[50 libros] #30 La verdad sobre Cenicienta, de Martin Daly y Margo Wilson

Este es un librito breve, de poco más de 100 páginas, y no demasiado ameno para leer (en ocasiones parece un review ampliado y reescrito pero que sigue manteniendo la sintaxis engorrosa y el understatement típicos de los papers). Pero es un clásico de la psicología evolutiva y un libro, además, con un mensaje contundente que todo el mundo debería conocer.

Se puede resumir muy brevemente, casi en una frase: hay cien veces más probabilidades de que un niño sea maltratado gravemente por un padrastro o madrastra que por sus padres genéticos.

El triste destino de Cenicienta no es un mito: es algo que se ha repetido y se sigue repitiendo una y otra vez.

Martin Daly y Margo Wilson son dos biólogos canadienses y llegaron a la cuestión de los malos tratos por una ruta un tanto tortuosa: baste decir que eran expertos en la etología de los roedores del desierto y de los monos.

Daly y Wilson aplicaban el análisis darwiniano para entender fenómenos como la selección sexual. Suele pensarse que quienes triunfan en la lucha darwiniana por la vida son “los más aptos”, los mejor adaptados al medio. Pero lo decisivo no es estar mejor adaptado, sino tener más descendencia. Así, las espectaculares cornamentas de los venados son un considerable estorbo, tienen un alto coste metabólico y los hacen más visibles a los depredadores. Estarían mejor sin ellas. Pero una gran cornamenta es la clave para triunfar en las luchas por las hembras, y por eso se selecciona evolutivamente.

Hacia 1975, el célebre entomólogo Edward O. Wilson señaló que la selección sexual no se ejerce sólo mediante las luchas precopulatorias, sino que hay una multitud de mecanismos que han evolucionado porque favorecen la reproducción de los individuos. Uno de éstos es el infanticidio.

Se sabe desde hace mucho que los leones, cuando adquieren la posición dominante en un grupo y se hacen cargo de las hembras, matan sistemáticamente a los cachorros que éstas están criando. Así consiguen que no desperdicien recursos en hijos de otros y que queden listas inmediatamente para darles hijos suyos. Con esta estrategia los leones infanticidas se reproducen más que los que no lo son, y ese comportamiento se selecciona evolutivamente. En 1975 se habían documentado comportamientos similares en una gran variedad de especies, y por entonces, la primatóloga Sarah Hrdy demostró que se daba en primates, y lo explicó como un mecanismo de selección sexual.

Era inevitable preguntarse: si el infanticidio es una adaptación evolutiva en algunos primates, ¿no lo será en ese primate llamado homo sapiens?

La pregunta intrigó a Daly y Wilson. Todo el mundo ha oído hablar de lo malos que son los padrastros y las madrastras. ¿Había datos que lo probaran? Sorprendentemente, encontraron que apenas había estadísticas rigurosas sobre este tema. Tuvieron que recopilarlos ellos, y cuando lo consiguieron, en 1980, encontraron que en los USA la incidencia de los malos tratos con resultado de muerte era cien veces mayor en los hogares que con un padrastro o madrastra (y el otro progenitor genético) que en los hogares con los dos progenitores genéticos. La desproporción era tan brutal que costaba creerlo. Naturalmente cosecharon muchas críticas: la doctrina establecida era que los padrastros malos eran “estereotipos” y que las diferencias estadísticas, si las había, eran seguramente consecuencia de esos prejuicios culturales. Daly y Wilson hicieron un estudio más cuidadoso, discriminado por edades, con datos de Canadá y encontraron un factor de 70 para niños menores de dos años, en un trabajo que se publicó en Science en 1988 (en adolescentes, la incidencia de malos tratos mortales era de “solo” 15 veces mayor a manos de los padrastros). Desde entonces, multitud de estudios en todo el mundo han arrojado resultados muy similares.

Hay muchas cosas más en el libro, pero esta es la esencial. Daly y Wilson no consideran, sin embargo, que el infanticidio sea una adaptación evolutiva en el caso humano. Lo que sí que lo es, en su opinión, es no invertir esfuerzo ni atenciones en los hijastros. Igual que lo es sentir amor por los hijos propios. Como los niños son irritantes y dan mucho trabajo, es natural que por los hijastros se sienta “lo opuesto al amor”. Los enormes diferenciales que se observan en el caso de los malos tratos mortales son, dicen los autores, “sencillamente una consecuencia, especialmente dramática, de esta diferencia predecible en la cuestión de los sentimientos”.

La diferencia será predecible, pero ha sido negada obstinadamente por la psicología “oficial”. Hay un curioso capítulo en el que los autores relatan los intentos de negar la evidencia. Algunos rozan la irresponsabilidad, como la negativa a considerar la presencia de un padrastro como un factor de riesgo en la violencia familiar en un informe oficial de 1993 de la American Medical Association, destinado a servir de guía a los médicos de familia para prevenir y detectar los malos tratos…

Claro que nada comparable a la cantinela políticamente correcta, obligatoria en España, de que todos los modelos de familia son igual de buenos…

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53 respuestas a [50 libros] #30 La verdad sobre Cenicienta, de Martin Daly y Margo Wilson

  1. pseudópodo dijo:

    Este es un comentario preventivo para Aloe ;-): sé que no vamos a estar de acuerdo y sé que comentaste un móntón sobre este tema en La lógica del titiritero. Aún no he tenido tiempo de leerlo, pero intentaré hacerlo, no sé cuando podré…

    • Aloe dijo:

      No tengo objeciones de principio a tus cifras. ¿Por que habría de tenerlas?
      Recordemos, sin embargo, que el infanticidio, en sociedades en las que no es admisible ( y es por tanto uns transgresión grave), y siempre que la situación de la familia no sea desesperada, es raro.

