Qué me está interesando estos días de Semana Santa

Seamos sinceros: a lo que me estoy dedicando es a ordenar la casa y a recomponer una vida cotidiana que llevaba varios meses bajo mínimos, asfixiada por un trabajo que se expandía semana tras semana hasta ocupar todo el volumen disponible.

Pero si hablo de lo que, además de importarme a mí, puede interesarles a ustedes, da la casualidad de que tengo tres sugerencias muy apropiadas para este tiempo de Semana Santa.

Impenitente, de Francis Spufford

Spufford_Impenitente¿Un libro de apologética con palabrotas?¿Una defensa del cristianismo elogiada por el New York Times?¿Y publicada en España en una selecta editorial del mainstream cultural en lugar de en el gueto de Sal Terrae o Verbo Divino?

Impenitente (Unapologetic) debe ser un libro singular… y lo es.  Aquí  tienen el principio:

Mi hija acaba de cumplir seis años. En algún momento del año que viene descubrirá que sus padres son raros. Son raros porque van a la iglesia. Esto quiere decir que según vaya creciendo cada vez más voces le dirán qué significa eso, y se lo dirán cada vez más fuerte, y cuando llegue a la adolescencia se lo gritarán en el oído. Quiere decir que creemos en absurdeces de la Edad del Bronce. Quiere decir que no creemos en los dinosaurios. Quiere decir que somos dogmáticos. Que nos sentimos moralmente superiores. Que somos fetichistas del dolor y el sufrimiento. Que defendemos un buenismo insípido. Que prometemos un paraíso en el cielo a los oprimidos.

And so on, dos páginas enteras de “ques…” que terminan así:

Pero, mira tú por dónde, estas no son las malas noticias. No son más que las objeciones de gente a quien la religión le interesa lo suficiente para buscar objeciones serias o para tomar prestada una colección de objeciones recreativas de Richard Dawkins o Christopher Hitchens.(…)

No: el mensaje de verdad doloroso que recibirá nuestra hija es que somos un incordio. Para la mayoría de los que no son nuevos ateos o viejos ateos y no sienten ninguna pasión por el asunto, ni negativa ni positiva, los creyentes no somos raros porque seamos malvados. Somos raros porque somos inexplicables, porque no habiendo ninguna necesidad, tal como puede ver cualquiera con dos dedos de frente, nos comprometemos con una serie de costumbres incómodas y absurdas que desentonan con el fondo de la vida moderna, que llaman demasiado la atención, y no precisamente por su importancia o sus principios o porque merezcan respeto, sino más bien como esas personas que se visten de una forma horrenda y nos hacen parpadear, mirar a otro lado y preguntarnos si la persona en cuestión tendrá alguna deficiencia cerebral. Los creyentes son gente con el pelo cortado a tazón que lleva anorak en agosto y usa jerséis de lana de color vómito hechos a mano. O, pasando de la metáfora de la indumentaria al terreno de los elementos conductuales en los que en realidad se basan nuestros juicios, los creyentes son gente que intenta incluir a Jesús en la conversación en medio de una fiesta; gente que no sabe dónde meterse y que daría lo que fuera por portarse como seres humanos normales; gente siempre empeñada en crear un silencio solemne que invita a eructar o a tirarse un pedo, a un poco de subversión. Los creyentes somos gente que, las raras veces que alguien no tiene más remedio que escucharnos, por ejemplo en una boda o un funeral, aprovechamos la ocasión para derramar en los oídos ajenos el remedo de una ingenua función navideña de colegiales. Y además de ser infantiles y rastreros y solemnes y torpes, nos asociamos voluntariamente con una ortodoxia casposa y pasada de moda, con una Autoridad que ha perdido toda su autoridad. No hay nada tan triste –desde el punto de visto del estilo– como el gusto que predominaba antesdeayer.

No sé si una diatriba como esta les da ganas de leer el libro (pueden continuar aquí) o de salir corriendo. A mí, que no lo conocía de nada, me bastó para comprarlo inmediatamente.  Ahora que me queda poco para terminarlo, ¿cuál es mi opinión? Como diría Fermat, la respuesta es demasiado larga para caber en este margen. Sólo tres palabras: merece la pena.

La gran alianza, de Jonathan Sacks

Sacks_LaGranAlianzaOtra defensa de la fe escrita por un británico de Oxbridge, pero en algunos aspectos diametralmente opuesta a la de Spufford. Lo de Sacks no es un panfleto sino un ensayo mesurado y racional, con 20 páginas de bibliografía y más aún de referencias, aunque muy ameno y más fácil de leer que la prosa torrencial de Spufford. Sin una sola palabrota, por supuesto, como corresponde a un miembro de la cámara de los Lores que es nada menos que el Rabí Jefe Emérito de las Congregaciones Hebreas Unidas de la Comonwealth (Wikipedia dixit: sea lo que sea, parece bastante impresionante).

