[50 libros] #21 How the mind works, de Steven Pinker

Cómo funciona la mente”, así, sin siquiera un interrogante, es un título realmente ambicioso. Pero si hay alguien capaz de estar a la altura de este desafío, ese es Steven Pinker.

¿Quién es Steven Pinker? Podríamos decir que es un psicólogo canadiense, profesor del MIT, que saltó a la fama por su libro El instinto del lenguaje (1994), en el que defendía posturas chomskianas (la idea de que venimos programados de nacimiento con una “gramática universal”) con argumentos de psicología cognitiva, etc, etc… y naturalmente, remitir a la Wikipedia. Pero acabaremos antes y seremos más precisos diciendo simplemente que Pinker es… el primero de la clase.

Así es. En el mundo, que es mucho más amplio que nuestra pequeña provincia de Punsetlandia, hay muchos y muy buenos divulgadores de todo ese apasionante mundo de las ciencias cognitivas. Pero Pinker los gana a todos. Ya me deslumbró con La tabla rasa, que recomendé como uno de los 10 mejores libros de ciencia, pero si escribiera ahora ese post, probablemente pondría en su lugar Cómo funciona la mente.

El libro se publicó en inglés en 1997 y se tradujo al español en 2001. Tiene delito que no lo haya leído antes, y tengo que agradecer al amigo Loiayirga que me llamara la atención sobre él en un post en el que cuestionaba sus afirmaciones sobre el libre albedrío. Pensé que tenía que leerlas en su contexto y compré en amazon.es el libro en inglés, que es mucho más barato que en español: 6.95 € en vez de 25 €. Pero me arrepiento de mi tacañería: la letra de la edición de Penguin es pequeña que se hace difícil de leer en el Cercanías, y su papel tan deleznable que es imposible subrayarlo. Gástense los 25 €, me agradecerán el consejo.

Hay que dejar claro que el libro trata de cómo funciona la mente, no el cerebro. No se habla aquí apenas de las neuronas, afortunadamente. Lo que hace Pinker es integrar los descubrimientos de muchas disciplinas, desde el estudio de la percepción visual a la etología de los primates, para dar una visión coherente de la mente humana. Con dos hilos conductores: la teoría computacional de la mente y la teoría de la selección natural de replicadores. Así lo explica el propio Pinker en el prólogo (¿quién lo iba a hacer mejor que el primero de la clase?):

El capítulo que abre el libro presenta el panorama de conjunto: que la mente es un sistema de órganos de computación diseñados por la selección natural para resolver los problemas que tenían que afrontar nuestros ancestros en su vida de cazadores-recolectores. Cada una de las dos grandes ideas –computación y evolución- merece a continuación un capítulo. Disecciono luego las principales facultades de la mente en capítulos sobre la percepción, el razonamiento, las emociones y las relaciones sociales (familia, amantes, rivales, amigos, conocidos, aliados, enemigos). Un capítulo final discute nuestras vocaciones más altas: arte, música, literatura, humor, religión y filosofía.

Sería imposible mencionar aquí, siquiera de pasada, las ideas del libro. Pinker las argumenta muy bien y las explica, además, con elegancia: un tour de force.

Y después de tan encendidos elogios, ¿no tengo nada que criticar al libro? Sí, y precisamente es lo que me hizo leerlo: el tratamiento del libre albedrío, y de algunos otros de los frentes más filosóficos, me parece bastante insatisfactorio. Pero no me pidan ahora que lo argumente, tengo que pensarlo más. Hablamos cuando se hayan leído el libro 😉

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21 respuestas a [50 libros] #21 How the mind works, de Steven Pinker

  1. Mankel dijo:

    Hace bastantes años que dejó el MIT y se fue a Harvard 😉

  2. Luciano dijo:

    Lo que son las cosas: cuando vi «The blank slate» en tu lista y fui a buscarlo a Amazon, descubrí este otro título y me pareció que debería ser más interesante. Pero me dije «Si Pseudópodo recomienda el otro, por algo será», y me compré aquél (que por cierto, me gustó mucho)
    ¡Y ahora resulta que el «How the mind works» no lo habías leído!
    De más está decir que termino de escribir esto y corro a comprarlo.

  3. El instinto del lenguaje (al menos en su versión original) es otra maravilla (aunque tiene alguna parte más dura con la descripción detallada de las metareglas gramaticales) http://www.amazon.com/The-Language-Instinct-Mind-Creates/dp/0060976519
    Y tengo ahora mismo en la pila en 4º o 5º lugar su última obra, un pedazo libro en todos los sentidos que tiene unas reseñas muy elogiosas http://www.amazon.com/The-Better-Angels-Our-Nature/dp/0670022950/

  4. loiayirga dijo:

