Sé que no parece muy creíble, pero es verdad: que yo haya leído esta novela no tiene nada que ver con que estén poniendo ahora la película en todos los cines.
Había oído hablar hace tres o cuatro años de este libro; creo que llegué a él curioseando por Amazon, y me sorprendió su argumento. De hecho pensé que debía ser una novela de realismo mágico o algo así, que no podía ser literal que tratara de eso (¿un muchacho que atraviesa el pacífico en una balsa con un tigre?¿y le habían dado el Booker Prize?). Más tarde, el año pasado, leí Beatriz y Virgilio, del mismo autor y me pareció un libro extraño pero intrigante. Finalmente, hace mes y medio, encontré Life of Pi de ocasión, por 2 €, y me lo llevé. Cuando iba por la mitad me enteré de que se iba a estrenar la película.
La vi el fin de semana pasado, y es bastante fiel a la novela, así que a quien la haya visto, el libro no le va a añadir demasiado. Todo el juego filosófico está ahí, en el quiebro final que da el argumento, y me sorprendió que estuviera tan literalmente. Lo que sí es cierto es que por escrito llega uno más preparado a ese giro y puede asimilarlo mejor, aunque sólo sea leyendo una y otra vez la frase clave, las seis palabras para las que se han escrito, a modo de gigantesco marco, las otras 100000 del libro:
-“And so it goes with God”
Qué quiere decir esto no puedo explicarlo sin hacer un spoiler que sería tan imperdonable como contar el final de El tercer policía, así que no lo voy a hacer aquí. Lo dejo para otro post.
Por lo demás, el libro, leído en inglés, empieza muy bien pero durante la travesía marina, más de la mitad de las páginas, se hace a ratos un poco indigesto (demasiados términos marineros: me acordé de cuando en COU tuve que leer The old man and the sea, de Hemingway, y a punto estuve de inmunizarme para siempre contra la lectura en inglés). Y en conjunto tiene una estructura extraña, un poco contrahecha. Uno cae en la cuenta al final de que el libro es una alegoría, y una alegoría apologética, además. Eso lo explica todo, pero una vez más estoy acercándome al spoiler… Mi recomendación: el libro merece la pena, pero si quieren pueden quedarse con la película. Tiene la ventaja de que, alegorías aparte, es un espectáculo visual deslumbrante.
No tiene nada que ver, pero tal vez te interese; creo recordar que hace tiempo dedicaste algún(os) post(s) a algo similar a esto http://www.republica.com/2012/12/12/un-grupo-de-cientificos-investigan-si-vivimos-en-matrix_588095/
Un saludo.
Pues sí me interesa y no tenía ni idea: gracias, icosaedro.
Aquí hay una discusión más detallada y viene el enlace al trabajo original. Me parece muy aventurado, y el efecto que prevén, caso de que se acabara observando, probablemente se podría explicar de otras maneras…
También creo que lo de la simulación no tiene por qué ser tan literal como lo plantean ellos: si viviéramos en Matrix, nuestros programadores no tendrían por qué simular el universo entero, que sería un derroche enorme, sino sólo nuestras percepciones. Una simulación es como un mapa, y lo que esta gente propone es un mapa a escala 1:1, que acaba confundiéndose con la realidad (había un cuento de Borges sobre eso)…Aún así, tiene su mérito lo que han hecho.
Por cierto: mis post sobre «Matrix» están aquí y aquí.
«…las seis palabras para las que se han escrito, a modo de gigantesco marco, las otras 100000 del libro: -“And so it goes with God”» y «Uno cae en la cuenta al final de que el libro es una alegoría, y una alegoría apologética, además. »
Ya… Agustín en la playa.
A poco que rasques, te vas a encontrar mucho dinerito invertido en fabricar alegorías que no son sino «un espectáculo visual deslumbrante» que terminan con 6 palabras (aprox) con fines apologéticos.
No es una crítica; es una descripción (desde Matrix a El árbol de la vida…) de una realidad no tan simulada.
Bonito repaso a la filosofía occidental, peli a peli, año tras año. Apuesto cinco mil a que terminamos en Nietzsche (otra vez) cantando a los Nibelungos (otra vez) y enterrando a Dios (para variar).
Convengo con Pseudópodo en lo difícil que es callarse pertinentemente.
