[50 libros] #50 Las brujas y su mundo, de Julio Caro Baroja

Debí empezar este libro cuando estaba en COU, pero lo abandoné pronto. Más tarde oí hablar de Julio Caro Baroja con devoción en la universidad (¡a mi profesor de Relatividad General!: entonces no había llegado Bolonia y podían pasar estas cosas). Lo vi después en una conferencia en Madrid, cuando yo hacía la tesis. Y hace cosa de 5 años compré por fin este libro, en una carísima edición especial de la Biblioteca 30 Aniversario de Alianza Editorial. Ya iba siendo hora de que lo leyera…

Lo que me ha dado el empujoncito ha sido la lectura de Realidad Daimónica, de Patrick Harpur. Él habla sobre todo de apariciones y visiones (ovnis, hadas, fantasmas…) tema que sin duda tiene afinidad con el de las brujas, pero también claras diferencias (se supone que las brujas son personas de carne y hueso, por más que realicen actividades, digamos, extrañas).

Caro Baroja no dice mucho sobre la relación entre estos dos tipos de fenómenos, pero sí señala el parentesco entre las brujas “canónicas” de nuestra tradición y las hechiceras de la Antigüedad. En Grecia y Roma la magia, utilizada con fines benéficos, se consideraba lícita y estaba incluso institucionalizada. Caro Baroja resalta que formaba un todo integrado con la religión: ambas pertenecían a una esfera numinosa paralela a la del mundo natural, y que podía operar sobre él. Pero había también una magia maléfica, amparada por divinidades asociadas a la noche, como Diana, Selene o Hécate, en la literatura clásica aparece, con caracteres muy bien definidos, la figura de la hechicera.

Era una figura, de todos modos, más parecida a la Celestina que a la bruja adoradora del diablo. Aunque el cristianismo asimiló los antiguos dioses a demonios, tardó mucho en cuajar esa imagen. En toda la primera Edad Media, la doctrina sostenida generalmente por la Iglesia era la de tesis de San Agustín: que los hechos que se atribuían a las brujas no eran reales, sino resultado de un “ensueño imaginativo” (que, eso sí, pudiera estar inspirado por el diablo).

Hacia el siglo XIII, sin embargo, se produce un giro. La autoridad de Santo Tomás sucede a la de San Agustín; se consideran reales las actividades de brujería, y es ahora cuando comienzan en serio las persecuciones. Esta época dura hasta principios del siglo XVII cuando en las clases cultas de Europa se produce un nuevo cambio en el sistema de pensamiento que acaba de raíz con las concepciones mágicas.

De modo que en contra de lo que suele creerse, las brujas y su persecución no son un fenómeno característico de la “tenebrosa edad media”, sino de periodos en teoría más luminosos: su apogeo se da en pleno Renacimiento. Otro tópico que desmonta Caro Baroja es el de la crueldad de la Inquisición. En realidad, cuando los tribunales civiles actuaron por su cuenta, fueron casi siempre más fanáticos y menos escrupulosos con las declaraciones y las pruebas. Esto no significa, claro está, que los tribunales de la Inquisición pudieran compararse a los actuales, pero hubo casos modélicos, como el del inquisidor D. Alonso de Salazar y Frías. Miembro del tribunal que condenó en 1610 a las brujas de Zugarramurdi (con su voto en contra) se pasó luego mucho tiempo revisando el caso, entrevistando a más de mil personas, y llegó a la conclusión de que todo habían sido embustes, perjurios y fantasías: “tengo por muy más que cierto que no ha pasado real y corporalmente ninguno de los actos deducidos o testificados en este negocio”.

Las brujas y su mundo es el libro de un humanista que desconfía de las grandes teorías y de los tópicos, y que prefiere atenerse a lo que sabe de verdad y que, muchas veces, ha investigado por sí mismo. Caro Baroja escribe bien pero (supongo que es el modelo de su tío) de un modo un tanto descuidado. Vendría bien alguna recapitulación y poner más énfasis en las ideas principales. Por otra parte, creo que en el fenómeno de la brujería entren en juego bastantes elementos que aquí se tratan poco o nada: la relación con todo el mundo daimónico de visiones y apariciones; la dinámica de los rumores y de la histeria colectiva; lo problemático que resulta, cuando están en juego paradigmas diferentes, distinguir entre “real” e “imaginario”; con qué mecanismos van cambiando las creencias y la visión del mundo… es una lástima que apenas se diga nada de todo esto.

Aún así, creo que sería injusto criticar a Caro Baroja por estas carencias: bastante mérito tuvo escribir este libro en la España de 1961, sin ningún respaldo académico, trabajando en la casa su familia y comprándose él los libros…

NOTA: Es bien curioso que la wikipedia en inglés dedique un largo artículo a D. Alonso de Salazar mientras que no hay nada en la española. Nos podemos consolar con este artículo del Diario de Burgos

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9 respuestas a [50 libros] #50 Las brujas y su mundo, de Julio Caro Baroja

  1. Clodoveo11 dijo:

    Si quieres un libro interesante sobre las brujas y el origen de su manía tienes el Vacas, Cerdos, Guerras y Brujas de Marvin Harris. Me parece una de las explicaciones más certeras sobre la epidemia brujeril del XVI-XVII y su importancia para uniformizar el pensamiento de la época.

    A ver si este año me leo el de Caro Baroja. Feliz año, aunque sea con retraso, Pseudópodo.