      Podemos recordar que, en general. los homicidios y otros actos violentos los cometen los varones en proporción 9 veces contra 1. Yo sin embargo no deduzco de eso que los varones sean violentos en general, o de forma necesaria.
      Por un lado, porque el homidicio (y la violencia grave) es rara en nuestra sociedad y en otras, Por tanto, estamos valorando un suceso estadístisticamente raro contra otro suceso estadísticamente todavía más raro. Eso limita mucho el valor práctico de tales valoraciones: la mayoría de la gente no entra en ese caso.
      Por otro lado, porque sabemos que la tasa de violencia y homicidios varía enormemente de unas sociedades a otras y de unas época a otras. Por tanto, aunque caeteris paribus los varones sigan matando 10 veces más, la tasa entre los poblados pobres de Méjico es mucho más de 10 veces superior a la de Noruega (por poner solo un ejemplo entre muchos posibles).

      Consideraciones muy parecidas se pueden hacer del tema del infanticidio: los padrastros lo cometen muchas veces más que los padres genéticos (¿o que se creen tales? eso nunca se aclara, y es importante), muy bien, pero la cantidad de infanticidios varía enormemente entre sociedades y entre épocas. Muchas más cosas son importantes, o nunca habríamos oído contar «Pulgarcito» (hablando de cuentos tradicionales).
      En la edad media (simplificando, porque eso duró más que la edad media canónica) era sumamente frecuente que los bebés murieran por ser asfixiados en la cama familiar «inadvertidamente al darse la vuelta durmiendo». Era un accidente corriente, que casi nunca se investigaba. Dejo de suceder en cierta epoca, sin más. En la Edad Moderna, cientos de miles de recién nacidos se abandonaban en iglesias y hospitales, lo que era un infanticidio apenas disimulado (y socialmente organizado). Hasta no hace mucho, el infanticidio cometido contra el hijo de madre soltera estaba exonerado penalmente (cometido por madre y abuelos maternos, claro). En muchas sociedades, la proporción de niños/niñas era completamente anormal (no ha sido rara una tasa 150/100), demostrando un infanticidio femenino selectivo muy alto del que nadie hablaba. Algunas subculturas más bien atrasadas algo exlcuidas de la cultura general (la gitana era una de ellas no hace tanto) presumen de que entre ellos no hay nilños con síndrome de Down y otros síndromes congénitos, porque eso es una decadencia racial que a ellos no afecta (y que cada cual lo interprete).

      En resumen: el infanticidio es algo que sucede.
      A veces en gran escala.
      Pero no necesariamente.
      Y seguro que los padrastros tienen menos problemas para hacerlo o para dejar que suceda, a igualdad de otras condiciones ¿cómo no?
      Igualmente, las chicas pobres de vecindarios violentos matan muchísimo menos que sus hermanos. … Y los noruegos varones también.

  2. En cuanto a modelos de familia, conviente recordar que los cuentos tradicionales se han transmitido precisamente por familias tradicionales y seguramente reflejan los traumas de las abuelitas (las narradoras) de esas familias.
    Por otro lado, en algunos casos la intervencion de la madrastra, aunque sea por egoismo o celos, es providencial porque de lo que se trata es de evitar el incesto. Y no es interpretacion psicoanalitica; los cuentos lo narran directamente al explicar por qué la niña ha huido al bosque.

  3. Sergio dijo:

    ¿Y no hablan de padres adoptivos?

  4. loiayirga dijo:

    Nada mejor para ocultar la realidad que una buena ideología. La que dice que “todas las familias son iguales” claramente lo es. Pero habrá que preguntarse también en qué medida lo es la psicología evolucionista, con tanta vigencia actualmente y que tanto me pone.
    El libro de Aurelio Arteta “Tantos tontos tópicos” no tiene desperdicio. Denuncia esos lugares comunes convertidos en prejuicios engañosos que nos arruinan la vida. Todos los dan por sentados y nadie se para a examinarlos. Él lo hace y realmente nos muestra otro mundo: el mundo que esos prejuicios ocultaban.
    “No es ni mejor ni peor, sino simplemente distinto” es uno de esos tópicos: “una sandez y una sandez peligrosa” según Arteta.
    “Ese tan frecuente ¿quién soy yo para juzgar a nadie? Suena las más de las veces a un retador ¿quién es nadie para juzgarme?, y la consigna de no juzgar nace tanto del respeto hacia el otro como del temor a recibir una mala calificación en el examen. Difícil será sentir algún gusto por el superlativo, si tanta prevención suscita ya el mero término comparativo.”
    “Lo que cualquiera reconoce a cada momento (que alguien está más o menos desarrollado que otros en una amplia gama de de órdenes, desde el intelectual hasta el atlético), eso lo negamos tajantemente en cuanto ese “más/menos” se refiere a cualidades morales. “
    Yo considero el tener que llegar al divorcio un fracaso. Puede ser un mal menor. A veces un mal necesario. Pero es un mal. No conviene decirlo muy alto. Si así lo haces algún divorciado se enfadará pensando que quieres ponerte por encima y que quieres censurarlo. Como si el hecho de que alguien lo dijera agrandara su propia desgracia. Como si el mal desapareciera si todos lo negamos.
    Yo considero las familias monoparentales deficientes. En principio es mucho mejor tener padre y madre. Si vas a adoptar un niño a determinada edad ya no te dan un niño recién nacido. La Administración quiere proteger a los menores de unos padres con excesiva diferencia de edad (aunque la naturaleza produzca esos hijos a cientos). A la Administración no se les ocurre proteger a los menores de nacer huérfanos (de padre o madre). Hoy en día una sola persona puede adoptar un menor. ¿Será porque la naturaleza también produce huérfanos? A quien pusieron a pensar y organizar estas cosas no dio la talla. Y todos los que apoyaron esa ley tampoco.
    Denunciemos el tópico pernicioso: “No es ni mejor ni peor, sino simplemente distinto”.