Se me escapa la sabiduria de Josele, no se si esta a favor o en contra pero me extraña que a nadie le extrañe que peliculas espirituales como el Arbol de la vida o la Vida de Pi sean tildadas de apologeticas con un ligero toque descalificador mientras que las que reman en la barca de Nietsche sean calificadas como obras personales. ¿Porque chirria la intencionalidad si es en el sentido de la certeza de que Dios existe mientras que si lo que expones es lo contrario no necesitas justificarte de ninguna manera?
Sertorius, por mi parte lo de apologético no tiene nada de descalificador… si acaso lo contrario, aunque una película o un libro nunca son buenos por las intenciones sino por el resultado (supongo que lo que dice josele es que apologética se puede hacer de muchos signos y al final pueden pesar más en la balanza otros de signo opuesto).
En cualquier caso a mi La vida de Pi no me ha parecido sólo un espectáculo visual, y El árbol de la vida me pareció espléndida en todos los sentidos, además de muy cristiana en su fondo. La vida de Pi no tiene afiliación concreta y de hecho en la primera parte es sincrética: el protagonista es a la vez hindú, cristiano y musulmán.
«El árbol de la vida me pareció espléndida en todos los sentidos, además de muy cristiana en su fondo»; y sin embargo, nadie a mi alrededor pareció darse cuenta del detalle…
No he criticado, sino descrito. Sólo hay un adjetivo en mi texto anterior y funciona como admiración.
Lo que quería subrayar es lo de las 100.000 palabras para al final enmarcar 6. Constantemente.
No sé por qué habla de no sé qué sabiduría Sertorius. Si se le escapa, la ironía está de más. Y con la alusión a Nietzsche hablaba de los mas de 50 millones de muertos de la S. G. mundial.
Bueno, Juan Manuel de Prada sí que se dio cuenta…
Ya veo, y leyendo la entrada del tal Prada en wiki comprendo su cosmovisión, tan coincidente con la de Malick (¿y bastante con Pseudópodo?).
Lo que no termino de entender es la necesidad de romper el pacto divino tras lo de Isaac, tan evidente en una de las frases del final de la peli de Malick. Me parece antitético. Y, como digo, me parece mejor la coherencia, o me lío a buscarle pies al gato.
Hay que reconocer la elegancia y fuerza narrativa del argumento “And so it goes with God,” aunque carezca de parsimonia.
Por favor, «el Árbol de la Vida» es un bodrio infumable y pretencioso. No sé qué tipo de «religiosidad» desprendéis por aquí para que semejante timo os afecte en sentido positivo. Estoy de acuerdo en que destila judeo-catolicismo por los cuatro costados, en el sentido de alguien que se ha leído el Antiguo Testamento puesto hasta arriba de LSD, pero no sé donde está el cristianismo en ese insufrible panfleto. Por cierto, estas mierdas están ya un poco trilladas ¿no? Vale ya de intentar vender la moto de la religión (de siempre) de cualquier manera posible. Los problemas los tenemos delante de las narices y convendría resolverlos en lugar de este viraje neoconservador y puritano que estamos viviendo. ¿Estamos volviendo a la Edad Media o qué?
A propósito de esto, en «La vida de Pi» al menos la alegoría te la dejan clara. Es curioso que gente «religiosa» vea algo positivo en el mensaje cuando la historia describe perfectamente (espóiler) el engaño colectivo asociado a la religión (eso que Obama llamó «elegante prueba de (¿la existencia de?) Dios». Es indudable que en ciertos casos, el engaño puede ser saludable (sabemos que esto es una extensión de un comportamiento de supervivencia del cerebro que se da habitualmente en las personas que sufren hechos traumáticos), pero eso no significa que lo que crean sea cierto ni que haya que imponérselo como una verdad inmutable a aquellos que no tienen problemas de salud, salvo que consideremos que la realidad es tan dura que es mejor crear amigos y creadores imaginarios para que nos la hagan más amigable. O que, como decís, la realidad no existe y somos una simulación (la existencia del Dios creador es más simple que eso). Vaya, lo que decía Dawkins, el amigo de pseudópodo, en su libro. A ver si al final le vamos a tener que dar la razón.
