos los días en las páginas de sociedad de la prensa (y sobre todo en los dominicales y las revistas femeninas).

Cocinar uno de estos bodrios arquetípicos está al alcance de cualquiera. Sólo hay que seguir estos sencillos pasos, que ejemplificaré con el artículo del adn.

Receta para cocinar un bodrio lifestyle

1.) Tome un dato erróneo o irrelevante. Pero no uno cualquiera: por ejemplo, empezar diciendo que “El consumo de chorizo ha caído en Teruel un 0,7% el año pasado” no sirve. Es irrelevante, sí, y seguramente erróneo, pero el chorizo no es cool y Teruel casi no existe. Mola mucho más Facebook, por ejemplo. Así que probemos con esto: “Sólo hace falta echar un vistazo en Facebook. Abundan los usuarios que se declaran ‘en una relación abierta’” Magnífico principio: Facebook más sexo. Y además, irrelevante.

2.) Sitúe el dato en su contexto sociocultural. Es decir, vincúlelo con algún famoso. Así, por ejemplo: “Angelina Jolie está entre las practicantes de este estilo de vida, heredero del Verano del Amor de los sesenta”.

3.) Ya situados, debe entrar en escena la ciencia, por boca del Experto A. En nuestro caso, “Miren Larrazábal, sexóloga, psicóloga clínica experta en pareja y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología” (Muy buena elección: el título es campanudo, y los sexólogos son hoy los expertos por antonomasia, como eran los físicos nucleares en la guerra fría). Nos dice la Experta: “la relación abierta es otra fórmula más a medio camino entre dos pulsiones: la tendencia hacia la seguridad afectiva y la atracción por la novedad sexual”. ¿Se dan cuenta? Es lo que tiene la ciencia, que a estas verdades no se llega con el simple sentido común. Igual que hace falta un experto para decir lo siguiente: “la pareja abierta fue un modelo que se empezó a fraguar en los sesenta, en plena ebullición del amor libre, pero que no ha acabado de fraguar”.

4.) Pero un artículo riguroso no se conforma con un solo experto, sino que busca aprehender la verdad desde todos los ángulos. Hace falta un Experto B para dar una visión panorámica. El Experto B siempre es un autor que acaba de escribir un libro imprescindible sobre el tema. Aquí se trata de “Elisabeth G. Iborra, autora de Sex mentiras. La Experta B nos explica por qué no ha fraguado ese modelo de “pareja abierta”: “Hemos sido educados para creer en un tipo de pareja determinado y cerrado, y es difícil cambiar; siempre hay una parte no tan preparada para saber que su amado tiene amantes”.

5.) Ahora, un pequeño paréntesis en la receta. No se crean que toda esta cháchara es puro bla-bla-bla. Lo es, pero además hay un mensaje ideológico, más eficaz porque es implícito. Para hacerlo explícito, traduzcamos las palabras de la Experta B al marciano, como diría Eric Berne[*]. Este es el mensaje para el lector:

“Tus padres te metieron en la cabeza que hay que casarse y ser fiel. Tú ya has superado esas chorradas y por eso quieres follarte a la becaria. Eres un tío progresista. Pero tu mujer es un fósil y no lo va a entender.”

Es decir, que la pareja abierta no ha cuajado porque la gente no es lo suficientemente cool (no como tú, lector). El mensaje ideológico siempre viene a ser el mismo, pero no quiero extenderme aquí en él, porque estábamos con la receta.

6.) Nuestro bodrio, hemos visto, no es pura comida basura: encierra una píldora ideológica. Pero un buen cocinero no puede dejarla así, tal cual. Una píldora hay que dorarla, y nada mejor que el glamour de los famosos para hacerla brillar por efecto halo. Así que hace falta una columna o unos recuadros con las historias ejemplares de Pitt y Jolie, Sartre y Beauvoir, Will Smith y una tal Jada Pinkett-Smith, etcétera. Que quede claro que el tema mola: eso es lo importante en el género del lifestyle.

7.) Por si ha quedado demasiado exótico el guiso con tanta Pinkett-Smith, hay que darle un toque casero añadiendo historias de gente común: dos recuadros más con testimonios personales de una tal “Sofía” y un tal “Raúl” (este, homosexual: un buen punto, no vayan a decir que somos homófobos). La cuestión es: el tema mola y además está a tu alcance aunque no seas Brad Pitt.

8.) Falta la imagen: un plato no es nada si no es apetecible al ojo. Hacen falta fotos de famosos, una gran ilustración y letras muy muy gordas en el titular.

¡Y ya está! Tenemos un reportaje de actualidad que cumple todos los criterios para la doble página del adn, pero con muy poquito más nos valdría para El País semanal. El resultado es: un 27%  del reportaje lo ocupa el titular; un 34%  la ilustración, un 19% los testimonios, un 9% el texto, un 4% la entradilla y un 7% el recuadro de los famosos.

Y el 60% de los viajeros de mi vagón, leyéndolo.

* * *

[*] Nota:  Lo de traducir al marciano es una expresión que usaba Eric Berne. Según él, en nuestra vida social el sentido de las frases no es nunca el sentido literal. El auténtico mensaje está en las connotaciones y en el papel en el juego social que tiene la frase. Sólo a un marciano se le ocurriría exponer ese sentido de una manera literal.

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46 respuestas a Antología de bodrios (XIX): El paradigmático bodrio de sociedad

  1. K Budai dijo:

    ¿Has leido «El juego de abalorios» de Hermann Hesse? Ya entonces se quejaba de lo mismo (su novela era sobre el futuro) No decía bodrio, más circunspecto le decía «época folletinesca».

    Al principio de la novela encontrarás una descripción muy completa, con recetas y demás.

  2. Wonka dijo:

    Bravo, bravo. Lo de traducir al marciano me parece genial.

  3. Wonka dijo:

    El vínculo al pdf parece incorrecto 🙂

    Se te olvida mencionar alguna otra característica de este tipo de artículos: citar encuestas no representativas (la de Match.com) o malinterpretar datos (lo de que por cada cuatro nuevos matrimonio se rompen tres). Por cierto, el dato de partida ni siquiera es un dato, es algo que supone la periodista, que en Facebook abundan las supuestas parejas abiertas. Es algo que ella afirma, pero no tiene ningún sustento. En fin, que no tiene desperdicio.

  4. pseudópodo dijo:

    Sí lo he leído, k budai, y le cuadra muy bien lo de edad folletinesca a lo que vivimos ahora… pero creo que es peor aún que lo que describía Hesse en el libro. Lo que no recuerdo es lo de las recetas, a ver si lo miro.

    Wonka, gracias por el aviso del enlace, ya está arreglado. Es verdad que para que sea el bodrio paradgmático del todo le falta la encuesta de Match.com…. con eso, ya sí que vale el artículo para El País Semanal.

    Por cierto, enhorabuena por tu último post sobre la ley antitabaco. Lo mío es gruñir, pero lo tuyo es servicio público 🙂

  5. K Budai dijo:

    ¡Vaya pregunta absurda la mía! Perdóname pseudópodo, el hecho de vivir en la edad folletinesca o del bodrio es lo que provoca esa preguntas.
    Y no, Hesse no daba recetas estrictamente, era sólo descriptivo en cuanto a método y recursos como entrevistar a un actor de cine sobre la física.