  5. pseudópodo dijo:

    Alejandro, no tengo yo claro lo del incesto… o yo soy muy torpe entendiendo los cuentos o no es un tema frecuente (y en la realidad, el incesto es realmente muy poco frecuente…)

    Sergio, buena pregunta. El caso de los padres adoptivos es muy peculiar, porque han elegido conscientemente hacer de padres. En principio, la discriminación de los hijos no genéticos debería funcionar de manera automática, al margen de las creencias conscientes, y si así fuera esos niños tendrían más riesgo de malos tratos. Pero por otra parte, dicen los autores, esos padres “están ansiosos por adoptar, se estudia si son adecuados para ello, y tienen la oportunidad de cambiar de opinión (una opción de la que hacen uso con frecuencia sorprendentemente alta)”. Todos estos factores van en contra de que los malos tratos sean frecuentes. Concluyen que el tema necesita investigación.

    Por cierto, que esto plantea un problema curioso: ¿Cómo sabe el macho que el hijo es no suyo para, en consecuencia, atenderle peor? Cuando el león se hace cargo de la leona que tiene ya un cachorro, es evidente que no es suyo, y la respuesta podría estar programada genéticamente de manera muy sencilla. Lo mismo podría pasar (salvando las distancias en crueldad) con los hombres. Pero podría haber muchos casos dudosos, ¿y cómo podría haber una respuesta automática en estos casos? Por lo visto (lo cuentan los autores) está probado que en algunas especies los machos atienden menos a sus crías cuando hay signos de posible adulterio, como la cercanía de machos rivales durante el periodo de fertilidad de su pareja, el tiempo que la pareja ha pasado fuera de sus vista durante ese periodo, etc. Sin embargo, en los animales no se ha detectado que el parecido de la cría con el padre condicione la atención de éste; quizá no tienen clara cuál es su imagen (¡no tienen espejos!) y no pueden usar este dato. En los padres humanos el afecto debería depender en alguna medida del parecido. Lo que predice la psicología evolutiva es que el afecto del padre dependa mucho más del parecido que el afecto de la madre (por la obvia razón de que la madre está segura de que el hijo es suyo). Pero en la fecha del libro (que es ya algo antiguo, del 1998) no había estudios en este sentido, por más que Serrat esté de acuerdo (“a menudo los hijos se nos parecen / así nos dan la primera satisfacción”).

    loiayirga: de acuerdo. Por cierto, había visto ese libro y me había llamado la atención, ahora más aún. Con una cosa no estoy de acuerdo del todo: en la vertiente intelectual, por lo menos en España, tampoco estamos muy dispuestos a sostener que haya importantes diferencias de desarrollo entre unos y otros…

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  7. Aloe dijo:

    Pseudopodo. porfa, no antropomorfices: los leones no «se hacen cargo» de las leonas de un territorio, simplemente lo conquistan frente a otros machos y por eso adquieren el monopolio (provisional, un par de años en promedio) del acceso a las hembras del territorio. Tampoco existe el «adulterio» entre los animales, simplemente unas especies son más promiscuas que otras, o más sociales que otras, o tienen más cuidado parental que otras, o tienen harenes, o una pareja reproductora en toda la manada, o nada de eso… la existencia del cuidado parental de los machos va ligado, como es lógico, a los hábitos de la especie y la correspondiente probabilidad de ser el padre de las crías que nacen cerca. Pero no traslades las instituciones humanas tan alegremente a otros animales, porque por ahí no vamos bien.

    Loiayirga: yo diría que todas las familias son distintas, pero vete a saber.

    • loiayirga dijo:

      El problema no es que cada una sea distinta individualmente (que como tu dices lo son) sino distintos unos tipos de familias de otros atendiendo a características similares (monoparentales, reconstituidas, etc.). Es decir clasificables en grupos similares que se diferencian del resto. Lo que se discute es si unos son mejores que otros. El post de Pseudópodo, si yo no lo entiendo mal, sostiene que algunos tipos, hablando en general no de cada familia en particular, son peores para sus miembros que otros.
      Me parece que tú no quieres pronunciarte.

