La ley de Sabato

Los comentarios en la prensa sobre Vainica Doble que mencionaba en el post anterior me han recordado lo que decía Sabato:

La fama la realizan sucesos contingentes o equivocados: Liszt se ha hecho famoso por su Rapsodia nº2; Einstein, por la frase “todo es relativo”, que jamás pronunció y que enérgicamente refuta; Baudelaire, por un título que parece prestado de Vargas Vila; Newton, por la caída de una manzana que parece no haber caído nunca.

(…) Son generalmente los defectos, los vicios, las tonterías, las vulgaridades y las frases que nunca dijeron lo que realza la celebridad de los grandes hombres.

(…) La gloria se equivoca casi siempre y rara vez se adquiere por motivos que podrían justificarla. En estos hombres, por ejemplo, la fama es merecida, pero sus causas son equivocadas. Excelentes personas se hacen la ilusión de tener un buen gusto literario porque leen a Proust, a Shakespeare, a Cervantes, pero a menudo sucede que lo que gustan de ellos no es otra cosa que sus defectos.

Ernesto Sabato, “Uno y el universo”

Es una gran verdad, y estaría bien que esta idea prendiera y que se hiciera famosa como la Ley de Sabato de la gloria. Y, ya puestos, el caso sería deliciosamente irónico  si la obra del físico escritor cayera en el olvido y sólo fuera recordado por estos párrafos… 😉

* * *

En realidad, estoy casi seguro de que alguien debió decir esto antes que Sabato, pero he preferido no buscarlo. No quería que se dejara de cumplir otra ley, afín a la de Sabato: la ley de Stigler de la eponimia, que afirma que «ningún descubrimiento científico lleva el nombre de sus descubridor original» (naturalmente, la ley no fue descubierta por Stigler, sino por  el sociólogo Robert K. Merton). Seguro que la ley de Stigler tiene excepciones, pero el número de casos en los que se aplica es impresionante: aquí tienen una lista.

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26 respuestas a La ley de Sabato

  1. Al hilo de tu post, este mío de hace tiempo: «Borges y el dudoso dictamen de la posteridad» http://picandovoy.blogspot.com.es/2014/01/borges-y-el-dudoso-dictamen-de-la.html ¡Un saludo, Pseudópodo!

  2. Director Wilkins dijo:

    Frank Zappa dijo en varias entrevistas: «El público aplaude por razones equivocadas», lo que me parece una idea bastante lúcida y atrevida para alguien con éxito en vida.

  3. Ana dijo:

    Cierto, Cervantes es famoso para muchos por haber escrito eso de «Ladran, Sancho, señal que cabalgamos…» Recuerdo que cuando leí el Quijote, hace ya muchos años, quedé desolada al comprobar que el buen hidalgo no dijo jamás esa frase que a mí, díscola, rebelde y anti-todo como era, tanto me fascinaba. En fin, el Tiempo guarda en su botiquín tiritas para estas pequeñas heridas que siempre acaban sanando 😉

    Disfrutado he, don Pseudo, con su entrada. Usted nunca nos defrauda. Un abrazo.

  4. Epicureo dijo:

    Qué alegría leerle de nuevo, don Pseudópodo. Sin yo saber, WordPress ha dejado de enviarme las nuevas entradas, así que me he enterado de esta porque mi también admirado Jesús Zamora Bonilla la ha twitteado. Por una vez, twitter sirve para algo más que perder el tiempo.

    Mi primera reacción al leerla ha sido gritar ¡elitistaaa! y decir que qué va, pero pensándomelo un poco, es la pura verdad. No faltan más ejemplos: notorio es el «y sin embargo se mueve» que no murmuró Galileo cuando no le condenaron a la hoguera. O los chistes «de Quevedo» que se contaban cuando yo era pequeño. Parece que, desde que los primeros humanos empezaron a contar historias, que sean verdaderas o relevantes no es tan importante como que sean memorables, divertidas o conmovedoras. Y, especialmente, breves.

    Aunque pensándolo bien, los protagonistas de estas historietas, al menos los que tienen fama perdurable, son grandes por motivos reales y serios. No tiene mucha gracia contar chismes o anécdotas de gente irrelevante. ¿O alguien me puede señalar un ejemplo de fama totalmente inmerecida que haya durado siglos? Que no sea de religión o nacionalismo, claro.