    Y cuidado, hay riesgos de declarar los post de Wonka «servicio público». En cuanto se reúna un número apreciable de declaraciones tendremos un «¡Exprópiese!»

  6. Clodoveo11 dijo:

    Adn: alimento de necios. Pasquines que nos asedian gratuitamente en el autobús, en la salita de espera del dentista, mientras esperas al asesor fiscal, etc, es decir, cuando tienes el cerebro en suspensión animada esperando con ansia algo (llegar al trabajo, conocer el resultado de una prueba médica, o el estado de las cuentas) y eres receptivo subliminal de cualquier manipulación adobada que te guisen desde el Ministerio de la Verdad. Manipulación que en condiciones más serenas y susceptibles de racionalización desecharías sin más.

    Ya lo hacen bien, ya. Y, por supuesto, con un único objetivo: que dependas de lo que te decimos, de lo que pensamos u opinamos. No pienses, hombre: ya lo hacemos por tí, y gratis. No vaya a ser que preguntes qué había antes del cero… y nos jodas el montaje 🙂

  7. Franwerst dijo:

    Es lo de siempre, si la gente lee basura, los periódicos publican basura. Está bien que el dichoso periódico es gratis, pero si nadie lo leyera seguro que dejaría de ser «rentable». Definitivamente vivimos en una sociedad bastante Bodrio (nótese la mayúscula). A ver si ya deja de pasar de moda que lo «cool» sea «cool».

    Vamos, como si no hubiera noticias interesantes por ahí…

  8. Ozanúnest dijo:

    Estas cosas siempre han pasado. El Decamerón está lleno de mujeres jóvenes con amantes porque el marido no podía cumplir, y de maridos con líos de faldas porque les salía del pepino. Lo único que está ocurriendo es que estos temas ya no son tabú, y que vuelven a ponerse de moda desde los sesenta. Lo que sí me sorprende es que aún sigan pensando que, como hubo una revolución de la sexualidad, va a haberla en la familia.

    P.D: ¿Por qué has escrito «los media»? ¿Escribes en latín?

  9. Lo que resulta lamentable es la gran fantasmagoría en que se ha convertido nuestro mundo y que reposa sobre una absoluta nada. En la sociedad actual vivimos una suerte de carpe diem que participa del presentismo de un tiempo sin memoria, superficial y plano, sin profundidad ninguna. Nuestra existencia manifiesta los distintos olvidos anunciados por pensadores de la talla de Heidegger. La palabra convertida en palabrería, la ciencia en técnica, la razón y la moral en opiniones subjetivas. Yo vivo este proceso en la universidad, que ha acabado participando de este imperio general de la razón instrumental (sólo vale lo útil para los fines ya dados de antemano), del instante (sólo vale lo que has publicado hoy), del individualismo competitivo (todos contra todos) y de la superficie de lo cuantitativo (el número de citas es lo que da mérito a lo que uno «produce»). El intelectual tiene una mirada miope que no va más allá del derecho convertido en moral o el mercado, justificado por el derecho. Sin la profundidad del intelectual de antaño, hoy nos hemos convertidos, fundamentalmente, en mensajeros de la nada.
    Un saludo,
    Marcos Santos.

  10. Masgüel dijo:

    Marcos Santos, ¿no te das cuenta de que la hipercrítica es una forma de clarividencia?. Tanto el conservador que se duele por la pérdida de la decencia y el orden, como el progresista que identifica tradición y error, comparten la tendencia actual de ponerlo todo en cuestión. Unos el presente y otros el pasado, pero al final todo acaba más o menos revuelto encima de la mesa. Para los que no pretendemos dar la vuelta a los relojes en un arrebato de nostalgia, ni despreciamos a los hombres del pasado porque sabemos que sus prejuicios fueron tan inevitables como los nuestros, ese fuego cruzado de críticas añade una gran variedad de perspectivas y formas de abordar los asuntos. Nunca antes hemos dispuesto de tantos elementos para formar nuestras opiniones. Yo me siento afortunado por vivir una época tan interesante.

  11. Ozanúnest dijo:

    ¡Déjalo, Masgüel! A los nostálgicos no les importa la evidencia de que antes también había mucho sinvergüenza suelto.

  12. josele dijo:

    ¿Sabéis quién publica esto?

    ADN, que es del Grupo Planeta. Reparte gratis este periodico, y mientras nos dicen a una parte de la masa…

    -cito a Pseudópodo- «Tus padres te metieron en la cabeza que hay que casarse y ser fiel. Tú ya has superado esas chorradas y por eso quieres follarte a la becaria. Eres un tío progresista.»

    …nos dicen no sé qué en su otro periódico «La Razón».

    ¿Cuál es el objetivo de esta aparente contradicción?

    saludos

  13. pseudópodo dijo:

    Masgüel, me resulta refrescante (y lo digo sin ironía) cómo ves este mundo. Por un lado es una postura sabia: disfrutemos del espectáculo, porque la verdad es que, visto con distanciamiento, todo esto es un carnaval y tiene su gracia (véanse los disfraces del Grupo Planeta, como señala josele). Si uno tiene la suficiente lucidez para saber lo que quiere, los media no le pueden hacer mucho daño [inciso: Ozanúnest, aquí he escrito media porque es más corto que medios de comunicación de masas, podríamos decir “los medios” pero queda demasiado genérico, parece que es lo contrario a “los fines”].

    Me parece sabio no amargarse, pero creo que hay un problema real, un problema educativo. Porque toda esta especie de sopa espesa de estupidez en la que uno se ve inmerso hasta el cuello en cuanto pone la tele o coge a la entrada del metro el Alimento De Necios (mu bueno, Clodoveo) tiene sus efectos. Yo creo que hace a la gente más estúpida.

    Nuestra generación ha estudiado mucho más que la nuestros abuelos, tenemos más formación, pero creo que en muchos sentidos somos mas estúpidos que ellos. Hay una razón: la experiencia que ellos tenían podía ser limitada pero era sobre todo experiencia del mundo real, del contacto directo con gente de carne y hueso. Nosotros recibimos mucha información pero es de peor calidad. Igual que la industria del motor o de la energía ha creado contaminación atmosférica, la industria de la información, los media, han creado una “contaminación infosférica”. No nos damos cuenta de lo viciado que está el aire informativo hasta que no nos desconectamos de los medios y respiramos el aire puro de la comunicación con las personas reales (vivas o muertas, que a lo mejor nos dice más Quevedo que el compañero de despacho).

    Un ejemplo de cómo este aire viciado nos hace más estúpidos. Como dice Ozanúnest, esto de las infidelidades siempre ha pasado. Pero, cito, “Lo que sí me sorprende es que aún sigan pensando que, como hubo una revolución de la sexualidad, va a haberla en la familia” . Claro: todo el mundo entiende que una cosa son los “líos de faldas”, que a lo mejor son más fáciles y más intrascendentes con la píldora, y otra cosa totalmente distinta es pretender basar la familia en la libertad sexual, cuando son cosas incompatibles. Nadie hablando sinceramente (en la comunicación persona-persona de la época de los abuelos) va a conseguir vendernos esa idea. Pero los medios lo consiguen, porque no tienen ningún interés en decirnos la verdad, sino en vendernos historias interesantes, novedades, estilos de vida cool. Por eso, aunque haya muchas noticias interesantes en el mundo, como dice Franwerst, no nos las cuentan: cuesta trabajo buscarlas, y, a la vista está, llenar una doble página de nada (nada con sifón, quizá) está al alcance de cualquiera.