      • bloodykefka dijo:

        Pero claro, aquí está el quid de la cuestión ¿Qué un tipo (determinado) de familia sea mejor que otro implica necesariamente que las familias de ese primero sean mejores que las del segundo? Creo que, al plantearla así, queda mucho mejor explicada y da lugar a una pregunta más que interesante, aunque en mi caso yo respondería que no, pues que el modelo familiar no es el único factor a tener en cuenta.

      • Aloe dijo:

        ¿Y por qué las clasificas así y no por la renta que ingresan, las creencias que comparten e imparten, el número de hijos, la importancia que le dan a la educación o a determinados valores, la salud, u otras características?
        Yo no tengo ningún problema en admitir que, en promedio, un padrastro o una madrastra son peores padres que los naturales. Tampoco tengo problemas para admitir que, en promedio, las familias monoparentales son más vulnerables a algunos problemas que las que tienen ambos padres (lo mismo se puede decir, seguramente, de las que tienen poca renta, ninguna familia extensa cerca o menos inteligencia de la normal).
        Lo que no sé es qué conclusiones se pueden intentar extraer de esas cosas, como no sea que cualquier política de ayuda social debería tenerlo en cuenta como posible vulnerabilidad (como un factor entre muchos otros, y cuya importancia siempre es contingente al caso).
        Mi padre se crió en una familia de viudo casado de nuevo. A casa de mi madre iba a coser una viuda que sacaba a sus hijos adelante cosiendo todo el día fuera de casa (y a sus hijos les atendían otros parientes). La mayoria de la gente tenía familia extensa para apoyarse, y quien no tenía también tenía más carencias que sus vecinos. Etcetera. Era lo normal. Sigue siendolo para muchos inmigrantes aquí que han dejado sus familias en el lugar de origen.
        Vivimos en una burbuja en la que casi nadie muere joven, el Estado ayuda mal que bien, la pobreza es menor, los papeles económicos de hombres y mujeres son más intercambiables, los hijos son pocos… nada de eso era antes normal. La vida era muy precaria, y muchísima gente pasaba por emergencias en la vida de las que se salía como se podía… y eso implicaba niños viviendo con parientes, adolescentes viviendo como aprendices o sirvientas, tías solteras añadidas a las casas, viudos vueltos a casar, vivir en casa de los abuelos como subordinados, y cualquier cantidad de arreglos variados. ¿Cuanto abuso podía haber en esa variedad de situaciones? Seguramente mucho, y en parte por las mismas razones que se mencionan aquí: porque no es lo mismo depender de tus padres auténticos que de vete a saber quien.

        A veces me parece que los psicólogos evolucionistas inventan la rueda con cierta frecuencia,y están todos ufanos de ello. Si leyeran a Dickens u otros novelistas del XIX igual se daban cuenta de que la familia californiana media del XX no es la medida de la especie humana.

  8. Cristina dijo:

    A ver, quizás sea una tontería recordarlo, pero un hombre al que le viene sobrevenidos los hijos de su pareja (un caso muy frecuente que supongo es en el que estamos pensando cuando hablamos de ‘padrastros’) no tiene por qué considerarlos hijos suyos porque en la mayoría de los casos estos niños tienen un padre aunque éste ya haya dejado de vivir con la madre. Es decir, que la pareja de la madre tiene un papel distinto al de padre. Lógicamente, esto no significa que no pueda llegar a quererlos pero veo normal reconocer que los vínculos serán en general más débiles sin tener que apelar a ninguna razón genética. ¿Y qué hace que un padre quiera a un hijo? Pues yo personalmente no creo que sea el hecho de compartir genes porque normalmente los padres han querido a sus hijos aunque hasta antes de ayer no tuvieron manera de saber si ellos eran verdaderamente los padres biológicos. Se me ocurre que puede haber una especie de ‘impronta’ que venga por el contacto físico en edad temprana. Esto explicaría por qué un padre adoptivo puede establecer con su hijo vínculos tan fuertes como los de un padre biológico y por qué un padre que sólo ‘ha puesto la semillita’ puede olvidarse del hijo sin especial desgarro. Por ahí he leído una teoría para explicar el tabú del incesto que dice que hay una impronta inversa por la que el simple hecho de que haya habido convivencia durante los primeros años de vida inhibe la atracción sexual entre dos personas, compartan o no genes. De hecho, los raros casos de incesto se dan normalmente entre parientes que han vivido separados durante la infancia. O sea, que al final puede que sea ese contacto temprano el que dé forma a los vínculos del parentesco y no tanto la cosa genética. Digo yo, desde mi ignorancia 🙂

    En otro orden de cosas, no tengo nada en contra de la familia ni muchísimo menos, pero siempre que se habla de la familia ‘tradicional’ me pregunto si la familia nuclear tal y como la conocemos hoy (padre, madre y churumbeles) es realmente tradicional o más bien un invento de antes de ayer. Al fin y al cabo hasta hace no tanto lo normal eran las familias extensas con abuelos tíos y primos conviviendo juntos. Y a lo mejor considerando la historia de la humanidad podría darse el caso de que la forma de organización más habitual fueran esas comunidades donde los niños eran criados por ‘la tribu entera’. Digo, que a lo mejor consideramos que la familia es lo ‘natural’ cuando quizás es sólo una institución sustentada más en cuestiones prácticas propias de la vida moderna que otra cosa. Dicho esto, como Loiayirga yo también creo que un divorcio nunca es deseable y hasta según en qué casos no me parece mal aquello que se oía antes de “hay que aguantar por los niños”. Y creo que no es deseable por lo que trae de inestabilidad y conflicto. Ahora bien, por lo mismo creo que hay otras combinaciones, diferentes de la familia tradicional, que si son estables y amorosas pueden ser igualmente válidas para la crianza de hijos. En esto creo que ya no coincidimos.