Calma, eulez, que parece que te están sentando mal las fiestas y todavía queda…
Sólo un par de cosillas:
(a) Si estamos volviendo a la Edad Media no es por la religiosidad (que está en decadencia), sino por las maneras feudales de los políticos que tenemos. Más allá del folklore de pasearse con la mantilla en el Corpus no veo yo mucho cristianismo entre quienes nos gobiernan.
(b) Sería largo discutir por qué El Árbol de la vida es una buena película, y en cualquier caso es cuestión de gustos. Y La vida de Pi se puede interpretar en varios sentidos, eso precisamente es bueno: por eso no es un sermón sino literatura.
Bueno, y una más: aquí tienes la última de Dawkins, por si te empieza a caer simpático.
Acabo de ver La vida de Pi, y por eso he recalado en este post. Es una película maravillosa.
El protagonista cuenta dos historias, la «bonita» y la «sucia», ambas historias al final tienen las mismas repercusiones prácticas. Entonces, con cual te quedas? Con la bonita, obviamente. Y el protagonista dice, «lo mismo pasa con Dios». Ergo, lo que está diciendo es que Dios es la historia bonita. ¿Por qué opinas que es apologética pseudópodo?
La historia falsa se corresponde más o menos con la auténtica, pero no logro encajar qué significa la isla carnívora, si es que significa algo.
Yo lo que no entiendo es por qué todavía asociamos «conservadurismo» y «progresismo» a unas determinadas ideas cuando en realidad son actitudes… No se, seré porque soy un chico que ha crecido en la época pos-muro de Berlin, pero pensaba que ya se había demostrado que los problema más que del dogma, es del dogmatismo y que el marxismo era el enésimo ejemplo de que daba igual la nobleza de tus ideales si luego te obsesionabas con ellos. Incluso alguien tan ateo Saramago lo veía. ¿Es que nadie se ha leído el artículo de El Factor Dios aquí o qué?
Esa manera de pensar en la que se le da tanta importancia a la ideas y no a cómo realacionarnos con ellas no sólo es propia de obtusos sino que es lo que hace que acabemos como acabamos. Pero en fin, qué voy a decir, yo sólo soy un nene discute todo.
Ren(aissance), te puedo dar dos respuestas. La breve: porque el propio narrador dice que “es una historia que le hará creer en Dios”. La larga: necesito un post entero para explicarme… seguramente lo haré.
bloodykefka, no conocía ese artículo de Saramago, pero tampoco veo que defienda con claridad que lo malo no es la religión sino la intolerancia y el dogmatismo… Por lo menos, identifica la religión automáticamente con esas actitudes (con lo que no puedo estar de acuerdo y tú no lo estás tampoco), salvo en el último párrafo, una cortesía al lector creyente…
Obviamente yo no estoy de acuerdo con eso que dice de que «la mayoría de los creyentes…» pero yo tengo la sensación de que eso es un recurso literario para dar un mayor golpe de efecto.
El Factor Dios. Si te fijas bien, el artículo comienza como el típico panfleto antiteísta, echándole las culpas a la religión, diciendo lo esperado… hasta que empieza, a mitad del artículo, a decir que la Inquisición pervirtió el significado de los textos sagrados y a partir de ahí pasa a profundizar en el tema con el problema de la religión.
Y es entonces cuando le da la vuelta a la tortilla y dice que el problema no es con la religión, sino con personas que la siguen y la manejan, con su actitud. Yo diría que eso es a lo que se refiere con El Factor Dios. De hecho si te fijas bien, al final no habla de la idea, sino de la relación que tiene el creyente con esta y que se resguarde de aquellos que intentan imponer otro tipo de relación, otra actitud. Por tanto, si no me equivoco, a lo que se refiere con El Factor Dios es al dogmatismo.
Podriamos objetar que a lo mejor Saramago identifica la religión más con el grupo y no con las ideas, pero no se, teniendo en cuenta la profunda amistad que le unía con el teólogo Juan José Tamayo, me da mi que sabe distinguir muy bien entre una cosa y otra.
http://www.redescristianas.net/2012/06/10/saramago-dios-silencio-del-universojuan-jose-tamayo-teologo/
Bueno, lo he releído a trozos (está aquí, que no lo habíamos enlazado) y creo que eres demasiado generoso con Saramago… efectivamente, dice que Dios es inocente, pero sólo porque no existe, y al identificar el «Factor Dios» con el dogmatismo (que en eso coincido contigo) lo que hace es endosarle el dogmatismo a las religiones. Eso es una trampa retórica y una falacia: el comunista Saramago debería saber bien que no tienen la exclusiva.