    La gente no es tonta y desarrolla cierta inmunidad contra esta polución mental, pero a la larga creo que tiene consecuencias, es inevitable no verse afectado. Y que conste que no se trata sólo de este tema, porque hay muchos otros ejemplos de cómo nos hacen más estúpidos.

    Marcos Santos, no creo que nuestro mundo “se haya convertido en una gran fantasmagoría”, aunque estoy de acuerdo en que si miramos lo que sale en los medios, lo parece. Lo valioso está cada vez más oculto. Y también estoy de acuerdo en que la fantasmada va invadiendo cada vez más campos. Muchos de los intentos de implantar la “calidad” en la universidad, en la medicina, etc, al final para lo que sirven es para premiar a los que aparentan y saben darse el pisto. Pero para eso estamos nosotros, cultivando nuestro jardín. Aunque sea un jardincito virtual en internet, y se parezca más bien a plantar una maceta en la azotea y conseguir una manchita verde que verá Google Maps entre el mar de asfalto…

    Bueno, lírico me he puesto… Un saludo a todos. Seguiremos luchando contra el Bodrio 😉

  14. McManus dijo:

    ¿Sera ésta la Era de Disparar Salvas de Perogrullo a las masas? ¿O no, encontrándonos con la triste circunstancia de que la Humanidad siempre ha sido imbécil y necesitada de perogrullos como el que muestras en tu artículo, Pseudópodo? Desde el principio de los tiempos, como sabrá el que ha estudiado Historia, siempre nos hemos topado con seres que corren raudos y prestos a anunciarnos tendencias de lo más novedosas. Pregoneros los había ya en el Imperio Romano.

    Por otro lado, ¡cuántas cosas «innovadoras» nos venden en los media, cosas que ya se han visto en períodos anteriores de la Historia! Ejemplifico: uno se descojona cuando le sueltan un argumento de mercadotecnia como «¡NUNCA VISTO ANTES!». Y cuando mira el producto de turno, lo que observa es un pequeñico lavado de cara. Un pequeño cambio en el concepto del producto y ya está.

    Desde que saliéramos de las cavernas, demasiados mercachifles hemos tenido.

  15. Sertorio dijo:

    Quizas el comentario de Masguel peque un poco de imprecision en el lenguaje (o de hablar en marciano)
    No se pueden poner en cuestion ni el pasado ni el futuro, al menos en el sentido que yo creo que el da a entender.
    Se puede aspirar a cambiar lo que tenemos o se puede aspirar a mantener lo que tenemos. En ese sentido un partidario de forma de entender la sexualidad y la pareja de hoy es un conservador y uno que aspire a modificarlo sera un reformador. Si el cambio es radical sera un revolucionario. Si instaurasemos un sistema social de monogamia estricta referida a un solo individuo (Como hacen algunas especies naturales) estariamos hablando de otra «Revolucion sexual».
    Uno no puede oponerse al pasado porque ya ha ocurrido, uno puede lamentar a Gengis Khan pero no oponerse a el. Tampoco es posible ser partidario del futuro porque por axioma es desconocido, el futuro podria ser un escenario de guerra o canibalismo, y ser paritadrio de cualquier futuro es ser partidadario de cualquier cosa. Es decir de nada.
    En esta sociedad hiperpocrita donde las palabras no significan lo que viene en el diccionario, donde los gobiernos revolucionarios se mantienen sin cambios por decadas y decadas, y donde el pensamiento innovador acumula polvo y telarañas adquirir superioridad moral es tan facil como subirse al taburete de autodenominarse progresista.
    Mucha gente esta cansada de esta sociedad que a algunos les parece tan interesante.
    Yo por supuesto los respeto profundamente a pesar de que en su nostalgia quieran dar la vuelta a los relojes, tienen derecho a ser conservadores (aunque ellos mismos a lo mejor no saben que lo son)

  16. Aloe dijo:

    Lo más constante de la historia humana es quejarse de los males contemporáneos derivados de la condición humana, presuntamente nuevos y siempre aproximadamente los mismos.

    Y piense que podía ser peor: podría ser Camino, u otro de los bodrios criminales que me metían (p.e.) a embuche en el colegio, que eso sí que era ideología bodrística en sesión continua. O podría ser La Perfecta Casada, u otra de las obras moralistas de los últimos veinticinco siglos, que amén de ser igual de basurales, eran de consumo obligatorio.

    Me ha gustado mucho lo de «traducir al marciano» y el significado que le da a la expresión. Sería bonito que lo aplicara siempre, incluyendo las ocasiones en que se comentan textos cuyo mensaje implícito en las connotaciones y el trasfondo social sí son de su gusto. Porque entonces también existen.

  17. Masgüel dijo:

    Sertorio, pese a que etimológicamente es correcto llamar conservador al que pretende salvaguardar las costumbres de hoy, normalmente es el que se da cuenta de que las de hoy no son las suyas y añora las de ayer. Evidentemente el progresista no se opone a que el pasado sea el pasado (aunque la relación entre tiempo, lenguaje y memoria es un tema que da para largo). A lo que se opone es a mantener las costumbres del pasado porque no responden a su estrecha concepción de la racionalidad.

  18. Sertorio dijo:

    Es que, estimado Masgüel, si aceptamos «conservador» en otro sentido que el etimologico estaremos cayendo en la trampa de las «etiquetas» o peor de los «San Benitos».
    Como ya he dicho es imposible mantener las costumbres del pasado, solo se pueden mantener las del presente. Ademas no hay viajes en el tiempo. Cuando los colonos revolucionarios de norte de America quisieron nostalgicamente volver a las ideas del pasado (la republica romana) y crearon un senado y un capitolio no volvieron al «Ayer» sino que crearon una cosa nueva.
    Ademas las costumbres del pasado son muy variadas: tienes monarquias absolutas, teologicas, republicas esclavistas, plutocracias, democracias militares… casi cualquier idea.
    Psedopodo tiene absoluta razon el unico cambio verdadero es el tecnologico. Todo lo demas esta inventado en algun sitio en alguna epoca.
    Para Aloe y Ozanunest: el defender una mala situacion actual diciendo que antes se hacia tambien mal. ¿No os recuerda a la defensa que hacian los conservadores de hace cincuenta años cuando la gente criticaba las injusticias de esos tiempos? que siempre habia habido cosas mal hechas ¿lo recordais?.
    Bienvenidos al grupo conservador

  19. Masgüel dijo:

    Que las fórmulas empleadas en el pasado sean hoy lugares comunes y de frecuente repetición no implica que, salvo en lo tecnológico, ya todo esté inventado. Esa es una de esas opiniones que se mantienen porque sirven de apoyo a una concepción del ser humano estática y acabada. Como hoy la literatura científica tiene un grado de aceptación acrítica casi comparable al que tuvieron los textos sagrados en el pasado, para algunos resulta tentador asociar cualquier pauta de comportamiento que quiera implementarse o reprobarse a una hipotética causa genética.

