Pareto y la superstición de la uniformidad

Vilfredo Pareto fue un ingeniero italiano, notable, además de por su sonoro nombre, por introducir varios conceptos matemáticos en la economía. Sin embargo, es recordado sobre todo por el Principio de Pareto, que ha logrado entrar en el selecto club de las leyes pop (como la ley de Murphy o el Principio de Peter).

En esencia, el Principio de Pareto dice que la mayoría de los resultados (o de los recursos) los produce (o los posee) una minoría. “Mayoría” suele traducirse por “80%” y “minoría” por “20%”.

Pareto encontró este resultado estudiando la distribución de la riqueza en varios países. Pero se ha aplicado en muchos otros casos: se dice que el 80% de las consultas al médico las genera el 20% de la población; que el 80% de la producción de una empresa se debe al 20% de los trabajadores; que el 80% de los accidentes de tráfico los causa un 20% de los conductores; que un 80% de la contaminación producida por los vehículos la emite un 20% de éstos, etc, etc.

La mayoría de las veces no hay datos reales que respalden esos números… pero era de esperar: ya hemos dicho que se trata de cultura pop. Lógicamente, entonces, el principio tiene mucho predicamento en el mundo del management: Se acepta como un artículo de fe, por ejemplo, que el 20% de nuestras actividades nos proporciona el 80% de los resultados. La clave para un mayor rendimiento sería centrarse en esas actividades productivas.

Hace poco leí un artículo que cuestionaba esta idea. Puede que esa proporción sea cierta, decía, pero esto no sirve de mucho si no podemos identificar de antemano el 20% «útil». Y, aunque pudiéramos, a lo mejor resultaba que el 80% “inútil” era en realidad necesario para sustentar al otro 20% (igual que dedicar tiempo al sueño -o tener fincas en barbecho- no disminuye la productividad sino que la aumenta).

Esto me interesó porque enlaza con algo que llevo pensando hace tiempo. Cuando se citan instancias del principio de Pareto se presentan casi invariablemente como algo malo: si el 80% de la riqueza está en manos del 20% de la población, eso sólo puede significar que la sociedad es injusta; si el 80% de la producción la genera el 20% de los trabajadores, es que hay mucho vago en la empresa, y así. Pero en realidad no sabemos cual es el grado justo de desigualdad. Lo que ocurre es que asumimos que el estado natural y deseable de las cosas es un estado de reparto igualitario, y que por tanto las desviaciones respecto de esa igualdad son perversas y deben ser corregidas.

Esto es lo que llamo la superstición de la uniformidad, y cada vez está más extendida: si en una facultad hay una asignatura con muchos suspensos se abre una investigación al profesor; en un hospital, se exige la destitución del jefe del servicio con mayor tasa de mortalidad, etc.

Es una superstición porque puede ocurrir que unas reglas del juego perfectamente justas e igualitarias produzcan un resultado muy alejado de la uniformidad. La razón más obvia es que a menudo los jugadores tendrán cualidades diversas. Pero la razón más interesante es otra. Porque, incluso cuando todos los participantes sean idénticos, el resultado no será uniforme.

Lo veremos en el próximo post.

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14 respuestas a Pareto y la superstición de la uniformidad

  1. Jakijem dijo:

    El problema (como bien apuntas) es que se confunde equidad con justicia, y se asume erróneamente que la justicia es deseable porque esta trae la eficiencia.

    Efectivamente, el concepto de equidad es un ideal de las sociedades modernas, pero la naturaleza (y la misma historia humana) nos demuestra obstinadamente que ni es el estado natural de las cosas, ni tiene porqué ser la mejor de las situaciones (en el sentido de Pareto).

  2. A la espera de tu exposición, una apunte sobre la distribución de la riqueza.

    Si consideramos una escala logarítmica de la riqueza veremos que las sociedades igualitarias (Japón, países nórdicos y en general Europa occidental) tienen una distribución de la riqueza siguiendo una curva normal. Hay pobres y ricos, peor la mayoría está en el centro.

    Como la escala es logarítimica, sigue cumpliéndose la Ley de Pareto.

    Los países con grandes desigualdades (Namibia, Brasil, Guatemala, Estados Unidos) no siguen esta pauta. Además de cumplirse la Ley de Pareto, las clases más abundantes son las desfavorecidas.

    Aquí se pueden ver algunas países y su evolución temporal.

  3. Castigador dijo:

    Bueno, realmente en ciertos lugares si hay estadísticas reales sobre esta cuestión. Un ejemplo es la Wikipedia, donde quienes invierten su tiempo en incluir o modificar artículos es una cantidad ínfima. Lo mismo en Youtube.