  9. Ramonmo dijo:

    Dice Cristina: «¿Y qué hace que un padre quiera a un hijo? Pues yo personalmente no creo que sea el hecho de compartir genes porque normalmente los padres han querido a sus hijos aunque hasta antes de ayer no tuvieron manera de saber si ellos eran verdaderamente los padres biológicos.»

    Es verdad que no había forma de asegurarse la paternidad al ciento por ciento, pero no olvidemos los mecanismos sociales que trataban, al menos, de maximizar las probabilidades, como por ejemplo el matrimonio y sus juramentos públicos de fidelidad, la prohibición del adulterio (generalmente se considera más grave el de la mujer), la importancia que se daba a la virginidad de la esposa y, ligado con esto último, la preferencia social y legal por los primogénitos. Todos estos son mecanismos que tratan de favorecer el que los hijos de la familia sean realmente del padre. Es decir, que para nosotros siempre ha sido muy importante criar a nuestros propios hijos, no a los de otro, y me parece normal que eso tenga un reflejo en la convivencia familiar.

    Como anécdota he oído comentar que los marineros vascos, que pasaban largas temporadas fuera de casa, muchas veces tendían a favorecer más a los sobrinos hijos de sus hermanas que a sus propios vástagos, incluso en lo que tocaba a las herencias. Está claro que no se fiaban y que tendían a favorecer a aquellos de los que estaban seguros que llevaban su propia sangre.

    Saludos.

    • Aloe dijo:

      No sé si estás confundiendo dos cosas que suelen darse juntas pero no son lo mismo: la paternidad legal y social, la paternidad «consciente», como si dijéramos, y el hecho biológico de la transmisión de genes.
      No hay conocimiento instintivo claro del hecho de que la mitad de los genes de un hijo son de su padre. De hecho hay catalogadas al respecto una variedad amplia de creencias, y también hay catalogadas muchísimas sociedades con filiación exclusivamente materna (y exclusivamente paterna).
      Sin embargo, desde el punto de vista de la psicología evolucionista, lo importante es demostrar fenómenos que se den independientemente de las reglas de filiación y hasta del conocimiento exacto de la biología de la reproducción.
      Por ejemplo, para defender el valor darwiniano de los celos no hace falta traer a colación la paternidad: se postula simplemente que quien no se preocupa de las otras parejas de su mujer dejará menos hijos, lo sepa o no. Igualmente se puede proceder para defender el valor del cuidado parental, o de ayudar a la mujer con la que se convive a alimentar a los hijos de esta y vincularse en ciertas condiciones a estos (siempre que la probabilidad de que sean propios sea alta). Ninguna de esas cosas necesita del inexistente conocimiento institntivo de la paternidad.
      En las sociedades matrilineales, en las que un padre no es pariente legal de sus hijos (sino de sus sobrinos por hermana), resulta que también hay ayuda parental, vínculo sentimental con los hijos, matrimonio exclusivo, etc.

      • Ramonmo dijo:

        «No hay conocimiento instintivo claro del hecho de que la mitad de los genes de un hijo son de su padre. De hecho hay catalogadas al respecto una variedad amplia de creencias, y también hay catalogadas muchísimas sociedades con filiación exclusivamente materna (y exclusivamente paterna).»

        No estaría tan seguro de ello, al menos en nuestra tradición cultural hay testimonios antiquísimos que atestiguan esa creencia, aunque se hable, por ejemplo, de «sangre» y no de «genes».

        La evolución va de selección natural más de que se den unos caracteres u otros, ya sean físicos o psicológicos. No es obligatorio que un rasgo psicológico aparezca en todas las poblaciones humanas para concluir que está basado en nuestra historia evolutiva.

      • Aloe dijo:

        A mi sí me parece obligatorio, si lo postulamos como genético (y si es evolutivo, debe tener una base genética).
        Salvo que demostremos que es un rasgo reciente o minoritario: que o bien surgió después de la división en poblaciones de Homo sapiens (y solo está en las descendientes de aquellas en las que surgió, como pasa con la tolerancia a la lactosa) o bien que, siendo un alelo (o combinación de alelos) poco frecuente, por deriva genética o refuerzo local de una ventaja selectiva se haya hecho más frecuente en algunas poblaciones.

        Nuestra tradición cultural no es la medida de la especie humana. Pero incluso en nuestra tradición cultural la cosa no es blanco o negro: hay muestras de que se concebía la herencia paterna como un producto en cierto modo de las relaciones repetidas, como una especie de «impronta» más fuerte cuanto más duradera y que permanecía en el útero a veces durante bastante tiempo.
        También había ciertas creencias que ahora denomínaríamos «lamarckianas», sobre la herencia de caracteres adquiridos.
        Las reglas de filiación europeas fueron patrilineales mucho tiempo, y no dejaban sitio a la suposición legal de «varios padres», pero las creencias populares sí concebían a veces una variedad de posibilidades de ese tipo (de influencia por herencia o adquisición «lamarckiana» de más de un individuo)

      • bloodykefka dijo:

        Pero una cosa Aloe, yo tenía entendido que precisamente la variabilidad de especies implica que no todos los individuos deben compartir los mismos rasgos naturales, por esa regla de tres, la homosexualidad, que es algo natural, pero que no conlleva una herencia genética, no tendría razón de ser.