    Y cabe la posibilidad, siendo optimista, que una pequeñísima parte de los que oyen el cuento piensen en acercarse a la obra del autor de forma más directa. Incluso me permito dar un consejo a los que estén desarrollando una carrera científica o artística: además de trabajar duramente en lo suyo, dediquen un poco de tiempo a desarrollar alguna excentricidad chocante (sin pasarse) o tener alguna ocurrencia graciosa. Su carrera y su posible fama póstuma lo agradecerán.

  5. loiayirga dijo:

    muy graciosa esta entrada. Es todo el tiempo autoreferente.
    Es algo que siempre me ha atraído mucho. La paradoja del mentiroso me vuelve loco. Y la solución que dio Russell no vale para la vida cotidiana.

    No sería justo que Pseudópodo fuera recordado un día por haberle puesto nombre a la ley de Sábato. Tiene mayores motivos de gloria. Aunque si Pseudópodo es tan inteligente como parece… la fama debería importarle un pito.

  6. Alejo Urzass dijo:

    Tal cual, la Ley Don Pseudo, por la que alguien dice la profesión y ya sabemos su cociente de inteligencia.
    🙂

  7. pseudópodo dijo:

    Nicolás, gracias por el enlace, lo había leído en su momento. Es un buen ejemplo: el “poema” de Borges que citas es espeluznante, y me parece que también se lo han atribuido a García Márquez… pero es un poema estupendo para toda esa gente que dice Sabato, a la que lo que le gusta son los defectos de uno y otro…

    Director Wilkins y iago lópez, bienvenidos. No me extraña que dijera eso Frank Zappa, que era un tipo listísimo, y además, con una música que se prestaba mucho a ser admirada por lo que tenía de menos interesante (a ser tomada por rock duro, por ejemplo).

    Ana, ¿y qué me dices de “con la Iglesia hemos topado”, o “la del alba sería” (frase en la que falta el sujeto no por virguería estilística sino porque en la frase anterior había dicho “hora”…)

    Epicureo, espero que no le pase a mucha más gente eso con wordpress (a ver si es la razón por la que Gloria van Aerssen se ha quedado sin un solo pésame…). Con lo del elitismo pones el dedo en la llaga. ¿Quién dice cuales son “las razones equivocadas”? ¿No tiene la gente derecho a aplaudir cuando les da la gana, aunque Frank Zappa piense que ahí no toca? La cuestión tiene profundidad filosófica, y aunque en muchos casos hay una respuesta fácil (Zappa es el que sabe, porque es el autor; las historietas que tú pones como ejemplos son inventadas…) no es tan fácil eludirla en el caso general. Es una élite la que ha decidido que Cervantes o Liszt o Baudelaire merecen la gloria, pero en nuestra época democrática ¿cómo defendemos que esa élite tiene razón?¿cómo justificamos incluso que unos sean una élite y otros no?

    Yo creo firmemente que la calidad literaria o musical no la decide la mayoría, igual que no creo que la bondad de un acto o el acierto de una teoría se pueden decidir democráticamente, pero ya sabéis que soy platónico de corazón y defiendo eso de la objetividad de la belleza, la bondad y la verdad. Así que estoy de acuerdo con Sabato. pero ¿puede estar uno de acuerdo con él sin sostener algo parecido a ese platonismo? No es una pregunta retórica, yo diría que no, pero no lo sé.

    Por otra parte, esto de la fama equivocada tampoco es malo cien por cien, a veces es el señuelo con el que acabas descubriendo el mérito real… tomo nota de la idea de la “excentricidad chocante” (¿Cómo los pelos de Einstein, quizá?), aunque me pilla un poco viejo empezar ahora 🙂

    loiayirga, efectivamente: lo único que he añadido a Sabato es la autorreferencia que aquí es más traviesa que de costumbre porque ¿si se recordara a Sabato sólo por eso, sería señal de que lo que está diciendo es una tontería? (hay unos cuantos posts sobre autorreferencia aquí, uno del que estoy orgulloso es éste 😉 )

    Don Alejo, ¿no lo dirá por este viejo post? La verdad es que es de los que más éxito ha tenido, no sé que quiere eso decir…

  8. Alejo Urzass dijo:

    Efectivamente, y dudé entre quedarme con ése o el de la minería de apellidos 😉

  9. Mariano dijo:

    De hecho en alguna entrevista Borges se burlaba de cómo vendían a Sábato los editores, «el rival de Borges». Quizá Sábato sea recordado por eso, y sea esa su fama.:)

  10. triglifo dijo:

    Saludos, don Pseudo, me alegra que esté de vuelta por aquí.