Pero hay muchas cosas más muy criticables, como decir que la Inquisición era un grupo terrorista, que es un disparate, o el truco de empezar el artículo con unas escenas de violencia estremecedoras para pasar sin solución de continuidad a criticar a las religiones, a pesar de que esas escenas no tienen nada que ver con la religión (y sí con el colonialismo)…
En fin, nunca me ha gustado Saramago y este artículo no cambia mi opinión… de JJ Tamayo no había leído casi nada, pero tampoco me convence, y no le veo muy informado: ¿de verdad puede decir que una mística como Simone Weil era no creyente?
Es que el primer párrafo precisamente lo que hace es enumerar ejemplos de violencia del hombre, para decir que son demasiadas las excusas que ha creado para justificarla, de entre ellas la que más le rebota es la que usa el nombre de Dios, y pasa a explicar por qué. No es que le atribuya el dogmatismo a la religión, es que pasa a centrarse en ella.
Sobre «la inocencia por la inexistencia», Saramago es un ateo «convencido» ¿qué esperas? aquí lo importante es que no le echa la culpa a la idea, sino a la actitud. De hecho, yo diría que contradice a esos que, como Dawnkins, que se las echa, pues dice «podríamos decir que es un dios quien recoge y otro que siembra, pero no son ellos, pobres dioses sin culpa». Por supuesto, dice cosas que no comparto, como lo de «la mayoría de los creyentes» (generalización). Sin embargo ¿no podría estár haciendo retórica y jugando con las palabras para llamar la atención del creyente, alterándolo? De hecho, eso yo diría que es lo que deja entrever en el último párrafo, ese que dices que es de cortesía. Por tanto, el artículo se resume en un «de entre todas las justificaciones que el hombre ha usado para matar, la peor es que se hace nombrando a Dios, pues destruye el significado de esa palabra». Puedes estar más o menos de acuerdo con él, pero no era un Hitchens.
Es por eso por lo que pongo el artículo de Tamayo, en él, el teólogo explica como Saramago estaba de acuerdo con la idea de la mancillación de la palabra Dios, y esa sería la base de sus críticas. Respecto a Simone Weil, bueno, errar es de humanos, y ella, por lo poco que se (Encarta hace mucho tiempo) siempre tuvo una relación peculiar con la religión, la cual no abrazó definitivamente hasta el final de su vida, y tampoco mucho. Sin embargo yo diría que, viendo su biografía, Tamayo sabe de lo que habla:
http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_Tamayo
Nunca he soportado a Saramago, aśi que esto no va en su defensa, pero…
Decir que la Inquisición era una institución con fines terroristas no es una locura, es bastante exacto.
Lo que pasa es que ahora identificamos «terrorismo», porque ya nos hemos entregado sin condiciones al lenguaje periodístico y al politiqués con unas bandas armadas que ponen bombas, extorsionan empresarios y pegan tiros en la nuca,
Pero eso es una derivación moderna, y es tomar la parte por el todo: terrorismo es el uso de un arma militar e ideológica muy antigua, que consiste en aterrorizar a la población (la del enemigo, la propia, o la que sea). Terrorismo es la violencia o persecución sistemáticas cuyo objetivo principal o único es meter el pavor en el cuerpo a una población no armada e indefensa, para que se comporten como uno quiere (desmoralizados, o sin protestar, o denunciando a los vecinos, etc.).
Si un ejército ejecuta una acción militar que militarmente no tiene ninguna utilidad pero aterroriza a la población enemiga, eso es terrorismo. Si un gobierno totalitario (o que aspira a serlo) detiene, hace desaparecer, tortura, ejecuta o juzga personas de un modo formalmente penal, pero en realidad arbitrario, desproporcionado, por delitos que nunca quedan claros (y que son delitos de expresión o pensamiento) y de forma que la gente nunca puede estar segura de que no le va a tocar, o de que no le va a denunciar un vecino, etc., eso se hace con fines de someter a la población y tenerla aterrorizada y callada, de imponer la uniformidad ideológica. Y eso lo hizo Stalin, lo hizo Videla,… y lo hizo la Inquisición. Lo hacen ahora los salafistas en varios países, lo hacen las FARC y su enemigo el ejército del Estado… Lo hicieron los Aliados bombardeando Dresde, como lo habían hecho los alemanes bombardeando Londres…
Hablamos de un método político y militar de gobierno, o de guerra y lucha por el poder, no necesariamente de bandas armadas clandestinas.