Sacks, a diferencia de Spufford, no pretende hacer una “defensa emocional de la fe” sino defender la compatibilidad de Ciencia y Religión, como dos puntos de vista válidos, complementarios, y necesarios si queremos tener una visión binocular de la realidad: la Gran Alianza a la que se refiere el título. No es ni el segundo ni el tercer libro que leo con ese argumento, así que no me entusiasmó demasiado cuando me lo regalaron. Pero ahora, metido ya en su lectura, me está sorprendiendo favorablemente. Aunque el énfasis de Sacks está en el sustrato común las tres religiones abrahámicas, su punto de vista judío le da un matiz de novedad y frescura para mí. Tiene además un don para la claridad: es un filósofo extremadamente cortés. Y resulta que lo que dice me resulta muy cercano. Modestia aparte: creo que Sacks no está muy lejos de mis Theological Investigations.

Calvary, de John Michael McDonagh

Y finalmente una película. He hablado muy poco de cine en este blog, y no porque no me guste (me gusta mucho) sino porque tengo muy mala memoria para los argumentos, y al final lo que me queda de una película, olvidados en seguida todos los incidentes de la historia, es una sensación difusa que es difícil de comunicar y probablemente no diga nada a nadie más que a mí.

Con Calvary es distinto porque la he visto hace tres días, y porque, además, no voy a contar nada de la historia (sería inevitablemente hacer un spoiler). Calvario -no sé por qué no han traducido el título, que es singularmente apropiado- es una película irlandesa, de bajo presupuesto, con un protagonista para mi desconocido y que llena la pantalla durante cien minutos. Después de verla he leído bastantes críticas, y veo que encuentran en ella muchas cosas: dicen que es una comedia negra o que tiene rasgos de película de misterio, buscan afinidades con Tarantino o Hitchcock… El director la ha definido, sin duda un poco en broma, como “basically Bresson’s ‘Diary of a Country Priest’ with a few gags thrown in”.

Para mí, por debajo de muchas cosas interesantes pero a la postre superficiales, Calvary es una meditación sobre el pecado y sobre la virtud. En especial, sobre la virtud que más importante le parece al protagonista: el perdón. Una meditación intensa, ácida y sincera, que te deja tocado, que no se olvida al día siguiente. Una película que debería ver todo cristiano… y también todo ateo

Vayan a ver Calvary y no lean antes a los críticos. Y mejor, tampoco vean los trailers: déjense sorprender.

* * *

Postdata: Decía arriba que ahora estaba ocupado recomponiendo la vida cotidiana. También tengo que recomponer la vida del blog. Espero, poco a poco, ir haciendo los deberes.

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20 respuestas a Qué me está interesando estos días de Semana Santa

  1. ¿A qué esperas para debutar en Twitter, Pseudópodo? Te echamos de menos allí 🙂

  2. Epicureo dijo:

    Encantado de leerte de nuevo, Pseudópodo.

    Me ha llamado la atención lo de Spufford porque es el autor de un libro que estoy leyendo, «Red Plenty» («Abundancia roja» en España) y que me parece maravilloso.

    Los párrafos que reproducen, al principio, me parecieron caricaturas, hombres de paja. Pero pensándolo bien, con alguna exageración humorística, no está lejos de lo que muchos ateos pensamos cuando vemos un cristiano practicante, aunque queramos ser tolerantes. Es buen principio.

    Gracias a Google leo que este ensayo ha tenido críticas durísimas… por parte de algunos cristianos, que lo consideran acomodaticio, relativista, idólatra, blasfemo, peligroso, «suciedad indecible» y tal, porque se burla de los que creen en la verdad literal del Génesis y odian a los gays, y encima dice palabrotas. La crítica:

    Unapologetically Unimpressed by Francis Spufford’s «Unapologetic» (Part 1)

    Unapologetically Unimpressed by Francis Spufford’s «Unapologetic» (Part 2)

    Y la muy buena respuesta de Spufford:

    • bloodykefka dijo:

      ¿ahora los fanáticos religiosos usan también eso de «acomodacionista» como insulto? Pufff, Dios los cría y ellos se juntan.