    En la Wikipedia incluso las cifras 20%-80% son incluso demasiado optimistas:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Usuario:Chewie/Quién_escribe_la_Wikipedia

  4. Castigador dijo:

    Añado: el enlace que adjunto concluye cosas muy curiosas, como que quien aporta la información son los visitantes ocasionales mientras que los que compactan, discriminan información, formatean, etc, son los frikis del sitio, :P.

  5. Javier dijo:

    He ido al link que da Alberto de Francisco en el segundo comentario y me ha sorprendido que él califique de igualitaria a la sociedad japonesa y no igualitaria a la norteamericana. No porque lo sean o no (habría mucho que hablar sobre las castas de intocables en Japón), sino porque los gráficos son muy similares, muy centrales ambos, con una joroba adicional en la parte pobre.

  6. pseudopodo dijo:

    Jakijem, la idea es, en efecto, que la justicia no implica necesariamente equidad (en el sentido de igualdad de resultados). Pero no sé si suele pensarse que la justicia “es deseable porque trae consigo la eficiencia”… Si fuera así, creo que sería un error: la justicia debería ser un fin en sí misma; y precisamente por eso no hay que perseguir la igualdad de resultados, ya que a menudo se hace a costa de la justicia…

    Alberto, gracias por el enlace; los gráficos de gapminder son im-pre-sio-nan-tes (los había visto hace mucho, pero siguen mejorando). Es interesante que las distribuciones son más o menos gaussianas cuando el eje x es logarítmico. Eso es lo que se llama distribución log-normal. Pareto decía que la distribución es una ley de potencias; pero es fácil confundir esa distribución con una log-normal; por lo que he visto (por ejemplo aquí –ojo, es un ppt-) parece que la distribucíón real viene a ser log-normal para el grueso de la gente y ley de potencias para los más ricos…

    Sobre la mayor o menor desigualdad en los USA frente a Japón que comenta Javier, creo la forma es efectivamente similar, pero la medida más básica de desigualdad sería la anchura de la distribución, y ahí sí está clara la mayor anchura de USA… aunque para desigualdad de verdad la de Nigeria o Brasil.

    Castigador, no digo que sea falsa la idea general de que “la minoría hace la mayor parte del trabajo”. Seguro que en la wikipedia es cierto y, como dices, la desigualdad es mayor que el famoso 80/20; también creo que la desigualdad debe ser mayor en el caso de los accidentes de tráfico y en algún otro. Lo que criticaba es que (a) generalmente se dice sin pensar 80/20 porque se ha convertido en un tópico (b) se suele decir que eso es malo, cuando en ocasiones (habría que ver cada caso) es lo normal y puede que hasta lo óptimo…

  7. JuanPablo dijo:

    un comentario rápido, Javier, eran parecidos Japon y USA en el ’70, no en el 2000: ahí la de Japón ya no tiene la joroba en los pobres

  8. Javier dijo:

    Juan Pablo, si estaré «ceporro» que no había mirado el año. Tienes razón.

    En todo caso, y no por defender a los americanos (aunque sí los suelo defender), la joroba baja puede estar relacionada con los inmigrantes de primera generación, que son un grupo amplio que mantiene su propia distribución normal con una media mucho más baja y menos varianza. Es como un país subdesarrollado dentro del propio país.

    Si he mencionado el tema japonés es porque desde afuera se ve todo muy igual (no estoy haciendo un chiste con que todos los asiáticos nos parezcan iguales, que para el 99% de los españoles sí es cierto), pero luego resulta una sociedad altamente hermética con unos pozos de marginación muy serios y perfectamente ignorados por el resto del mundo.

    Volviendo al tema del post, la vulgarización del principio de Pareto es similar a sacar a emplear el principio de incertidumbre, la teoría de la relatividad, el caos o la teoría de catástrofes (todos ellos significan cosas muy concretas) como si fueran algo más que metáforas en el contexto donde se emplean. Son las cosas que nos ha dejado el pos-modernismo y que no llevan camino de desaparecer.

  9. jusamawi dijo:

    El principio de Pareto es excesivamente igualitario si lo aplicamos a otras disciplinas, por ejemplo al arte.
    Pensemos en libros y música sin ir más lejos.Ojalá aquí Pareto tuviera razón.
    La realidad es que el 100% de las obras de calidad están producidas por el 5% de la población.

    Esto es catastrófico si tenemos en cuenta el número de personas que se llama a sí mismo artista., y la cantidad de libros y discos que se publican al año.