Yo entendí a lo que se refería Saramago con lo de la Inquisición y estoy de acuerdo tanto con él como contigo al respecto, pues es una institución que perseguía a los que cuestionaban el Status Quo. Es más hay casos muy palpables como los de España, en donde la Inquisición no dependía de la propia Iglesia, sino de la Corona, o el típico «denuncio de brujería a mi vecino para quedarme con sus tierras». No obstante, me gustaría saber por qué Pseudópodo dice eso, pues también se que hay mucha leyenda negra al respecto y casos muy curiosos, como el de Juana de Arco, en el que incluso los clérigos buscaban todos los resquicios legales para no condenarla. Me da a mi que sus opiniones tienen que ver con esto:
http://es.wikipedia.org/wiki/Inquisici%C3%B3n
Leete el apartado «métodos de torturas empleados», Aloe.
Aloe: yo rechazaba el uso de “terrorismo” que hace Saramago en el artículo para designar a la Inquisición porque me sonaba a ese uso vacuo que es tan frecuente hoy, como cuando se dice “terrorismo machista”. Si aceptamos la acepción más amplia que le das, en el sentido de terrorismno como método, podría tener sentido, pero creo que es inexacto históricamente. Hay mucha leyenda negra con la Inquisición (el enlace de bloodykefka está bien traído). No creo que lo que hizo responda a lo que cuentas tú, emparejándolo con Videla y Stalin. Por lo que cuenta Caro Baroja, lo normal era que fueran las autoridades civiles locales las que recurrieran a la Inquisición para calmar la histeria del pueblo llano. No se trataba de reprimir sistemáticamente y aterrorizar a la población.
Olvidamos que aquella gente creía realmente en las brujas; si nosotros estuviéramos convencidos de que hay un grupo de gente que secuestra niños y se come sus vísceras seguramente pediríamos algo como la Inquisición (que era además bastante menos chapucera y más garantista que los tribunales ordinarios). De hecho, oigo en el siglo XXI a mucha gente que quiere que se implante de nuevo la hoguera (perdón, la pena de muerte) para ciertos delitos especialmente graves…
La brujería en España no tuvo mucho recorrido, ni se la tomó en serio a gran escala. Aqui los objetivos principales eran los judaizantes o criptojudíos, los erasmistas o reformistas y en general todo el que hiciera olas en el estanque.
Suele decirse en descargo de la Inquisición que no mataba tanto como se le achaca: y efectivamente no mataba tanto como a veces se ha dicho. Lo que si hacía a enorme escala era detener, procesar, interrogar, generar expedientes y papeleo secretos, confiscar e imponer penas de cárcel. Es decir, lo necesario para tener a todo el mundo acojonado y sin saber por donde o cuando le podía venir el golpe. Ante eso, lo único prudente era no llamar la atencion, no expresar ningún pensamiento original en voz alta, no dedicarse a nada intelectual y -menos aún- científico, y cumplir escrupulosamente con las devociones públicas y la ortodoxia religiosa.
… Que era precisamente de lo que se trataba y el objetivo perseguido.
(Y todavía estamos pagando las consecuencias en nuestro estilo de cultura)
Que la Inquisición estuviera dividida formalmente en instancias civiles y eclesiasticas, y que sus leyes las dictara el Rey, es algo a lo que se le suele dar mucha importancia (para exculpar a la Iglesia, normalmente) pero yo no veo que tenga ninguna. No había separación entre la Iglesia y el Estado, todos eran órganos estatales y a la vez eclesíásticos (la burocracia inquisitorial desde luego lo era)
Por cierto, la Wikipedia española, hablando en general, tiende a ser basura en todos los temas ideológicamente controvertidos, y este artículo, tan justificativo y exculpatorio, aparte de tan poquita cosa, no es la excepción (aunque excusatio non petita… es el aforismo que salta a la vista al leerlo .-) )
Es notable que se centre en la brujería, que cuantitativa y cualitativamente tuvo importancia menor en España, porque así parece poca cosa, comparando con las cazas de brujas de otros países.