  3. Frenzo dijo:

    Calvario es una película rara y muy interesante. A Brendan Gleeson lo recuerdo muy bien de «Gangs of New York», donde compuso el memorable personaje del loco del garrote. En su momento, cuando se estrenó la película, se habló bastante de la conexión borgeana con las pandillas de Nueva York y el pacificador Monk, porque el primer escrito publicado de Borges trataba justamente de esos temas ( http://elpais.com/diario/2003/03/15/babelia/1047688753_850215.html ).

  4. Frenzo dijo:

    Ah, recién me acuerdo de otra excelente película con Gleeson: «Escondidos en Brujas», muy recomendable también.

  5. Ana Márquez dijo:

    Ah, pues tomo nota de los títulos, aunque los libros tendré que colocarlos bien ordenaditos en mi desordenada lista de espera, ya que ando últimamente algo atragantada con este tipo de temáticas. Sigo leyendo «60 preguntas sobre Ciencia y Fe», firmado, como usted sabe, por 26 autores, y «El dios de los ateos» de Carlos A. Marmelada, del que, dicho sea de paso, no estoy entendiendo una papa. La culpa seguramente no es del libro sino de la lectora. Es muy denso para abarcar con mis limitados recursos intelectuales. También ando enredada con «Y de repente, Teresa», de Jesús Sánchez Adalid… Llevo casi doscientas páginas y Teresa (de Jesús) aún no ha aparecido ni de repente ni poco a poco. Ya empiezo a perder la esperanza de que lo que haga. Salvada esta pega, he de decir que el autor hace una exhaustiva semblanza de la España del s. XVI, con todas sus intrigas palaciegas y sus oscuridades eclesiásticas, y con un lenguaje que imita (el algunos pasajes de forma voluntariamente cómica) el castellano antiguo, muy apropiado al tema que trata.

    Ni que decir tiene que le echábamos a usted de menos, don Pseudo, le deseo una tranquila, reflexiva y calma semana santa, a pesar de los quehaceres domésticos. Lo mismo deseo a todos los compas comentaristas 🙂 Un abrazo fuerte.

    (Por cierto, soy Ana, la «Ana» que solía firmar sus comentarios con ese nombre. No sé si he metido la pata de algún modo y me has denegado el derecho a comentar (:-((( (si es así, pido disculpas) o me lo está denegando WordPress, ya en otro blog amigo he tenido problemas también porque mis comentarios pasaban directamente a spam. En fin, que por esa razón lo intento ahora con mi cuenta de Facebook, a ver qué pasa. Renuevo mis abrazos).

  6. bloodykefka dijo:

    Joer, demasiada apologética, pero me los debería anotar igualmente. De todos modos ahora no es que tenga mucho tiempo precisamente. Me requieren asuntos más mundanos como el trabajo y los estudios XD

    Debería hacerme una lista con los libros de Pseudópodo, la verdad XD

  7. triglifo dijo:

    Pues debo decir que el «gancho» del primer libro me ha parecido muy original e inteligente. Ignoro hacia qué aguas me llevará, o si acabará en decepción o no, pero…sí, dan ganas de leerlo.
    Del segundo, aunque el tema quizá está más manido , me gusta lo de que el escritor «Tiene además un don para la claridad: es un filósofo extremadamente cortés». El caso es que tengo debilidad por los filósofos extremadamente corteses…

    Saludos.

  8. Epicureo dijo:

    Por desgracia la mayoría de los filósofos son unos antipáticos desconsiderados, especialmente los del continente europeo (el nazi Heidegger es seguramente el campeón mundial de descortesía filosófica). En los países anglosajones es más fácil encontrar filósofos corteses, como mi favorito entre los vivos, Daniel Dennett, y por supuesto Bertrand Russell, que por algo ganó el Nobel de literatura.

    • bloodykefka dijo:

      Por eso Dennet me cae mejor que el resto de los Jinetes, mientras los otros parecen que buscan despotricar contra todo lo que no sea naturalismo para fomentarlo, de él siempre me ha dado la sensación de que lo enfoca del modo opuesto: dando argumentos que lo apoyen. Creo que es mucho más interesante, se esté de acuerdo o no.

  9. pseudópodo dijo:

    Pues gracias a todos por estar ahí después de tantos meses… y perdón por no haber contestado antes: todavía hay sitios en los que se puede desconectar de internet (si tienes un teléfono tan poco Smart como el mío) y hasta ayer estuve desconectado.