    Te agradezco mucho que me hayas enlazado en tu entrada.
    Reitera tú mismo este agradecimiento cuatro veces más con otras palabras (con frases del tipo “no sabes cuanto te agradezco”). Yo lo haría si tuviera tiempo. Y repite otra vez las gracias una última vez, en esta ocasión en inglés. Cinco veces en total en castellano y una en inglés. Con el estudio de esta lengua se me está contagiando su modo de hablar.
    Cuando a Arcadi Espada le piden que recomiende un libro cita “La tabla rasa”. La psicología evolucionista es Dios y Pinker es su profeta. Espada debió quedar deslumbrado por su carácter revolucionario. Ese libro hace saltar por los aires una serie de creencias que han dominado el panorama intelectual durante muchos años, entre ellas la idea del Buen Salvaje y la de que el hombre es sobre todo construcción cultural (y apenas herencia genética).
    De libro que comentas me gustó mucho la explicación sobre los orígenes evolutivos de cosas como la ira o el enamoramiento.
    Para ser sincero podría decir, antes de terminar este comentario, que en realidad yo no he leído los libros enteros, solo los he picoteado, pero no voy a hacerlo. ¿Quién tendría ganas de desacreditarse a sí mismo y con que fin?

  5. Vicente dijo:

    Debería leer el siguiente «The better angels of our nature», en el que reniega bastante de su anterior deriva sociobiológica y se inclina por dar crédito a las influencias de nuestra cultura en nuestro comportamiento.

  6. bloodykefka dijo:

    Buenas tardes, llevo un tiempo leeyendo este blog precisamente buscando una web de «ciencia» que se salga de la norma y veo que no sólo hay ciencia sino que hay debates interesantes, así que no me he podido resistir a la tentación de participar.

    Yo la verdad es que tengo poco nivel intelectual comparado con los presentes, pero me sorprende que todavía sigamos con el debate de hombre biológico vs hombre cultural. ¿No es tan simple como que todos los hombres tenemos la misma naturaleza y esta se va manifestando de una manera u otra dependiendo de aspectos culturales? No se, es como el lenguaje, algo innato dentro del hombre, pero que se manifiesta de una manera u otra en función del contexto. Pues con la mayoría del resto de cosas igual. No se, que todavía estemos reduciendo las cosas a pura biología o pura invención cultural me parece algo que se debería haber dejado desde hace tiempo. Es más, incluso podríamos decir que la cultura no es más que una manera de «revestir» nuestra naturaleza. No se si me explico.

    • Vicente dijo:

      Bloodykefka, discrepo de su argumentación. Dice que la cultura reviste nuestra naturaleza cuando más bien la moldea. Como dije en el comentario anterior, en su libro posterior Pinker demuestra que la ira es controlada por las convenciones culturales, como puede observarse considerando la diferencia entre el comportamiento en las sociedades avanzadas comparándolo con épocas anteriores u otras sociedades actuales. Sin embargo, la ideología lo ha impedido ver a muchos confirmando aquello de «no hay más ciego que quien no quiere ver…»

      • bloodykefka dijo:

        De ahí que dijera «no se si me explico», porque me imaginaba que «revestir» no era el verbo adecuado (simpelmente no se me ocurría otro), de hecho «moldear» es la palabra adecuada, gracias por la correción, pues al fin y al cabo decimos lo mismo.

        A lo que voy es que como todavía podemos tener el dictonomía entre hombre cultural y hombre «biológico» (notese el entrecomillado) cuando no hay nada más que ponerse a observar a las personas para ver que el primero es una manifestación del segundo. No se, seré muy idiota, pero no hace falta leerse un libro para ver que todos tenemos unas características comunes (naturaleza) que manifestamos de distinta manera. De ahí que pusiera el ejemplo del lenguaje: una función natural que se ha desarrollado de diferentes maneras en función de las circunstancias.

        ¿Alguien me puede explicar como surgió la idea de considerar la influencia biológica y cultural como excluyentes?

      • Aloe dijo:

        ¿Alguien me puede explicar como surgió la idea de considerar la influencia biológica y cultural como excluyentes?
        A riesgo de tirarme a la piscina, yo diría que en el origen está el platonismo que ha impregnado la filosofía y el pensamiento occidental durante muchos siglos.

      • Lolo dijo:

        Aloe, no tengo experiencia en escribir por este medio y no sé si mi respuesta aparecerá asociada a la suya.
        Me parece que usted le asigna una importancia a Platón que realmente nunca ha tenido ya que su influencia ha quedado siempre ligada a círculos académicos sin una influencia clara en la sociedad en cuanto al concepto que aquí interesa, pues la separación entre cuerpo y alma con consecuencias que si han podido transformar el pensamiento en nuestra sociedad actual se inició con la medicina moderna, que si ofreció aplicaciones prácticas que se sostenían en el cuerpo sin que el alma tuviese algo que decir.

        En la actualidad todavía sigue siendo un cajón de sastre sin demasiado interés para la medicina lo que ellos han llamado enfermedades psicosomáticas, considerando que la mente puede influir pero en ningún caso ser origen de las enfermedades (dejemos fuera los padecimientos mentales).