Una cierta excepción fue el País Vasco y aledaños, por lo que es normal que Caro Baroja se centrara en este aspecto.
Retiro lo anterior en sus tres cuartas partes, ya que en este tema también hay algunos artículos mucho más completos e imparciales (aunque con algún apartado exculpatorio).
Por ejemplo, este es muy bueno (incluso se dice en Discusión que se ha usado para mejorar el inglés):
http://es.wikipedia.org/wiki/Inquisición_española
¿El de la wikipedia inglesa también? Porque dice algo similar y me da a mi que ha sido traducido de allí.
http://en.wikipedia.org/wiki/Historical_revision_of_the_Inquisition#Procedure_and_torture
http://en.wikipedia.org/wiki/Spanish_Inquisition#Torture
¿Me vas a decir también que es basura porque no pone lo que te gusta? Muy arbitrario viniendo de alguien que alardea de racionalidad y de «no pensar de manera arbitraria».
Que la wikipedia española pudiera ser más fiable no significa que todos los artículos sean igual de malos. De hecho, el que está en español tiene fuentes y documentación, por lo que podrías comprobar su veracidad.
Eso no quita que tú tengas razón, pues, como bien señalas, el problema de la Inquisición no era una cuestión de formas, sino de fondo: el censurar todo tipo de disidencia para mantener el status quo. Pero al menos intento comprender lo que decís Pseudópodo y tú antes de ponerme de parte de alguién.
«Que la Inquisición estuviera dividida formalmente en instancias civiles y eclesiasticas, y que sus leyes las dictara el Rey, es algo a lo que se le suele dar mucha importancia (para exculpar a la Iglesia, normalmente) pero yo no veo que tenga ninguna. No había separación entre la Iglesia y el Estado, todos eran órganos estatales y a la vez eclesíásticos (la burocracia inquisitorial desde luego lo era)»
El problema está en si los intereses del la Iglesia coincidian con el del Estado, cómo dejó de ocurrir al final de la Edad Media, al pasar definitivamente del modelo templario al modelo palacial: que no hubiese separación no implica que hicieran piña.
Y no, no te equivoques, nadie está excusando a la Iglesia, puesto que es la principal responsable al apoyar totalmente estos organismos, pero no depurar resposanbilidades es faltar a la verdad. Comprenderás que señalar casos como los de Juana de Arco, cuya irregularidad rompe incluso con el propósito del organismo, mercen ser señalados, porque no era algo que inició la Iglesia.
Y bueno, te recuerdo que los inquisidores era antes juristas que teólogos, y que en muchas dependían del Rey antes que del Papa. Sabes que estoy de acuerdo contigo, pero la realidad está en los matices, y si los vas a obviar, no lo hagas a conveniencia, sino porque hay razones (muy) poderosas, y no se si este es el caso.
Oye Aloe, una cosa, que es lo que realmente me interesa de este debate. ¿Por qué no soportas a Saramago? Es algo que me ha llamado la atención y me gustaría que me lo explicases.
Pues es difícil de decir. O hay quimica o no hay quimica.
Quizá es solamente que me aburre y lo considero un poco pesado. O será culpa mía, que para la ficción me habré hecho muy especialita.
Solo recuerdo haber leído un breve texto suyo de no-ficción. Y era el típico sobre: «Qué deshumanizadora es la ciencia, como se está perdiendo el humanismo y la cultura por su culpa y la de la tecnología» y todo eso.
Yo con eso no puedo. A ver, que no es que no le vea inconvenientes o peligros a ciertos cambios tecnológicos, pero la cultura me parece que incluye la cultura científica, los valores morales no me parece que peligren o se disuelvan por su culpa, y una gran parte de lo que se solía llamar humanismo me parece pseudo-ciencia social con otro nombre, estilo porque-yo-lo-valgo-que-soy-un-intelectual-y-mis-especulaciones-gratuitas-son-oro..
Anda, me acabo de dar cuenta releyendo lo anterior de por qué no me gusta: por pretencioso.
Quizá sea injusta, pero es lo que siento.
En realidad, el humanismo no es pseudo-ciencia, es ideología. Eso no es malo, pero para mi no tiene más valor que cualquier creencia u opinión, y no me gusta que me lo vendan como otra cosa: eso es propio de dogmáticos.