      • Aloe dijo:

        Está claro que no todos los individuos son exactamente iguales genéticamente (si no, seríamos clones, y la reproduccion sexual no existiría, además), pero se supone que la escala pertinente para estudiar la selección natural es la población, no el individuo, entendiendo población precisamente como conjunto de individuos que potencialmente intercambian genes (y la dotacion genética total de esa población es el pool sobre el que trabaja la selección).
        Desde ese punto de vista, si suponemos que un rasgo tiene ventajas adaptativas claras y ha pasado suficiente tiempo desde la mutación originaria, toda la población (o casi toda) tenderá a presentarlo. Si la ventaja es menos clara o hay rasgos también adaptativos en competencia con ese, posiblemente se llegará a un equilibrio óptimo en el que un cierto porcentaje de la población presentará el rasgo y el resto no (que posiblemente es el caso de la homosexualidad, o al menos en parte). Lo mismo, pero al contrario, pasará con rasgos desfavorables (un pequeño porcentaje puede presentarlo de forma estable y la selección no lo elimina del todo por diversas razones).
        Todo eso es porque la unidad pertinente de la evolución es la población, y la manera de caracterizar un rasgo genético es precisamente decir qué porcentaje de la población lo presenta.
        Pero si las poblaciones son bastante homogéneas, como lo es la humana (que no hay subespecies ni especies inicpientes) esos porcentajes serán bastante parecidos en todas las poblaciones, aunque caben matices como decía maś arriba.
        Si hablamos, como es el caso de este post, de 1) rasgos que sufren presión de selección, 2) supuestamente antiguos, incluso más que nuestra especie 3) que no dependen de condiciones ambientales locales,
        …el porcentaje de individuos que lo portan en cada población tenderá a ser uniforme entre poblaciones.
        Poniendo un ejemplo hipotético: si la homosexualidad está genéticamente determinada (al menos como tendencia o propensión) y el equilibrio óptimo que ha producido la selección es que se presenta en el 2% de la población, y los alelos involucrados son tan antiguos como la especie o más, ese 2% se presentará en todas las poblaciones, (no en unas cero y en otras el 30%.) y el rasgo se definirá así: «presente en el 2%.». En cambio, otros rasgos solo se seleccionan en algunos ambientes (como lo de la lactosa o la poca melanina en la piel o los grupos sanguíneos) y encontrarás diferentes porcentajes según la población, pero son pocos y esos porcentajes se fijaron más recientemente.

      • bloodykefka dijo:

        Osea que rasgos como la homosexualidad, para que sea algo «característico» de la especie humana se presentarían en porcentales variables, pero en TODAS las poblaciones. Mientras que otros más excepcionales podrían surgir, pero en casos aislados ¿lo he entendido bien?

      • Aloe dijo:

        No sé qué decirte.
        Piensa que por un lado hay rasgos que son característicos de la especie (no por metafísica, sino por ser bastante antiguos para ello y no admitir apenas variación so pena de grave daño) como por ejemplo tener la pelvis humana característica.
        Y por otro hay rasgos que varían individualmente, lo que puede ser por razones selectivas… pero no muy antiguas, y entonces no se han extendido a todas las poblaciones uniformemente todavía. O cuya ventaja (o desventaja) selectiva no es muy clara, y entonces habrán llegado a un equilibrio en el porcentaje en el que están presentes. O que dependen de las condiciones locales, y entonces se han extendido en las poblaciones que viven en estas, pero no en las demás.
        Y luego hay rasgos individuales «porque sí», es decir, que son invisibles para la selección natural y varían al azar sin consecuencias.

        A partir de aquí te puedes imaginar toda clase de casos intermedios y combinados, porque la naturaleza no es muy amiga de las clasificaciones radicales, claro.
        No sé cómo explicarlo mejor. Quizá tendría que saber yo más.

    • bloodykefka dijo:

      Ya mujer, pero lo que te estaba preguntado es si yo había entendido bien tú postura. Yo creo que te has explicado estupendamente, lo que pasa es que es un tema complejo y no se si yo lo había entendido bien.

      Por otro lado, leyéndote en otros comentarios, pensaba que tu eras bióloga o algo así. Ahora que me dices «tendría que saber más» veo que tendría una impresión equivocada UU.

  10. bloodykefka dijo:

    Yo no entiendo mucho sobre el tema. ¿Pero quizás no es demasiado simple explicar esto en función del tipo de familia? Me explico. Es cierto que «lo ideal» es que los hijos tengan un padre y una madre biológicos. Sin embargo, al final es una circunstancia más y no la determinante, de entre otras muchas circunstancias, por tanto, yo estoy de acuerdo Aloe en el hecho de que «las familias son diferentes». Y de hecho es lo que creo que ella trata de expresar con su tocho.

    • Ramonmo dijo:

      Pero somos animales, por lo que tenemos, como todos, la pulsión de transmitir nuestros genes a la siguiente generación.