    Porque el hombre tendrá naturaleza pero, sobre todo, tiene historia. Y como bien dices, las formulas nunca se repiten de la misma manera, precisamente porque los tiempos sí cambian. No solo las tecnologías tangibles, también cambia la forma de relacionarse y comunicarse, los esquemas conceptuales con los que categorizamos el mundo y los patrones de configuración de la subjetividad.

  20. Masgüel dijo:

    Al margen del tema del hilo, este blog me gusta porque su autor ha logrado un interesante compromiso entre ciencia y religión. Yo estoy derivando hacia otra visión del mundo que para el fisicalista de línea dura no deja de ser otro rapto de misticismo.

    Desde que conocemos la tendencia de la naturaleza a formar patrones de autoorganización crecientemente complejos, el segundo principio de la termodinámica se interpreta de otra manera. La naturaleza consume energía en crear orden. Esto socaba el principio de inercia como presupuesto ontológico. El universo no está muerto. De alguna forma que no comprendemos, es creativo. El tiempo es el desarrollo de ese proceso de autocreación. No sabemos si es un proceso de desarrollo teleológico que tiende a un fin, como pretende Teilhard de Chardín o por el contrario es abierto y potencialmente eterno. Llamar Dios al universo me parece inadecuado por la carga histórica del término. El universo solo es consciente desde que aparecieron los primeros organismos conscientes (los animales terrestres o vete a saber qué otra extraña forma en cualquier otro rincón del espacio) y solo es personal desde que el lenguaje posibilitó la emergencia del orden simbólico e inventamos las personas. Desde este punto de vista, la divinidad somos nosotros. Espero que en el universo alla muchos otros dioses porque los de este planeta estamos locos 😉

  21. Masgüel dijo:

    Uf, ese «alla». Quería decir «haiga». 🙂

  22. Ozanúnest dijo:

    ¡Ah, Aloe, has dicho algo que olvidé la última vez! Como la monogamia sigue siendo el ideal de las creencias religiosas, es objetivo de muchos de los críticos de las últimas. Y con obras como las que menta Aloe, lo entiendo perfectamente.

    Pseudópodo, yo entiendo otra cosa por libertad sexual. Para mí, es que la gente pueda tener relaciones esporádicas sin censuras sociales, o que el objetivo del matrimonio no sólo sea la reproducción, o que pueda haber sexo en obras de ficción sin que un moralista pida inmediatamente su retirada*. Diferente es que, en un matrimonio, la promiscuidad sea mala, no por el hecho en sí, sino por el engaño al otro. También que la gente no tenga otra ambición en la vida que la genital, porque en la vida hay más.
    En resumen, no seguir lo preceptos de las obras a las que se refiere Aloe, pero tampoco vivir para copular.

    Sertorio, más que defender lo malo de ahora con lo de ayer, lo pongo en el mismo contexto del pasado de estos conservadores* (que, como dices, vete a saber cuál época histórica es «su pasado»). Lo que quería explicar es que una práctica que se ha llevado a cabo desde antaño puede ser cualquier cosa menos conservadora o novedosa: es intemporal, pues se hacía y se hace. Las relaciones extramaritales han existido siempre, con diversos nombres, además de que dentro del propio matrimonio siempre se ha copulado por placer. Por su puesto, muchas veces con el mismo sexo y muchas veces haciendo lo que ahora se llaman parafilias, muy a pesar de castigos divinos y la censura social. Lo que decía Clodoveo en la entrada de las cerillas.
    Pero sí, no te falta razón en que debería demostrar que no hay tantos fantasmas como Marcos piensa, lo que he hecho ha sido ensuciar las barbas del antepasado.

    Por cierto, McMannus, te doy un ejemplo jocoso de las novedades no tan novedosas de la publicidad: ves un estereotipo ocial o una profesión que siempre ha exisitido, sacas en el mercado una gama de productos para ellos, rebautizas al colectivo en inglés y adelante que te pillo. Así, puedes presentar a las fabulosas chirlíders o los increíbles síngels como si nunca hubieran existido, y encima salir en la tele. Tan real como acojonante.

    * Lo que es absurdo por dos motivos: el primero, si algo no te gusta, ¡haz otra cosa! Segundo, la retirada de una obra que no te gusta no garantiza la aparición de otra que sí lo haga, como se parodiaba en un capítulo de South Park.

    * De hecho, muchos de ellos hacen un verdadero acto de fe, pues no llegaron a vivir ese pasado que «añoran», aunque se den el título de conservadores.

  23. pseudópodo dijo:

    Por supuesto que en todas las épocas ha habido quien se ha quejado de males que son propios de la condición humana. Pero que en todas las épocas haya habido esos males, ¿significa que no hay que criticarlos?

    Como uno no puede oponerse al pasado (Serorio dixit, et dixit bene), no tiene mucho sentido criticar los bodrios que nos metían en el colegio, o la represión franquista, o las obras moralistas de los últimos siglos (pero no te preocupes, Aloe: puedo prometer y prometo que cuando vea a medio vagón del cercanías leyendo La perfecta casada, lo traduzco al marciano completo 🙂 )

    Por otra parte, en cada época esos males toman nuevas formas, precisamente porque el cambio tecnológico va cambiando el ecosistema ideológico. Y creo que lo que hacen los medios ahora es algo nuevo. Dice McManus que pregoneros ya los había en el imperio romano, pero entonces la gente no se pasaba una media de tres horas largas al día contemplando hipnotizados al pregonero. Ya el Decamerón estaba lleno de infidelidades, pero nunca a nadie se le ocurrió proponer la infidelidad como un “modo alternativo” (por supuesto, “tan bueno como cualquier otro”) de establecer una familia.

    Este es un ejemplo de lo de McLuhan: las exigencias del medio crean el mensaje. Los media necesitan novedades permanentes, hacen falta contenidos como sea para llenar páginas, minutos de audiencia, etc. Y artículos como el que critico en el post son ideales para eso: son sencillísimos de hacer (basta aplicar la receta); tienen morbo, imprescindible para captar la atención, que es el recurso más escaso hoy, y dicen al lector o al espectador lo que quiere oír. ¿Se puede pedir algo más?

    Que el mensaje sea veraz o beneficioso para la sociedad, que aporte algo a los lectores, los haga más sensatos o simplemente mejor informados no entra para nada en estas exigencias. Y como el medio no lo exige, no se hace.

    Esta situación, se quiera o no, es nueva en la historia de la humanidad. Tiene, como mucho, cincuenta o sesenta años. Antes había periódicos, pero tenían un papel marginal en la información que llegaba a la gente. Nunca antes la mayor parte de la información no es auténtica información (veraz y relevante para la persona que la recibe), sino un sucedáneo manufacturado. Manufacturado industrialmente con unos criterios en los que, como he dicho más arriba, la veracidad juega un papel mínimo.

    ¿Qué efectos va a tener esto (la “contaminación infosférica” que decía yo)? Pues ya se irá viendo, pero no creo que nada buenos.

    Masgüel, ya sé que Ortega (y después de él muchos más) decía lo de que el hombre no tiene naturaleza sino historia, pero en eso no estoy de acuerdo. Lo de la naturaleza vs. la historia es como lo de nature vs. nurture. No es ni lo uno ni lo otro: la naturaleza pone unas condiciones de contorno, y la historia nos lleva para allá o para acá entre las soluciones posibles. Y es cierto que no tenemos por qué haber explorado todas (seguro que quedan muchas maneras espantosas de vivir que todavía no hemos puesto en práctica…).