No te preocupes, a mi el rollo «que mala es la ciencia» también me machaca. Culpabilizar a las cosas en vez de a las personas (y a su caracter) significa falta de autocrítica: no me gusta cuando se hace con las ideas religiosas o políticas, imagina cuando se hace con la ciencia.
De todos modos, los racistas son también injustos a la hora de juzgar a las personas, pero es «lo que sienten». Así que dejaré mi valoración de Saramago cuando lo estudie con más profundidad, cosa que será dentro de bastante, pues no es algo que me quite el sueño, la verdad.
Bueno, no era Hitchens ni Dawkins, cierto… supongo que el artículo sí puede verse como lo haces tú. Quizá a mi me molesta en exceso que percibo como una trampa retórica, porque aunque es cierto lo que dices en tu primer párrafo, el efecto en el lector es ligar las barbaridades con las que empieza su artículo a la religión…
Personalmente creo que estas demasiado condicionado al hecho de que Saramago siempre te ha parecido un «antireligioso». Y nunca es bueno caer en esteriotipos, se lo dije a Aloe en su momento y te lo digo a tí. Pero no voy a discutir más del tema porque no hay más que cuerda que darle.
Hablando de Aloe, ya la echaba de menos, ha estado tantos días en mutis que ya temía porque no volviera, la verdad.
Yo creo que entre otras cosas está muy claro que la relación de Pi con Richard Parquer es la relación consigo mismo y con su ego o personalidad, eso se ve en varios momentos de la película pero queda muy claro al final cuando el cuenta «la verdadera historia», a mi me pareció una obra de arte y me dió ganas de leer el libro.
Buenas
Hoy he visto La vida de Pi. Cuando escribí mis comentarios al principio no la había visto, pero eso no les resta validez.
Y hoy, cuando he visto el texto y el contexto del «and so goes it with God», me gustaría intercambiar un par de comentarios con Pseudópodo y quizá le interese a Eulez.
A diferencia de Eulez, pongamos que más que engaño, la versión alternativa a la cruda realidad puede ser una esquematización, una reescritura de la historia resaltando aquellos valores que hacen que la historia se entienda mejor; es más, imaginemos que esa reescritura se va perfilando a lo largo de los siglos y de la narración original está tan desordenada y adornada que es irreconocible, ¿sí?
En ese caso estaríamos ante una escritura mítica -con un transfondo histórico, sí, pero tan desdibujado que parece irreal, que mirado al trasluz de la ciencia es falso e irrepetible-. Esa escritura resulta pues en un mito cuyos mínimos (como el mínimo común múltiplo) son válidos a lo largo del tiempo y como el MCM amplifican aquellos valores que dieron pie a la historia original, la que merecía la pena ser narrada -y por ello, repetida- (este párrafo es síntesis de la idea original de J. González Requena que explica en varios libros).
Hasta ahí de acuerdo.
Ahora la cuestión es que en La vida de Pi plantean que la historia real es demasiado dura y poco edificante, es decir, no merece la pena revivirla y narrarla repetidamente, porque no sólo no es deseable (ni los sucesos acontecidos, ni cómo se desenvolvió el protagonista), y por eso ha de ser reescrita.
Y ¿…so goes it with God? Me parece que no. Me parece que la historia real del mito que llamamos Dios se sitúa en otro orden (por no alargarme, leer el artículo «Dios» de http://www.tramayfondo.com/revista-historico.php#revista27).
Y por eso, porque se trata de algo que en su origen sí merece la pena ser contado, hay gente que repetidamente muere por sostener ese relato, sea la Biblia o cualquier otro texto tenido como sagrado.
La cuestión es que a la luz de la ciencia, de la historia, es posible llegar a dilucidar qué había en origen y qué, por tanto, se sostiene sobre esos relatos míticos.
Porque a mí, con La vida de Pi, me ha quedado la sensación de que quien ha financiado esta película -y las otras a las que me refería en mis comentarios iniciales- sabe de sobra (porque la conoce) que no es bueno contar la historia original que ha dado pie a este otro relato mítico (como dice Pseudópodo, bastante cristiano en el fondo).
saludos
Josele, ahora me pilla descolocado esto, pero ya sabes que es un interés permanente, así que volveré a él. Y tengo que leer ese artículo de Gonzalez Requena.