      • bloodykefka dijo:

        Si claro, pero luego el modo en el que se manifiesta esa pulsión puede variar por circunstancias externas, y se pueda dar lugar a relaciones igual o más fuertes que las sanguíneas. No se, creo que planteais el tema como si lo que se dice en ese sirviera para defender que el «típo de familia» es el factor más determinante en estas relaciones, y yo diría que, si bien es importante y tiende a ser el más estabilizador, no es el único. Cada familia es un mundo y las tendencias explican eso, tendencias, nunca realidades absolutas. Si fuera así, el único modelo familiar viable sería el de familia heterosexual con hijos biológicos, y realmente no es así. Luego tenemos el caso de las familias desestructuradas, que lo siguen siendo independientemente de la consangunidad de los miembros. Y lo se por experiencias de algún conocido.

        Eso no quita por ejemplo, casos en los que la presencia de unos padres (sean biológicos o no) se tengan que tener muy en cuenta a la hora de explicar el desarrollo del niño, como muchas veces pasa en el caso de los orfanatos. Y aun así, no es totalmente determinante.

  11. Ramonmo dijo:

    Está claro que individualmente, o caso por caso, cualquier tipo de familia puede funcionar bien, pero de lo que se trata es de ver cómo funciona socialmente. Es decir la pregunta podría formularse algo así como «¿qué proporción de familias de tal tipo puede albergar la sociedad sin que ello empiece a ser dañino para la propia sociedad?» Obviamente, dar una respuesta adecuada a una cuestión así sería siempre dificilísimo.

    • bloodykefka dijo:

      La verdad se que si, pero ya no sólo eso, sino que encima, dada la naturaleza de la mayoría de la humanidad, siempre va a primar un determinado tipo de familia, por tanto dudo que fuera incluso viable o deseable plantearse esa estadística. Aunque estaría curioso.

  12. pseudópodo dijo:

    Como no tengo tiempo de entrar en matices voy a decirlo a lo burro.

    Primero, por abreviar: llamaré familia “tradicional” a la familia en la que los niños conviven con sus dos progenitores biológicos. Que además convivan con abuelos, tíos, etc, que los niños se pasen la vida en la calle y “los eduque la tribu”, etc, sería irrelevante para esto. Y llamaré “familia con padrastro” a la familia en la que hace las veces de padre o madre una persona que no es progenitor biológico (dejando de lado el caso de los padres adoptivos que ya se ha dicho que es peculiar).

    Lo que permiten concluir los estudios de Wilson y Daly es que las familias con padrastro suponen un factor de riesgo enorme para los malos tratos. La incidencia de malos tratos en estas familias no es que sea algo mayor, ni bastante mayor, ni siquiera un 100% mayor que en las familias “tradicionales”: un factor 100 significa un 10.000%. Es un efecto brutal.

    Podemos comparar con los accidentes de tráfico. Igual que los malos tratos graves, son escasos. Y también hay factores de riesgo conocidos: el alcohol. Por eso se prohíbe conducir si te has tomado un par de vinos. No sé cuales son las estadísticas, pero dudo mucho que tomarse un par de vinos multiplique por 100 el riesgo de accidente. Si fuéramos tan rigurosos son los malos tratos como lo somos con los accidentes de tráfico, ¡tendríamos que prohibir los padrastros!

    Sin embargo, nos empeñamos en marear la perdiz diciendo que hay muchos otros factores que influyen, que los casos son raros, que cada familia es un mundo. Claro que sí: todo eso se podría decir con igual razón de los efectos del alcohol. Sin embargo, pese a no ser un factor de riesgo tan extremo, prohibimos conducir bajo sus efectos.

    No propongo, claro, que se prohíban las familias con padrastros. Sería absurdo. Pero al menos, deberíamos reconocer que son un problema grave y no disimularlo con buenas intenciones que no son más que wishful thinking…

    Luego hay muchas cuestiones interesantes sobre cómo funciona el efecto Cenicienta, la interacción entre consciente e inconsciente, etc, pero no debemos olvidar que en el fondo estamos hablando de un problema de salud pública que afecta a los más débiles.

    • Aloe dijo:

      El factor de incremento me parece completamente desmesurado. Me gustaría ver los datos brutos maś de cerca, porque no me creo que no estén sesgados. (aceptando que el factor sí que lógicamente existe).
      Para empezar, querría ver la fuente: ¿son las denuncias? Porque si son las denuncias de parte (víctima, progenitor biológico o parientes de este) ya hay un sesgo importante: la tendencia universal en el tema de malos tratos familiares es a esconderlos. Con un padrastro esa tendencia debe ser muchísimo menor.
      En segundo lugar, ¿qué es un padrastro ahí? Si es lo que se suele llamar «conviviente» o «consorte eventual» o algo así, es muchas veces una relación poco estable y un extraño para los hijos de la casa. No sé si las leyes deberían meterse en ello, pero traer una sucesión de ligues a casa es, por parte de quien lo hace, una llamada a la catastrofe, desde luego. Y ya de entrada, el progenitor biológico es también bastante desastre por hacerlo, lo que marca una familia desestructurada, no una familia normal.

      Un factor tan brutalmente alto no parece normal en una sociedad con una tasa de violencia general baja (como la nuestra, por ejemplo). Es como decir que gente que es generalmente normalita, se convierte en padrastro y hala, se hace Mr Hide de golpe.