    Sobre lo otro (ciencia & religión & universo creativo)… bueno, es demasiado off topic aquí. No sé si has leído a Fritjof Capra, pero precisamente estoy leyendo ahora La trama de la vida, que va precisamente de esa visión del universo no inerte, y a lo mejor cuando lo acabe cuento algo por aquí (cuando haiga tiempo 😉 )

    Ozanúnest, otro ejemplo de marketing creativo, muy relacionado con el tema del post: la cantidad de veces que nos han vendido últimamente una cosa que llaman poliamor y que no es más que poligamia “sin papeles”. Pero cool: no sé qué famosos lo hacen (bueno, en realidad valen los mismos del artículo del adn).

  24. Aloe dijo:

    Hombre, Sertorio, yo no defiendo los males de hoy.
    Pretendo decir otra cosa, que Ozanunest ha pillado bastante rápido: la estupidez, la banalidad y la codicia son parte de la condición humana. Podemos y debemos aspirar a que causen los menores males posibles, y en eso creo sinceramente que todos los tiempos no son iguales, pero no deberíamos sorporendernos de que existan, ni calificarlas de «novedad».

    La cuestión es que yo creo que a Pseudopodo no le ha molestado en sí el adoctrinamiento bajo en neuronas del reportajillo, sino que defienda (levemente) una moral que a él le parece espantosa. El mismo adoctrinamiento, más light todavía en neuronas, y además coactivo, obligatorio y perjudicial para la salud, ha existido durante siglos (hasta ayer), así que lo novedoso, escandaloso y rechazable no está en el hecho, sino en el contenido «doctrinal».

    Respecto al asunto en sí, no vale la pena ni discutirlo a partir de un texto tan poca cosa como ese. A mi no me parece nada fácil que para la mayoría de las parejas esa sea una opción estable de relación. A mi me pondría de los nervios, sin hablar de otras cosas. Pero ni todas las personas son iguales, ni todas la parejas son estables, ni el único modelo de familia conocido es el nuestro. Y sobre todo, cada uno y cada pareja es quien tiene que elegir, y darse los tortazos correspondientes en la vida para aprender que eso de la «pareja abierta» no funciona para casi nadie.

    El adoctrinamiento verdaderamente dañino es el que coarta y castiga todo comportamiento que no le guste a la moral de la autoridad competente, y de ése hemos tenido sobrado.
    Porque lo de que antes la gente tenía menos información pero más asentada y basada en la experiencia real y personal, puede ser cierto para algunas cosas (desde el esfuerzo y el dolor físico hasta la muerte, desde trabajar con las manos hasta caibrar las distancias viajando a pie), pero a los efectos que aquí se pretenden, creo que no es cierto: la gente estaba adoctrinada en todo lo que se refiere a ideología, moral y costumbres mucho más que ahora, y dispuesta a linchar moralmente a la vecina por quitarse el luto pronto o lavarse demasiado: y desde luego no lo hacían por haber experimentado personalmente los males del baño o de la saya de color. Lo hacían porque así se lo habían machacado desde la cuna (y desde el púlpito).

  25. r dijo:

    un texto muy edificante,

    saludos,

    r.

  26. elquebusca dijo:

    ¿Por qué enlazas El País semanal? ¿Qué aporta el enlace a la entrada?

    El comienzo del artículo de la wikipedia que enlazas también parece un poquito bodrio.

    «El Dr. Eric Berne (1910-1970), médico psiquiatra, fue el fundador y creador inicial del Análisis Transaccional. El cual siguió los pasos de su padre el cual murió a los 38 años por tuberculosis.»
    ¿El primer «el cual» se refiere al Análisis transaccional? ¿En qué siguió Berne los pasos de su padre? ¿en morirse de tuberculosis? ¿en morirse a los 38? ¿simplemente en morirse? ¿Siguió en algo a su padre en relación a sus teorías? Who knows.

    La redacción parece de chiste.

  27. pseudópodo dijo:

    Aloe, me molestan muchas clases de adoctrinamiento, siempre que sean actuales y las vea a mi alrededor. Y más si se presentan bajo ropajes atractivos apelando a trucos irracionales. No he vivido ese adoctrinamiento desde el púlpito, a pesar de que ya tengo añitos. Será que tuve suerte de pequeño; pero en todo caso, ahora no se señala a ninguna mujer por quitarse pronto el luto, y sí por ser una estrecha (perdón: «por no estar preaprada para que su amado tenga amantes»).

    Ciertamente me molesta más este texto que otros porque defiende una moral que me parece espantosa. Espantosa no porque viole un mandato divino, sino porque lleva con muy alta probabilidad a darse muchos tortazos en la vida. Ese argumento de que “no todas las personas son iguales, y cada uno tiene que descubrir por sí mismo lo que le funciona a él, etc”, curiosamente no lo aplicamos en otros contextos: por ejemplo, escolarizamos a nuestros niños y les adoctrinamos en el valor del esfuerzo y la cultura. A lo mejor eso a ello no les funciona, a lo mejor deberíamos dejarles que probaran muchos modelos y que se den muchos tortazos, ¿no? Pero no lo hacemos porque intentamos encauzarles según unos valores que creemos que son mejores y les van a hacer más felices. No sé por qué esto nos parece obvio en lo educativo pero no en lo afectivo/sexual.

    elquebusca, había mirado la wikipedia inglesa pero luego enlacé a la española. Es verdad que esa redacción es un desastre. Y lo de EPS, lo enlazo porque hay lectores (no españoles) que a lo mejor no saben qué es.

    r: me gusta lo de edificar (mejor que adoctrinar).

  28. Masgüel dijo:

    Pseudópodo, el aspecto afectivo/sexual de nuestras vidas también se está reestructurando. No es casual que en occidente el cuestionamiento de modelos de convivencia doméstica tradicionales haya coincidido con el reconocimiento de los derechos de la mujer y el desarrollo del liberalismo, especialmente el respeto a la forma en que cada cual gestiona su vida privada.

    Hasta antesdeayer, la vida doméstica en Europa no era muy distinta a la del musulmán más integrista. El matrimonio lo concertaban los padres, la mujer era mano de obra esclava, su satisfacción sexual era tabú y el marido podía legalmente reventarla a palos. No conocían los conflictos emocionales que supone el divorcio para padres e hijos pero pagaban un precio muy alto por un modelo de convivencia familiar basado en la dominación y la violencia.

    A mí me parece estupendo que haya gente que quiera probar soluciones alternativas, al fin y al cabo es asunto suyo. Me parece un principio básico de civismo tratar a los adultos como a adultos, tanto si individualmente lo merecen como si no. Y si eso supone que la familia tradicional es sustituida paulatinamente por otras fórmulas de convivencia, pues ya nos las apañaremos.

  29. ¿Amor libre? dijo:

    En resumen, que la culpa la tienen los hippies.

  30. Aloe dijo:

    por ejemplo, escolarizamos a nuestros niños y les adoctrinamos en el valor del esfuerzo y la cultura. A lo mejor eso a ello no les funciona, a lo mejor deberíamos dejarles que probaran muchos modelos y que se den muchos tortazos, ¿no?