    Epicureo, qué casualidad lo de “Abundancia Roja”. Yo lo descubrí hace nada, de hecho cuando me puse a escribir el post y a buscar información sobre Spufford. Tiene unas críticas muy buenas, y si me dices que “maravilloso” ya es motivo para leerlo. Lo de las críticas que enlazas no me extraña, los extremos se tocan, y si asoma la religión, más. Esta semana vi con la familia, de pura casualidad “La espina de Dios”, una película de la que no había oído hablar y que es insólita porque es española, de este año, y trata la vida de Jesús (no parece un tema apasionante: estábamos solos en el cine). Luego he mirado las críticas de la gente en Film Afinity y Sensacine y parece que había parecido por igual horrenda a los ateos militantes y a los cristianos fundamentalistas (a mí me pareció que, sin llegar a ser «El Evangelio según San Mateo» de Pasolini, tenía su mérito).

    Frenzo, siempre aprendo algo contigo: no tenía ni idea de esa conexión entre Borges (leí hace mucho ese cuento) y Gangs of New York (no he visto la película). De “Escondidos en Brujas” he sabido ahora, porque por lo visto es del hermano de Martin McDonagh, hermano del director de Calvary, John Michael.

    Ana, no sé que pueda pasar para que no saliera tu comentario. Acabo de ver que wordpress lo metió en el spam. Si te pasa más veces dímelo, e intentaré averiguar por qué. El libro de “60 preguntas” lo tengo y he leído unas cuantas; como suele pasar cuando son muchos autores, es un tanto irregular, pero algunos capítulos son muy buenos (por ejemplo el de Fernando Sols (para quienes no tengan el libro, aquí hay una versión ampliada). Ya nos contarás, aquí o en tu blog, que te parecen al final los libros de Marmelada y de Sánchez Adalid.

    Triglifo, lo malo del libro de Spufford es que mantiene ese estilo torrencial casi todo el libro y uno necesita tomar un respiro si no quiere perder el resuello. También corres el riesgo de no entenderle a veces, o de pasar por alto la verdadera argumentación (que a veces tiene bastante profundidad), por la manera tan literaria en la que está contada. Pero merece la pena, decía; me gusta mucho su desenvoltura en una época en la que parece que un creyente tiene que pedir perdón por serlo y tener mucho cuidado de no ofender a nadie y es el ateo el que puede alardear de sus creencias. No es que Spufford alarde, tampoco, pero no pide perdón por ser creyente (de ahí lo de “unapologetic”) Me ha gustado también mucho un capítulo en el que consigue presentarte la pasión de Cristo como si fuera una historia nueva que nunca hubieras oído. En cuanto a Sacks, sigo avanzando en el libro y añado que, además de mantener la claridad, está lleno de ideas.

    Bloody, a mi esos asuntos me han tenido offline unos meses… pero estoy seguro de que por liado que estés seguiras comentando. En cuanto a los libros, hasta el fin del 2014 los tienes todos en “Lo que he leído”. Me dan ganas de ponerlos estrellitas; de momento en algunos he puesto un enlace.

    Pues eso, un placer para mi también volver a leeros…

    • pseudópodo dijo:

      Vaya, se me olvidó responder a Nicolás Fabelo: ¡gracias por echarme de menos en Twitter! Me da mucha pereza, la verdad. Cada vez soy más desconfiado de las distracciones y conociéndome creo que Twitter saturaría mi ancho de banda. Pero no lo descarto del todo.

    • bloodykefka dijo:

      «Bloody, a mi esos asuntos me han tenido offline unos meses… pero estoy seguro de que por liado que estés seguiras comentando.»

      Lo cual no se si lo dices como algo bueno o malo, jajajaja.

  10. Vaya…me alegro de que finalmente te hayas decidido a volver a escribir por aquí.

    Creo que a algunos tu vuelta les ha pillado desprevenidos, supongo que también por esa absurda tendencia de los gigantes de Internet por cargarse los lectores de Feeds RSS.

    Espero que no pase mucho tiempo para leer algo nuevo tuyo en el blog, yo ya creía que esa peculiar dieta de Internet tuya te había llevado a la anorexia o la inanición directamente.

    Saludos, y gracias por las recomendaciones.

  11. Ana dijo:

    Probando, probando… 🙂 A ver si consigo entrar con mi cuenta de siempre, que ya estoy harta de meter a facebook y de que facebook me meta en todas partes.

    Feliz Pascua, don Pseudo y compañía 🙂

  12. pseudópodo dijo:

    Gracias, Ana. Parece que WordPress te admite de nuevo, menos mal…

    Antonio, gracias por seguir por aquí. Lo de los lectores de Feeds es verdad, yo era un adicto a Google Reader y me molestó mucho que lo cerraran. Luego usé Feedly, que no está mal, pero últimamente, en consonancia con mi dieta, lo tengo abandonado y sólo miro cuatro o cinco blogs yendo directamente a la url. Como este no es precisamente un blog de actualidad, los adictos seguro que acaban cayendo por aquí y no se van a perder demasiado…

    Bloody, tómatelo como un elogio 🙂

  13. MarianoS dijo:

    Pseudópodo, he celebrado tu esperado retorno siguiendo tu invitación a ver Calvary.