    A mí lo de Sábato me parece un poco exagerado, no sé… Cuando dice que: «la fama la hacen sucesos contingentes o equivocados», no estaría muy de acuerdo, un poco en la línea de @Epicúreo. Creo que la mayoría de famosos de largo recorrido lo son justamente. Haydn o Beethoven fueron muy famosos ya en vida, y no por anécdotas (que las tienen), sino por su música. Aunque también es cierto que ya el propio Beethoven se desesperaba cuando la gente se emocionaba con algunas de sus piezas «menores» y en cambio se aburrían con algunos de sus complejos cuartetos.

    Seguramente lo resume aquella frase tan manida: «son todos los que están pero no están todos los que son». (¿Quién dijo esta frase? 🙂 )Lo deplorable aquí es que algunos que merecerían estar no estén por pasar muy desapercibidos o por no tener un repertorio suculento de anécdotas.

    Quizá habría que plantearse dos tipos de fama, la fama para el vulgo, para las masas, y la fama para el entendido (el elitista). Por ejemplo, y siguiendo con la música, sé que J.S.Bach pasó bastante desapercibido desde su muerte hasta su redescubrimiento en el siglo XIX. Bien, pues no es exactamente así, era un desconocido para la mayoría, pero entre los músicos entendidos era un genio al que estudiaban y veneraban. De la misma forma, a día de hoy, yo que soy un cateto en gastronomía, puedo pensar que F. Adriá es un «crack» porque sólo sé lo que veo en la tele y los medios, pero quizá los entendidos tengan una opinión diferente…

    Luego están los que disfrutan creando anécdotas, equívocos, espectáculo, para adquirir fama. Dalí fue un maestro en esto.

    O los que no eran muy famosos pero por algún suceso pasan a ser famosos, pero en sentido negativo. Qué mala fama le dio la película «Amadeus» al pobre Salieri…

    Mucho más grave es que gente que no se lo merece obtenga la fama. Se dice de inventores como Marconi, que no habría sido el primero en inventar la radio, aunque no sé si está confirmado ésto.

    Y desde luego la política, el poder, tiene mucho que ver en la selección de quién pasa la criba de la fama para determinado período histórico. Aún así, (no sé si es platonismo-pseudopodiano) me gusta pensar que «el que vale» acaba entrando en el Olimpo de la fama aunque sea muchas veces, por desgracia, post-mortem.

  11. Frenzo dijo:

    Es muy interesante, y está relacionado con el efecto Mateo.

    Para completar el eppur si muove que cita Epicureo, les dejo un párrafo de Los sonámbulos de Arthur Koestler, que siempre me pareció impactante porque resume en unas líneas varios tipos de malentendidos sobre Galileo:

    “La fama de su descollante genio descansa en descubrimientos que él nunca hizo y en hazañas que nunca llevó a cabo. Al contrario de lo que se publicó incluso recientemente, Galileo no inventó el telescopio, ni el microscopio, ni el termómetro, ni el reloj a péndulo. No descubrió la ley de inercia, ni los paralelogramos de fuerza o movimiento, ni las manchas solares. No hizo ninguna contribución a la teoría astronómica, no lanzó pesas desde la torre inclinada de Pisa y no probó la verdad del sistema copernicano. No fue torturado por la Inquisición, no languideció en sus mazmorras, no dijo “eppur si mouve” y no fue un mártir de la ciencia.”

    • Ana dijo:

      … Y mucho más, señor Frenzo, recomiendo a la concurrencia (perdón por la cacofonía) el libro «El caso Galileo. Mito y realidad» de M. Artigas y William R. Shea.

      Y, aunque no tenga nada que ver con Galileo, me acabo de acordar ahora de la celebérrima: «Llora como mujer lo que no supiste defender como un hombre»… Y es que citas y hechos apócrifos hay pa aburrir 🙂 De todas formas, convengo en que, si estas frases y hechos apócrifos sirivieron, al menos, para que el personal curioso decidiera leer el Quijote o la biografía de tal o cual eminencia histórica, con el fin de comprobar por sí mismos que tal cosa se dijo u ocurrió, pues sean bienvenidos. Igual de otra forma, muchos no se habrían lanzado a la aventura de conocer, ¿chi lo sa? Aunque es cierto que ahora con Internet, pueden salir de dudas sin necesidad de molestarse en leer ningún tocho… Lástima también 😦

      Saludos a todos, excelentes aportaciones como siempre.