    No mientes la soga en casa del ahorcado, porfa.
    Escolarizamos a nuestros hijos en la escuela que hay porque el gobierno nos obliga y porque no tenemos otras alternativas asequibles. No porque sea lo mejor para ellos.

    A lo mejor sí que a mi me gustaría, mira por donde, que mis hijos aprendieran ciencia (e inglés, y muchas otras cosas), efectivamente practicando y dándose los tortazos correspondientes. Justamente el caso opuesto a como pretenden enseñarles (efectivamente, el modo en que pretenden enseñarles desde la física al inglés es «adoctrinándoles» en los correspondientes catecismos de cada materia, pura escolástica y teología, nunca prueba y error).
    … Pero a mi nadie me pregunta por la doctrina adecuada, yo sólo soy su madre.

    En definitiva, igual tu ejemplo te vale a ti: para mi sólo es otro caso en que la «autoridad competente» sabe lo que nos conviene a todos y tiene el derecho infinito de adoctrinarnos, educarnos y decirnos lo que debemos hacer, aunque los particulares pecamos gravemente si pretendemos ejercer por nuestra cuenta. Y aunque su doctrina ni siquiera sea aceptable (y en la parte que lo es no la ponga en práctica ella misma).

    Bueno, también te diré que no sé donde has vivido si no te han adoctrinado toda tu vida. En España no, supongo.
    Y que si ya podemos hacer de nuestra capa un sayo (de color) y ducharnos todos los días y hasta llevar manicura francesa sin dar que hablar, ha sido porque mucha gente se ha dejado de tomar en serio el adoctrinamiento al respecto. Y para eso es necesario que la gente escriba y diga lo que se le ocurra, incluso tonterías y elucubraciones triviales como es el caso. Una dieta exlusiva es mala, incluso de la Ética a Nicómaco.

  31. Aloe dijo:

    en el Imperio Romano … la gente no se pasaba una media de tres horas largas al día contemplando hipnotizados al pregonero. Ya el Decamerón estaba lleno de infidelidades, pero nunca a nadie se le ocurrió proponer la infidelidad como un “modo alternativo” (por supuesto, “tan bueno como cualquier otro”) de establecer una familia.

    Hombre, esto me hace gracia, porque los romanos donde sí se pasaban horas era en el Foro o en las termas, y ahí lo que más se hacía (aparte de dinero y deporte) era intercambiar noticias y chismorreos.

    Y bueno, lo de la infidelidad como modelo de familia, lamento tener que informarte, para tu consternación, de que ha formado siempre parte admitida abiertamente de la familia tradicional, aunque limitada desde luego a una de las partes. Y que ha habido movimientos religiosos y sociales en la edad media que efectivamente defendían esos modelos alternativos. Lo que pasa es que se llamaban «herejías» y sus defensores acababan sus días en el cadalso. Es un buen incentivo para no desviarse un pelo de la sana doctrina, qué duda cabe.

  32. pseudópodo dijo:

    Masgüel, nadie habla de impedir a nadie probar soluciones alternativas. Está muy bien que haya libertad para organizar la propia vida, por supuesto. Pero no es de eso de lo que hablaba aquí, sino de los modelos que se nos presentan y la valoración que se hace de ellos. De que se nos vende “lifestyle”, y cuanto menos convencional mejor porque funciona mejor como mercancía en los media. En resumen de que los media son una fábrica de insensatez. Yo no soy catastrofista: no digo que se avecina el caos porque la familia tradicional está amenazada. Ésta no va a desaparecer, simplemente porque es el mejor modelo de organización afectiva. Lo que pasa es que mucha gente va a perder miserablemente el tiempo redescubriendo la rueda por su cuenta.

    Lo cual enlaza con lo que dice Aloe. Ya que he mentado la soga de la educación en casa del ahorcado Aloe, no puedo escurrir el bulto. Así que tengo que decir que la pretensión de que los niños aprendan ciencias o idiomas descubriendo por sí mismos me parece igual de equivocada que la pretensión de que descubran por sí mismos cual es la mejor forma de convivencia. Me parece utopismo, adanismo y otros cuantos ismos más 🙂 Lo cual tiene poco que ver con que “la autoridad competente sepa lo que nos conviene”, y sí con que es de tontos, vuelvo a decir, redescubrir la rueda. Nadie llega a nada si no se sube a hombros de gigantes, como dijo Newton (de los gigantes que le precedieron).

    Por otra parte, sobreestimas el poder del adoctrinamiento. A mi me preocupa el de los media precisamente porque no parece adoctrinamiento y por eso es mucho más eficaz. Y porque a diferencia de aquellos curas tan malos, que decían a la gente cosas bastante incómodas, los adoctrinadores contemporáneos nos dicen lo que queremos oír, y eso tiene mucho peligro.

    Sobre los romanos y el foro: parece que no me explico. El problema no es las tres horas de chismorreo, sino las tres horas de consumo de pseudonoticias sobre pseudorrealidades, manufacturadas por empresas mediáticas. Cosa que no tiene absolutamente n-a-d-a que ver con el diálogo con tus semejantes cara a cara en el foro. Donde, entre otras cosas, hasta pudo nacer la filosofía. Igual que nada tiene que ver que se practicase la infidelidad con que fuera parte del modelo de familia tradicional. Es tan obvio que no habría que explicarlo: toda la vida se han incumplido los contratos, y a menudo se ha hecho la vista gorda en muchos casos, pero nunca se ha pretendido que las relaciones comerciales se puedan basar en que no se cumplen los contratos.

    Ah, Amor libre: la culpa no es de los hippies, sino de los que cuarenta años después todavía no se han enterado de que aquello no funciona y echan la culpa a la gente, que no es suficientemente avanzada. Me recuerdan a los comunistas que siguen diciendo que su sistema era magnífico, pero fracasó por culpa de la gente, que no estuvo a la altura de tan magnífico proyecto.

  33. Aloe dijo:

    Bueno, Pseudopodo: no es exactamente como lo cuentas, porque el contrato tradicional de matrimonio ya incluía el adulterio marital como cláusula: de hecho el adulterio de la esposa estaba fuertemente castigado, tanto por las leyes como por la venganza privada admitida, pero el adulterio del marido no se consideraba incumplimiento de contrato (salvo, en ciertos casos, que dilapidara el patrimonio o metiera en el mismo hogar a la concubina con la esposa legítima).

    En cuanto a la educación, yo no pretendo que los niños redescubran la ciencia básica por su cuenta: lo que pretendo es que la aprendan practicando y experimentando, por supuesto de forma guiada. Tú que eres fan de Feynman no pareces haber sacado mucho en limpio de lo que él polemiza al respecto, incluyendo su experiencia educativa en Brasil y revisando libros de texto de secundaria. También hay que señalar que en lso países de mejor educación y mayor cultura cientifica que éste, eso es lo que se procura, sin adanismos ni tonterías.
    También la gente le suele encontrar más sentido y utlidad a aprender inglés oyendo inglés y hablandolo en lo posible, no haciendo sólo tres mil ejercicios de gramática (y así seguir con el to be después de seis años de supuesto estudio, como pasa aquí).