  10. toro dijo:

    Exacto, no hay trade off entre justicia y equidad.

    Para los que les interesa saber más de Pareto, el concepto más importante que creó para la economía es el de eficiencia en el sentido de Pareto: http://es.wikipedia.org/wiki/Eficiencia_de_Pareto

  11. quark schiz dijo:

    El problema de evaluar las desigualdades desde lo que creemos que es justo o no, es que sea cae en el error de identificar como merecidas ciertas situaciones en las que inciden factores en los que al justicia no tiene nada que ver. La justicia implica alteridad, o sea que alguien te debe dar lo que te mereces. Pero el debate sobre establecer qué se merece fulano o mengano es una cuestión influenciada por muchas subjetividades. La fe en que la justicia existe le sirve a la gente para sobarse el ego y creerse en control de su vida, para creerse por encima del resto, ya sea como un buen ganador («soy rico y exitoso, ergo el más moral, noble y listo; y esos de ahí que son pobres, lo son por vagos, cómodos, porque quieren serlo…, por malvados») o como un buen perdedor («estoy en la mierda y soy desdichado, la culpa es de ellos, de esos adinerados que me oprimen…»).

  12. pseudopodo dijo:

    Para aclarar mi postura:
    (a) Creo que el principio de Pareto, en la versión de “brocha gorda” que daba al principio del post, es seguramente válido para muchas situaciones.
    (b) Lo que no es tan válida es la formulación de 80/20. Esos números normalmente se dan al tún tún.
    (c) Menos válido creo que es el principio como guía para la acción, para optimizar nuestra eficiencia. Esa es la idea del artículo que enlazo y estoy de acuerdo.
    (d) Tampoco creo que el hecho de que haya una distribución de Pareto (versión brocha gorda) implique que haya injusticias o sea esencialmente malo. Esa es la idea de este post y del siguiente.

    Por cierto, Toro, yo no lo formularía diciendo que “no hay trade off entre justicia y equidad”… sino casi (sólo casi) al contrario. Lo que estoy diciendo es que suele pensarse que más justicia implica más equidad y en realidad no es así necesariamente. No llego a decir que haya un “Trade off” (lo que significa que a más justicia menos equidad y viceversa). Pero en el ejemplo del post siguiente, lo que digo es que tener como objetivo principal la equidad de resultados sí puede llevar a una sociedad más injusta. Ah, y gracias por el enlace, a mí que no tengo ni idea de economía me viene bien enterarme.

    Quark schiz, yo creo que no podemos evitar la cuestión de qué es justo o no. Y no debemos, porque dejaríamos de ser humanos. Aquí sólo planteo que el que haya equidad no significa que haya justicia, no que debamos dejar de buscar la justicia.

    Por otra parte, estoy de acuerdo (lo he visto en mucha gente) en que tendemos pensar, si nos va bien, que tenemos lo que nos merecemos (porque el mundo, claro, es justo). Y al revés, si nos va mal, a pensar que no nos lo merecemos y eso demuestra que el mundo es injusto. Pero son sesgos cognitivos normales… la solución no puede ser abandonar el concepto de justicia al juzgar.

    Otra cosa que merecería la pena aclarar es qué dijo en realidad Pareto; como apunta Javier, cuando dejamos la brocha gorda se trata de una afirmación bastante específica que propone una determinada distribución de riquezas. Y parece que los datos apuntan a que hay otras distribuciones (la log-normal que decía más arriba) que representan mejor esa distribución…

    Jusamawi, no se me había ocurrido, pero esa es una buena observación. Para el arte yo creo que se cumple más bien la ley de Sturgeon 😉 . Está claro que se trata de cuestiones distintas. Pero me gustaría pensar por qué. El que sean distribuciones tan distintas parece una demostración experimental de que el arte es esencialmente distinto a otro tipo de “producciones”, ¿no?

  13. Solo recuperar la gráfica, que los de Google son unos chapuzas que ni siquiera redireccionna las URLs antiguas (casa de herrero, Gapminder es algo de Google)):
    «Aquí se pueden ver algunos países y su evolución temporal»

  14. Raul dijo:

    La ciencia no admite un principio de aplicación universal, del mismo modo la dialéctica o el sicolanalisis caen en el mismo universalismo; la ciencia verifica una relación causal en un campo determinado, específico y temporal. Si aplico o creo que Pareto o Sturgeon se aplica a todo, es una actitud dogmática y prejuiciosa; yo puedo ir al fenómeno, con mis ideas, mis instrumentos, pero no los aplico taxativamente.

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