  12. bloodykefka dijo:

    A mi me gustaría añadir una: la paradoja de Epicuro. El filósofo nunca la enunció y se le fue atribuída equivocadamente para desprestigiarlo. Creo que es un ejemplo de manual XD

  13. pseudópodo dijo:

    Bueno, don Alejo, del post de la minería de apellidos (toda una serie en realidad) estoy orgulloso, y mi trabajo me costó, no como la mayoría de los que están en la columna de “más vistos” (hay que ver cómo funcionan las listas, por cierto, los tres primeros son ahora Los 10 libros para leer antes de los 18, Los 10 mejores libros de ciencia y Un ranking de inteligencia por profesiones)

    Triglifo, la alegría es mutua… Yo creo que lo que pasa es que Sabato dice en realidad dos cosas. Una, que son los defectos y las tonterías las que realzan la celebridad de los grandes hombres. Eso creo que es muy cierto y está relacionado con la lógica del “meme”: anécdotas breves, fáciles de recordar, que se presentan en términos tópicos que todo el mundo entiende (por ejemplo, la presunta rivalidad Borges/Sabato, que menciona Mariano), frases sonoras (como las que traía Ana atribuidas a Cervantes), etc. Ciertamente estos “memes” tienen su valor publicitario para realzar la figura de los grandes y proporcionarles un gancho para el gran público (lo que hacían con Vainica Doble al vincularlas espuriamente con la movida)

    Luego Sabato dice también que “La gloria se equivoca casi siempre y rara vez se adquiere por motivos que podrían justificarla”. Esta es una afirmación mucho más fuerte y yo no la llamaría Ley de Sabato porque creo que no es cierta, de hecho estoy de acuerdo en que con la fama se cumple casi siempre que “son todos los que están pero no están todos los que son”. Como todo, hay excepciones (no sé si Marconi es un caso, no me he parado a buscarlo, pero ha habido más de un premio Nobel injusto).

    Hay otro aspecto interesante en esto, y es para “merecer” la fama no basta “haber hecho (o descubierto, inventado, etc) algo grande”, sino que eso tenga repercusión. Recuerdo que me llamó mucho la atención la idea cuando lo leí en Los Descubridores de Daniel Boorstin, que decía que sí, los vikingos habían llegado a América antes de Colón, pero que eso no tenía excesiva importancia porque su hazaña no tuvo repercusión. La de Colón sí: con él América se incorporó irreversiblemente al resto del mundo, así que es perfectamente justo decir que Colón descubrió América, y discutir si el mérito fue de Erik el Rojo es fijarse en una irrelevancia, y lo que indica es una falta de sentido histórico… Me pareció muy convincente.

    Frenzo, impagable el párrafo de Koestler; leí ese libro hace tiempo y me parece fan-tás-ti-co, lo mejor que se ha escrito sobre la revolución científica (por lo menos para el no especialista).

    Bloody, welcome back! No sabía que esto era la paradoja de Epicuro ¿sabes quién la planteó?

    Por cierto, se escribe Sabato y no Sábato, aunque la palabra sea esdrújula, porque es un apellido italiano. Yo tardé en darme cuenta, y la primera vez pensé que era una errata del libro 🙂 (hasta el Word da error si pones Sabato y no si pones Sábato).

    • bloodykefka dijo:

      Pues ahora mismo no lo recuerdo (aunque creo que no se tenía muy claro el autor), pero si que recuerdo que es anterior a él y en la Edad Media se la atribuyeron mal, como tantas otras cosas respecto al filósofo XD

  14. loiayirga dijo:

    Se aprende mucho en este blog. A mí me parece interesantísima la explicación de Daniel Boorstin que nos trae Pseudópodo. Y útil y fácil de explicar a mis alumnos de bachillerato.

    El gusto por las listas es natural. La gente necesita orientación. Yo necesito orientación. Y cuanto más contundente y redonda sea una lista más éxito tiene. «Los 10 mejores…». A mi lo que me cuesta más entender es que haya gente que se sienta con autoridad para hacer una lista de ese tipo. Es necesario o una falta absoluta de humildad o una gran confianza en la propia autoridad.

    Pseudópodo, y no quiero señalar a nadie. 🙂

    Por mi parte tengo que reconocer que siempre me gustaron las listas.
    Las listas y guapas.