    Y en cuanto a las otras cosas de la vida, que todo no van a ser las ecuaciones de física, pues resulta que sí, que siempre que me ha parecido que el peligro era asumible, he preferido que mis hijos aprendieran por la práctica: a cruzar la calle no, pero a no caerse del escalón sí. A aprender a cocinar un poco con 5 años no, pero con 12 si. A dejar que le peguen los mayores no, pero a resolver sus diferencias con los de su tamaño, sí. A hacerme pagar clases de musica para luego no ir, no, pero a dejarlas al año siguiente si realmente no las quería, sí.
    Y así sucesivamente.
    Por supuesto, me equivocaré como todo el mundo, pero, puesto que es nuestra responsabilidad, con nuestros hijos quienes tenemos derecho a equivocarnos somos sus padres, no los agentes del Estado (que fijo que además se equivocan más que la familia cuando la familia es relativamente competente y funcional).

    Llevando este principio a la vida adulta, donde tiene su mayor sentido, pues lo mismo. Arriesgarse a pillar una ETS, no. Arriesgarse a un embarazo, tampoco. Pero arriesgarse a pasarlo mal, a que una relación salga mal, a equivocarse en las reglas que se admitieron… pues mira, vivir consiste en eso. En arriesgarse a sufrir, ganar y perder. No se puede evitar. Como dice el bolero (los boleros son una fuente inagotable de reflexión y perplejidad):
    «Hay que aprender a querer y a vivir»

  34. Masgüel dijo:

    Aunque la atracción romántica ya aparece en las primeras obras literarias, lo característico de las sociedades liberales desde hace poco más de un siglo es el cambio de criterio en la formación de pareja y de núcleo doméstico. Aunque el aspecto saludable y el poder económico puede influir en la elección de pareja, la satisfacción sentimental y sexual ligada generalmente a una idealización romántica, ha sustituido los criterios mucho más pragmáticos con que se concertaban las uniones matrimoniales hasta hace dos telediarios.

    La gente se permite enamorarse con la confianza en que, si el otro consiente, tendrán libertad para formar pareja. Y claro, la gente se ha dado cuenta de que enamorarse es una aventura fascinante. Lo malo es que el día a día erosiona las pasiones. Algunas parejas saben evolucionar hacia una convivencia satisfactoria basada en una profunda amistad con derecho a roce, a sabiendas de que la montaña rusa emocional de los primeros meses de descubrimiento mutuo es irrepetible. Para muchos, enamorarse es una adicción y sus relaciones son fogonazos pasionales intensos y breves. Los niños van y vienen entre las distintas configuraciones de esa extraña monogamia secuencial y aprenden a nadar las turbulentas aguas de celos y reproches más o menos encubiertos y a descubrir la inmadurez emocional de sus padres. Estoy de acuerdo en que la posesividad es parte del problema, porque si bien la formación de pareja aporta un elemento emocional muy importante, la inestabilidad que trae consigo la libertad para deshacerla debería llevarnos a desarrollar la madurez necesaria para aceptar las consecuencias y que transiciones de pareja dejen de suponer el fin del mundo. Quizá el precio a pagar sea disociar el juego de la seducción y el amor de esas idealizaciones románticas que pretenden perdurar hasta que la muerte las separe.

    En «Curb your enthusiasm», una serie de comedia muy divertida, el protagonista se negaba a prometer amor eterno a su mujer. Alegaba que «hasta que la muerte nos separe» es un plazo mucho más razonable.

  35. ¿Amor libre? dijo:

    Estoy de acuerdo con ello.

    Salud.

  36. Ozanúnest dijo:

    Lo que Aloe quiere dar a entender es lo mismo que tanto exigen las empresas de los universitarios: ¡Práctica, práctica! No le falta razón, y en este país sólo se ven este tipo de cosas en los últimos años de la universidad, en los proyectos.
    Otra analogía que se me ocurre es la enseñanza de lengua española: incluso ahora, las clases de lengua son análisis gramaticales y cosas por el estilo, pero apenas nada de redacciones. Luego los chavales, si no tienen demasiado interés por la lectura, salen cometiendo unos errores de narices.

  37. pseudópodo dijo:

    Masgüel, fíjate qué tremendo es eso de que los niños tengan que “descubrir la inmadurez emocional de sus padres”. Que el programa vital del amor romántico contemporáneo les ponga en esta situación contranatura me parece que es su reducción al absurdo. Lo que pasa es que en toda esta basurilla mediática sobre parejas abiertas y demás permutaciones afectivas (siempre “todas igual de válidas”, por supuesto) se ignora siempre a los niños, que en esta sociedad son los últimos monos.

    La idea del amor romántico no está mal si uno, como dices tú, sabes evolucionar hacia “una convivencia satisfactoria, etc”. Claro, de eso se trata. Pero esa es una idea que no tiene glamour para los media: hay que vender la renovación perpetua del deseo como si fuera una necesidad, un derecho casi, en lugar de una expectativa inmadura. Una expectativa irrealizable que nos lleva a no luchar lo suficiente por alcanzar esa convivencia satisfactoria, desprestigiada como algo burgués y aburrido: donde esté la pareja abierta, como el Pitt y la Jolie… Penoso.

    Aloe, entre mis oceánicas ignorancias está la del derecho, pero por fortuna ahora ya no es como lo cuentas. Y de todos modos, aunque existiera esa asimetría legal (por supuesto censurable) en la moral oficial el adu
    lterio estaba mal visto. Sí, había hipocresía, pero ya sabes que ese es el homenaje que el vicio rinde a la virtud. Si abandonar la hipocresía significa que se abandona también la distinción entre vicio y virtud, casi prefiero que haya hipocresía.

    Sobre la educación creo que no estamos tan en desacuerdo, y ya lo he visto en otros comentarios. Pero me parece que eres demasiado maximalista. A ciertas edades hacen falta dogmas: la tabla de multiplicar se aprende por narices, y la experiencia que tengo es que al niño con siete años no le aporta mucho entenderla, ni lo exige tampoco. Muchas de las idealizaciones constructivistas asumen un niño idealizado que tiene muchos rasgos de adulto en realidad. El niño es dogmático y hay que aprovecharse de ello. El sentido crítico tiene que irlo desarrollando poco a poco, y no antes de tiempo. Feynman criticaba otra cosa en su visita a Brasil: que los estudiantes (ya en la universidad) no se atrevían a preguntar por miedo al ridículo. Además, a ciertas edades lo que hay que hacer es formarse hábitos, una visión del mundo, unos valores….que a ciertas edades tienen mucho de dogmático. Y esto tiene que ver con lo de equivocarse en otras cosas de la vida. También ahí lo más importante es eso, más que cada riesgo individual.

    Pero explicar esto sería ya demasiado largo, por lo menos por hoy… así que buenas noches, si es que queda alguien despierto 😉

    Ozanúnest, veo que tú sí que estabas despierto, no vi tu comentario…

  38. Asturchale dijo:

    Algo tienen los suplementos dominicales de los periodicos, algo especial… no se lo que sera, pero cuando los hojeo logran que me arrepienta de haber aprendido a leer. Llega la mañana del domingo y uno abre la revista del periodico porque no hay nada que hacer, pero estos señores consiguen ser mas aburridos que la NADA!!
    Parece mentira que en medio de tanta abundancia cultural, cuando hay bibliotecas publicas por todas partes y basta teclear una palabra en Google para responder cualquier pregunta, digo que parece mentira que en una epoca asi haya tanta ignorancia, tanta banalidad y tanta tontería en la cultura popular. La de nuestros contemporaneos es pura pereza intelectual.
    Respecto a lo otro, a la educacion y los valores: francamente, si lo de antes era La Casa de Bernarda Alba prefiero mil veces lo de ahora, un burdel en cada esquina y los periodicos soltando necedades sobre el adulterio consentido. Al menos ahora siempre puedes tirar la revista a la basura y seguir viviendo como una persona cuerda.