    Lo hice sin leer antes ninguna crítica. Desde la impactante primera escena la película tiene una rara autenticidad, tratando de un tema que en otras manos podría haber sido un simple y lamentable panfleto. Luego he leído varias críticas y en algunos casos, algo desconcertado, me he preguntado si acaso el crítico y yo hemos visto la misma película.

    En algunos aspectos tiene violencia, terrible pero soterrada en su mayor parte, aunque yo no aprecio afinidad con Tarantino (o muy superficial en cualquier caso), ni creo que sea una comedia negra (pero ¿cómo es posible siquiera calificarla de comedia?), ni que sea un asunto de humor, cosas que en algunas críticas parecen resaltarse como si fueran las fundamentales. Por el contrario, me pareció que está llena de claves simbólicas, intencionadas aunque planteadas algo elípticamente para que tengamos que repensar la película para desvelarlas. A lo largo de las 2 horas (o la semana) el protagonista trata con 12 personas, que en conjunto dan una radiografía amplia y descarnada de nuestra sociedad. Y es lo suficientemente sincero consigo mismo como para reconocer que en muchos casos simplemente no tiene respuestas las dudas de sus interlocutores. Lo que contrasta con los pocos personajes que dan un contrapunto estereotipado o simplemente de distanciamiento, que transmiten la visión ‘oficial’. Me pareció ver más claves (no se si reales o solamente imaginadas por mí), pero no quiero caer en spoilers.

    Calvary es una película tras la que quedas tocado, como dice Boyero, con el que esta vez estoy de acuerdo. Y es cierto como dices que varios días después sigues dándole vueltas. Así que gracias por tu recomendación, a la que me uno. Véanla.

  14. pseudópodo dijo:

    MarianoS, me alegro de leerte, de que te animaras a ver Calvary, y más todavía de que te gustara (también fue loiayirga y también le gustó: este post ya ha servido para algo). Coincido totalmente contigo: creo que muchas críticas no se han olido de qué va la película, o se han fijado en cosas muy tangenciales. Yo también creo que hay muchas claves simbólicas, y que el propio título invita a ver la película así. Es un camino al Calvario, y la propia estructura narrativa de la película, planteada como una serie de encuentros cercanos con personas concretas, me recordaba a la del evangelio. Pero mejor no hago spoilers yo tampoco…

    • pqs dijo:

      SPOILERS

      Yo vi la película ayer. Al final lloré. Estoy muy impactado.

      Como vosotros, creo que la mayoría de críticos (incluso algunos católicos) no han entendido el simbolismo de la película, el paralelismo con cristo, la descripción de la violencia contra la Iglesia (ganada a pulso), la crítica a la propia Iglesia, pero el rol central que juega la fe.

      No es casual que el protagonista sea un cura viudo (casado) y de sesenta años, que el otro cura, el joven, sea ridículo, un contable de la fe (de ser real, ya sería obispo!), que el propio obispo sea también ridículo. Tampoco es casual que el personaje más optimista sea la francesa, la que tiene la fe más sólida, el inicio de conversión del rico (justo al final, en el acantilado), el sexo como refugio de los desheredados (el nuevo becerro de oro que llena el vacío que dejó la Iglesia con sus pecados). Tampoco es casual que se queme la iglesia (y que no veamos su reconstrucción, aunque se intuya). En resumen, nada es casual en el filme.

      Como más vueltas le doy mejor veo la red simbólica del film y más profunda vuelve su huella.

      Creo que lo mejor del filme es la capacidad que tiene al mismo tiempo de poner la fe en un lugar central, poniendo, a la vez, en primera línea, la situación catastrófica de la Iglesia.

      La única crítica que se le podría hacer es lo exagerado de los personajes, pero es necesario que lo sean, de la misma manera que el pintor fuerza las sombras y las luces, el guionista necesita exagerar. Es la manera de mostrarnos con toda la crudeza la violencia ambiente y el sufrimiento de los miembros de la Iglesia que han pagado por los grandes pecados de ésta.

      En resumen, gracias por la recomendación. Estoy en una fase de la vida en que casi no puedo ver cine y me alegra mucho haber visto este filme y no otro.

      (perdonad que mi comentario sea desordenado, lo estoy escribiendo rápido, no tengo más tiempo).

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