  15. Epicureo dijo:

    Eso que comentáis de Boorstin y la «repercusión» es muy interesante. Descubrir algo tiene mérito, pero también tiene mérito conseguir que ese descubrimiento sea conocido, aceptado y desarrollado. Es difícil que los dos méritos coincidan en la misma persona. Es cierto que Galileo no descubrió ni perfeccionó el sistema heliocéntrico, pero sí fue el primero que lo describió de una forma polémica y legible; si no fue el primer científico, al menos debemos concederle que fue el primer divulgador. Por el contrario, Henry Cavendish, uno de los mejores experimentadores de la historia, se adelantó como un siglo a muchos descubrimientos de física y química, pero no tuvo repercusión porque, debido a su timidez, no se lo contó a nadie.

  16. Alejo Urzass dijo:

    Don Pseudo, quizá me haya explicado mal, puesto que no era mi intención restar validez a ninguno de los dos posteos mencionados, debe estar usted orgulloso de ambos, por supuesto, y creo también que no hay nada en este blog que pueda hacerse sin trabajo y sin una buena cabeza detrás. Los mencioné, efectivamente, por estar a menudo en esa lista de posteos más visitados, pero, además (y es lo importante), porque concitan respuestas de visitantes no habituales a la “parroquia”, lo que significa que su mensaje es más popular.

    Supongo que es algo que también interviene en el filtro de esa lista, pues no es lo mismo añadir 100 visitas de una sola IP (la de un parroquiano que sigue un tema caliente) que 100 visitas de 100 personas diferentes y nuevas. Éstas son las que “popularizan”.

    Mientras que para 25 parroquianos usted es un científico interesado por múltiples saberes con cierta inclinación a los temas metafíscos y religiosos, gran lector, devoto de Battiato, etc., para otros 1000 visitantes más o menos casuales y que le conocen algo menos, usted es un sociólogo especialista en apellidos y “famoso” por ello.

  17. loiayirga dijo:

    En Jot Down gustan mucho de las listas. Ahora una pequeña revista Smart Jot Down se vende con El País los primeros domingos de cada mes.
    Es elegante, sobria, en blanco y negro.
    Es seductora.
    Te hace sentir intelectual.
    En la de noviembre los 30 libros más ofensivos de la historia.
    El número 1 es La tabla rasa, de Pinker.
    Según Cristian Campos el libro ma´s importante publicado en los últimos 100 años.

  18. loiayirga dijo:

    HAy un artículo muy interesante de Iñigo Dominguez en el que explica cómo era vivir con miedo a ETA. Dice que salvo en los cuentos de F. Aramburu (que Pseudópodo ha recomendado) esto no se ha contado y habría que contarlo.

    También hay un artículín de SAvater en el que llora la muerte de su mujer.

    En fin. No sé realmente si la revista y lo que se cuenta en ella es muy valioso. Muchas veces me cuesta saber si algo vale de verdad, pero lo he pasado muy bien leyéndola. Y quería contarlo aquí.

  19. pseudópodo dijo:

    Don Alejo, ahora está muy claro, me ha encantado su explicación…
    No sabía que ahora Jot Down viene con El País, loiayirga… la web estaba muy bien, así que seguro que el papel es interesante. Otra cosa es que me de tiempo a leerlo, pero tomo nota…y no me da tiempo a más hoy.

    • bloodykefka dijo:

      En Jotdown hay MUCHA CALIDAD. Incluso un cazurro como yo se ha leído entrevistas de gente que no tenía ni idea de que existían y he disfrutado igual. Lo mismo pasa con algunos artículos. En general parece que juega en otra liga, pero quizás sea porque yo leo pocas publicaciones de ese tipo o porque las que he leído eran malillas XD

  20. Sertorius dijo:

    Según el prestigioso «Diccionario del Diablo» del ínclito Ambrose Bierce:

    Newtoniano, adj. Perteneciente a la filosofía del universo inventada por Newton, quien descubrió que una manzana siempre termina por caer al suelo, aunque no podo explicar por qué. Sus sucesores y discípulos han progresado tanto que son capaces de decir cuando

    Nunca menosprecies el valor de la anecdota, para muchas personas el conocimiento sin anecdota es inaprensible.
    Y como decia Napoleon: «Las cosas atribuidas a personas de «exito» son mas facilmente creidas por el vulgo aunque se las atribuyan a un corso bajito y sobrevalorado que acabo sus dias preso y derrotado en un islote perdido»
    ¿Elemental?

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