  2. pseudópodo dijo:

    Clodoveo, ¡cómo no me había acordado de ese libro! Si fue uno de los que más me marcó hace muchos años… ahora tengo que repasar lo que decía de las brujas. Gracias y feliz 2013…

  3. Mouguias dijo:

    Olvídate de Marvin Harris, si te interesa el tema tienes que leerte «Historia Nocturna» de Carlo Ginzburg. Entre otras cosas, Ginzburg distingue muy bien las hechiceras, personajes urbanos que elaboran pociones, y las brujas, las que vivían en el campo, celebraban asambleas y viajaban al mundo de los espíritus. Algunos de los procesos inquisitoriales que estudia el libro son verdaderas enciclopedias de la religión pagana que pervivía en las aldeas de Europa Central y Escocia. Ginzburg, partiendo de estos testimonios, rastrea los viajes espirituales de las brujas hasta los chamanes de Siberia y de los países bálticos. En Wikipedia hay un resumen bastante completo: http://en.wikipedia.org/wiki/The_Night_Battles
    Me encanta Julio Caro Baroja, me he leído el del Carnaval y éste, así como «Ritos y Mitos Equívocos». Ese hombre tenía una erudición y una capacidad de síntesis admirables.
    La distinción entre la religiosidad medieval y lo que vino después, la modernidad, es la misma que hace Karen Armstrong: los medievales tenían una idea mucho más profunda y mucho más sutil de Dios, fueron los modernos los que simplificaron la religión y comenzaron a interpretar literalmente la Biblia.
    ¿Qué opinas de la conclusión del libro, cuando Caro Baroja dice que fue la risa, la sátira, la que terminó con la credulidad de los cazabrujas antes que los tratados más sesudos?

  4. pseudópodo dijo:

    Mouguias, un placer leerte de nuevo por aquí. Quiero echar un vistazo a Marvin Harris entre otras cosas porque es un libro que me impresionó mucho en su día, pero curiosamente había olvidado por completo que trataba de las brujas (¡y eso que está en el título!) y que incluso hay dos capítulos dedicados al cristianismo… El libro de Ginzburg lo tengo y sí tenía intención de leerlo, precisamente tenía curiosidad por leer un estudio más actual que el de Caro Baroja (y de Ginzburg he leído El queso y los gusanos, que me encantó, por no mencionar que es hijo de mi admirada Natalia…).

    No había caído en el paralelismo con lo que dice Armstrong, pero sí encaja: en la edad moderna se pasa a una mentalidad literalista que es empobrecedora en todo lo relativo a la esfera del sentido (el mito y la religión). No sé si has leído a Harpur, pero carga muy a menudo contra el “literalismo” contemporáneo que, en su opinión, empobrece mucho nuestra visión del mundo y no nos permite entender a otras culturas y otras épocas.

    No sé si Caro Baroja tiene razón en esa conclusión… es sugerente, pero no sé lo suficiente para darle la razón. Tampoco me extrañaría, porque creo que los razonamientos “científicos” no han convencido nunca a nadie de que cambie su visión del mundo, y son mucho más eficaces las presiones sociales, una de ellas, de las más poderosas, el ridículo…

  5. Mouguias dijo:

    Un placer encontrar un tema en el que puedo aportar algo 😉
    ¿Recuerdas lo que dijo Mark Twain? «Humanity has unquestionably one really effective weapon—laughter. Power, money, persuasion, supplication, persecution—these can lift at a colossal humbug—push it a little—weaken it a little, century by century; but only laughter can blow it to rags and atoms at a blast. Against the assault of laughter nothing can stand.»
    Harpur, ¿Eh? Acabo de echarle un vistazo a la reseña y tiene buena pinta, lo apunto. He estado leyendo «The Secret Life of Puppets» de Victoria Nelson, donde dice que la espiritualidad reprimida de nuestra época aflora en donde menos te lo esperas: películas de terror, literatura fantástica, la sacralización del arte etc etc. Es un libro duro de leer pero muy interesante, Nelson no se deja impresionar por la supuesta marcha imparable del progreso y afirma que las corrientes espirituales van por ciclos, y que tarde o temprano volveremos al punto donde estábamos cuando el Cristianismo se puso de moda.

    • pseudópodo dijo:

      He puesto un enlace al libro de Victoria Nelson, no lo conocía. Lo que dice Harpur tiene relación con esto: él interpreta los ovnis, por ejemplo, como una manifestación de esa realidad daimónica que cuando se intenta suprimir por un lado aflora por otro… De todos modos, te recomiendo mejor El fuego secreto de los filósofos. No tiene una relación tan directa con este tema, pero creo que es más completo y está aún mejor escrito.

      ¡Qué razón tenía Mark Twain…! No hay más que ver el daño que pude hacer a un niño que se rían de él… y todos somos niños en el fondo.

  6. Mouguias dijo:

    Ah! Respecto a las brujas, conozco una leyenda muy curiosa en el Occidente de Asturias, recogida en una fuente del siglo XVI-XVII. La leyenda menciona una asamblea nocturna en lo alto de un monte, bastante parecida a las que recogían los inquisidores del libro de Ginzburg. Lo gracioso es que el caso no terminó en proceso y hoguera, todo lo contrario… Se interpretó como un milagro y se fundó un santuario dedicado a la Virgen en el lugar!! Nuestra Señora del Acebo, se llama.

  7. eduardo grijalva dijo:

    Se suede conseguir tuna edition digital gratuita de los libros Que mencionas?

  8. Gabriela Martinez dijo:

    mil gracias, estoy haciendo una monografía sobre la persecución a las brujas y todos sus comentarios y referencias me han sido de mucha utilidad. El primer libro que tengo como referencia es el de Carlo Ginzburg que es maravilloso

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