      • Aloe dijo:

        Me molesta recordar esto, pero nuestra civilización está impregnada de filosofia y metafísica cristianas, que nació en una época neoplatónica sin remedio. No digo que sea la única causa, y además si lo fuera todo parecería demasiado azaroso y casual para resultarme creíble. Pero algo hay en el profundo convencimiento de todos los clérigos (y todos los demás letrados) durante mil setecientos años de que lo propiamente humano es el alma, la mente y lo intelectual, mientras lo corporal apenas es una carcasa de índole inferior.
        Quiźa eso satisfaga además otras vanidades, otras justifiaciones y otras legitimaciones, porque si no, yo tampoco lo entiendo.

      • bloodykefka dijo:

        Bueno, es algo interesante lo que dice Aloe, pero yo pensaría si es por cuestión de acción o reacción. Me explico: la influencia de la metafísica neoplatónica/cristiana (y también aristotélica) sería la base, pero no al adoptar ese discurso, sino al intentar contrariarlo. No se, sería como un intento de despojar el sentido religioso del hombre desde dos puntos contrapuestos: por un lado, se presenta al hombre como una construcción biológica, en la que no tiene cabida conceptos «sobrenaturales», y por otro, se intenta convencer de que cualquier idea del hombre es algo cultural y por tanto, no corresponde con la realidad. Es como el ateísmo en las sociedades occidentales, lleno de argumentos que sólo sirven para críticar unas determinadas concepciónes de la religión… y no para las demás.

        Respecto a la idea de condición física vs intelectual, yo diría que es algo natural en las personas. Si nos fijamos bién, en todas las sociedades «acomodadas» se tiende a infravalorar el trabajo manual en detrimento del mental. No es algo únicamente exclusivo de las sociedades poscristianas.

        Personalmente yo tengo la sensación de que simplemente el debate de hombre biológico vs cultural es un falso dilema venido de posturas extremas y de personas que no han tenido el suficiente pensamiento crítico como para pensar que la verdad podría ser algo intermedio o las dos cosas a la vez.

  7. Para BloodyKefka
    Creo que la razón de libros como este hace falta precisamente para que no nos dejemos llevar por lo que «nosotros» vemos o lo que se podría calificar de «sentido común». La experiencia de una sola persona ya no sirve de mucho en ciencia. Si se fija, sus argumentaciones no aportan nada más que sus opiniones, y estas opiniones podrían ser ciertas, pero no ofrece cómo comprobarlas, que es lo que el libro puede aportar. Por lo que no deja de ser su punto de vista.
    Por otro lado, se publicó en 1997, por lo que seguramente recoja el paradigma de finales de los 80 principios de los 90 (siendo optimistas). Puede ser un tema que ya esté muy superado como efectivamente comenta.

    • bloodykefka dijo:

      A ver, no me refiero al libro, de él no puedo opinar puesto que no lo he leído y, de hecho, me parece muy interesante y lo leeré. Lo que me chirría es el hecho al que alude: el debate de hombre cultural versus hombre natural. En otras palabras, el libro es necesario porque existe (o existió, pero lo dudo) ese debate, el cual yo considero que debería estar superado. Lo que preguntaba era cómo y sobretodo, por qué surgio ese debate. Creo que, como dice el señor Vicente, el problema es ideológico o de necedad, desgraciadamente.

      • bloodykefka dijo:

        Aclaración

        «En otras palabras, el libro es necesario porque existe (o existió, pero lo dudo) ese debate»

        Aquí debería poner (o existió, pero dudo que haya desaparecido).

  8. edulcorado dijo:

    Pues como los caminos del saber son inexcrutables, yo conocía Pinker, y me leí ambos libros antes mencionados, gracias a una entrevista con Punset, en el programa Redes.
    Por cierto, el hecho de la deriva senil de nuestro gurú Punsete, no quita que durante la larga trayectoria de su programa, hayan pasado por este toda una serie de científicos y científicos-divulgadores punteros en medio de un desierto televisivo en el que reinaban crónicas marcianas, y no las del Curiosity precisamente.
    Por cierto el mérito no es leer 50 libros año, sino leer 50 libros como “How the mind works” y encima en inglés. Chapeau!

  9. Lolo dijo:

    Con su permiso, yo comencé a leer este libro de unas 800 páginas en la edición de Destino, y me pareció aburrido, tedioso por momentos, exasperantemente largo,… y por lo tanto un pésimo libro. En el libro sobran tantas argumentaciones como páginas.
    Eso no me impide mencionar que cuando comencé a picotear leí con agrado párrafos completos que me interesaron e incluso divirtieron.

  10. vicente dijo:

    Lolo, coincido con usted, yo tampoco lo acabé. Parecía repetir ejemplos de lo que era su teoría central.

  11. Sertorius dijo:

    Cuando termine de leer la entrada de Pseudopodo me dieron ganas de echar a correr a la libreria a por el libro. Pero leyendo los comentarios se me estan pasando esas ganas.

  12. nephewtom dijo:

    «Hay que dejar claro que el libro trata de cómo funciona la mente, no el cerebro. No se habla aquí apenas de las neuronas, afortunadamente.»

    ¿Y por qué afortunadamente?

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