    Creo que algunas normas de comportamiento son universales. Es bueno enseñar a los niños a prevenir la obesidad y el SIDA, pero tambien deberian aprender a cuidar de su salud mental. Ni todo es discutible ni todo es relativo ni todo debe ser «experimentado». A los niños hay que enseñarles a trabajar y a disciplinarse, a controlar su cuerpo y a no dejarse llevar por impulsos momentaneos. Eso es madurar.

  39. Asturchale dijo:

    Pseudopodo, ¿Me perdonas un off-topic?

    No comprendo por que esta pieza no es mucho mas famosa. No me canso de oirla!!

  40. pseudópodo dijo:

    Asturchale, es un placer leerte por aquí (y escucharte, perdón, escuchar a don Wolfgang… pedazo de off topic 🙂 ya me lo estoy bajando del emule). A mí lo suplementos dominicales me fascinan desde hace tiempo. Estoy seguro de que los estudiarán los antropólogos del futuro porque no hay mejor retrato de como somos. Más sintomáticos que la telebasura, porque todos sabemos que eso es una porquería, pero en los dominicales está lo que queremos ser, lo que nos parece interesante, bueno, admirable… ahí nos reflejamos vestidos de domingo intelectualmente… y sale eso 😦

  41. Asturchale dijo:

    Es un placer leer este blog, tanto lo que escribes tu como lo de los demas habituales. A ver que opinas de esto:

    Otra joya relativamente desconocida del joven Mozart.

  42. ohete dijo:

    Hace años que no leo suplementos dominicales y los tebeos gratuitos me sirven para mirar el tiempo y poco más. La vida es muy corta para desperdiciarla.
    Hay un detalle del asunto que no habéis rozado siquiera. ¿Por qué esta propaganda del (pseudo)amor libre adaptada a la vida pequeñoburguesa a estas alturas?
    Cubierto de polvo el ideal del 68, con la crisis económica, el retroceso de los derechos políticos y sociales en todo occidente, la rampante guerra de civilizaciones etc…el último reducto del progresismo es el sexo y sus aledaños (la pareja y por ende la familia).
    ¿no resulta sospechos que el holding editor del truño ADN tenga también esa caricatura ultraderechista llamada LA RAZON?(como bien escribía alguien antes).
    Resulta que el santuario progre en un mundo donde el capitalismo no tiene límites es ponerle cuernos a tu pareja y que te los pongas y aquí no pasa nada. De risa, amarga pero risa al fin y al cabo.

  43. pseudópodo dijo:

    Pues sí, es un curioso giro de la historia: la izquierda ha ido reunciando a sus utopías más sólidas, ha aceptado todas las realidades más ásperas del capitalismo y las diferencias con la derecha que van quedando están en la imagen de marca y en esa utopía de promiscuidad feliz (contra la que, por otra parte, tampoco dice nada la derecha, que es lo más inane que uno pueda imaginar).

  44. Aloe dijo:

    ¿Por qué va a ser tan sorprendente? El sexo se percibe (y es) menos peligroso que antes, y la gente se da cuenta de ello. Algunos incluso se aprovechan.
    Es lo que tiene la salud y la libertad, que animan a la gente a excederse. No por nada han sido siempre ambas cosas sospechosas de inducir al exceso.

    Por mi parte, la banalidad me llega a cansar y me irrita, y hace bastantes años que soy alérgica a los dominicales.
    Pero, a diferencia de lo que pedía Baudelaire, no se puede ser sublime sin interrupción.
    Que la banalidad tenga tanto espacio, no deja de ser un síntoma que en el fondo es un alivio.
    Peor es «vivir en tiempos interesantes», esa célebre maldición china. Prefiero pagar el precio de la banalidad ambiental, partiendo de la base de que cada uno traga la dosis que prefiere.
    ¿Qué cosa hay más tonta en los humanos que vernos en un día de fiesta o de tranquilidad, haciendo ruido a lo tonto, manteniendo conversaciones idiotas, preocupándonos por bobadas? Pero también es conmovedor.

  45. ohete dijo:

    La catequesis sexual de sorprendente no tiene nada, pero sí es sospechosa…cuanto menos de impostura intelectual.
    Siguiendo con el tema de «la pareja», hay unos cuantos factores importantes en el asunto que debemos tener en cuenta para evitar a Scila y Caribdis (moralina y buen rollismo):
    1-La monogamia y la fidelidad no es el estado natural del «animal humano» y es aburrida.
    2-El resto de opciones terminan siendo aburridas al final cuando dejan de ser un pasatiempo.
    3-La infidelidad es excitante siempre que sea uno el sujeto activo (si es el pasivo de la cornamenta deja de serlo).
    4-Ergo aceptamos la ficción de monogamia y fidelidad como mal menor para criar a los niños, vivir en común y fundamentar la civilización occidental.
    Escribo esto con ironía y sin pretensiones de enseñar a la plebe a vivir la vida, obsesión tan típica de curitas y sexólogos pop.
    Pseudópodo, ¿qué va a decir la derecha contra la invasión libidinosa que nos invade? Tienes razón, ahora me viene a la cabeza cualquier imagen reciente de Aznar o el Barbas…

  46. pseudópodo dijo:

    ¡No se puede ser sublime sin interrupción! Esa frase me trae muchos recuerdos de una época de mi vida. No sabía que era una réplica a Baudelaire: yo la conocí por Francisco Umbral (y en realidad, a través de la que hoy es mi mujer…)

    Pero en fin, no me da tiempo a contestar despacio. Sólo a decir que estoy bastante de acuerdo con el planteamiento de mínimos de ohete. Añadiendo que la monogamia y la fidelidad sólo son aburridas si uno no sabe disfrutar con otras cosas, como el aeromodelismo o el mus (o mejor aún, el blog:-) ) Por seguir con citas ilustres: Todos los males del mundo vienen de que la gente no sabe estarse sentada sóla en una habitación (más o menos: lo dijo Pascal).

    Aloe, yo también encuentro conmovedoras muchas banalidades, pero no todas; las manufacturas por la industria me irritan. Tendríamos que ser más militantes contra esto. Estamos dejando que la TV y los media parasiten cada vez una parcela mayor de nuestra cultura. En esto sí que tengo cierta esperanza en internet, yo que soy bastante pesimista con el cambio tecnológico. Creo que puede devolvernos el control a los individuos, y que la TV va a ser pronto irrelevante. Sólo eso ya es algo muy bueno.

    Pero en fin, me voy por las ramas y no tengo tiempo de más… A ver si algún día contesto tus críticas a los psicólogos evolucionistas en «Promediando rostros». No digo que no se equivoquen en nada, pero creo que tienen más razón de la que tú les das.

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