      Nunca me voy a creer que la tasa de maltrato por parte de padrastros sea más alta (sino lo contrario) que la tasa de malos tratos y abusos en niños institucionalizados (donde se dan exactamente las mismas razones de ausencia de vínculo biológico que inhiba el maltrato), sea internados, orfanatos o cuaquier otra institucion. Si prohibiéramos los padrastros, con mucho mayor motivo deberíamos prohibir cualquier institucion a cargo de niños. Solo que eso no es posible.

      • bloodykefka dijo:

        Bueno, Pseudópodo no ha dicho de prohibir los Padrastros, simplemente de que es un factor de riesgo (lo que es discutible es lo GRAAAANDE que es respecto a eso).

        No obstante, sería interesante ver estadísticas respecto a los maltratos en orfanatos y demás y compararlos ¿Alguién puede dar un enlace?

  13. Cristina dijo:

    Pseudópodo, no pongo en duda los datos que das, sólo digo que para explicar estos hechos en particular no hace falta apelar a genes y a leones. No veo raro que un hombre que tenga que cuidar de un niño que no ha visto crecer y que apenas conoce, o sea, con el que no tiene una historia común (un padrastro) lo haga peor que aquel que sí la tiene (un padre biológico o adoptivo). Igual que yo quiero más a mis sobrinos (parte de los cuales no comparten conmigo ni el más mínimo gen) que a los hijos de mi vecina. Ni niego los hecho, ni los justifico, ni tampoco niego que la genética no sea determinante en muchos aspectos de la vida y de las organizaciones humanas. Pero a mi juicio este no es el caso.

  14. Clodoveo11 dijo:

    ¡Aquí, un padrastro!
    ¡Aquí, un problema de salud pública!
    ¡Aquí, un factor de riesgo en la esfera familiar! 🙂

    Bueno, después de 10 años con experiencia como padrastro (música siniestra de fondo) y tras una extensa exposición al riesgo de atiborrar de cadáveres en el (inexistente) jardín trasero de mi domicilio, puedo decir que:

    1) Mis relaciones familiares y afectivas con mis hijastras son excelentes, por lo menos en mi opinión (no tanto la de ellas, supongo, cuando les sermoneo con que hay que estudiar aunque el mundo exterior les insista en que no sirve para nada…). Ah, y todavía no he cometido incesto, y eso que son bien guapetonas… 😉 En fin, rarito que es uno.

    2) Admito como perfectamente posibles las estadísticas de Pseudópodo y de los autores del libro. El poder de la biología y los genes es mucho más impresionante de lo que sospechamos y de lo que queremos creer, aunque también el hombre tiene la capacidad mental y cultural para superarlo; si no fuera así, todavía estaríamos aun más esclavizados por nuestro cerebro reptiliano de lo que estamos.

    3) Me parece exagerada mi catalogación como «problema grave», a no ser que incluyamos como problemas graves las mujeres que trabajan (y que se arriesgan a ser apaleadas por sus machistas maridos), los homosexuales (que provocan que los discriminen por su orientación), los inmigrantes (que provocan la xenofobia), etc, etc. Es decir, que el que haya una realidad no quiere decir que los problemas que «provoque» sean sólo motivados por su existencia.

    Porque si los padrastros somos un potencial problema grave para los niños, y si es «absurdo» prohibir las familias con padrastros… ¿qué hacemos con ellos? 🙂

  15. bloodykefka dijo:

    Personalmente yo hoy no estoy con Pseudópodo. Y lo de los otros factores no es un mareo de perdiz. Tú caso comparándolo con el acohol no me parece muy acertado puesto que se sabe que el ese factor si que influye (y mucho, puesto que altera los sentidos) en los accidentes de tráfico (por otro lado habría que ver si la estricta prohibición se debe a que ni siquiera se cumplían las más laxas). En el caso de los padrastros nos encontramos que los casos en los que hay malos tratos pueden ser por mucha más cosas que una cuestión de parentesco, cosas que pueden pasar en cualquier familia. La cosa está aquí en si nos preguntamos que si, a pesar de que el modelo «tradicional», en teoría, es el «mejor indudablemente» (nótese el entrecomillado), pues que da menos o menos graves problemas, esto se traduce en que una familia, por el mero hecho de ser «familia con padrastro» sea peor per se, lo cual dudo mucho.

    De hecho yo diría que incluso, existiendo ese factor «padrastro», y no niego, este podría incluso ser un agravante y no una causa de un problema ya existente. Ejemplo:

    1: Supongamos que tenemos una dos familias donde se dan malos tratos, una tradicional y otra con padrastro.
    2: Suponemos que realmente el vínculo entre el padrastro es más debil que el del progenitor que realiza los malos tratos en la familia «tradicional». Esto implicaría obviamente una menor empatia por parte del padrastro.

    ¿Qué significa esto? Que quizás, una menor empatía implica un maltrato más cruel o más frecuente, pero no ha de ser necesariamente el origen del maltrato.

    Es más, aquí hemos supuesto que el factor empatía viene implícitamente dado por la consanguinidad de dos personas, lo cual es muy simplón. Incluso el propio vínculo es afectado por millones de cosas. Quizás, a igualdad de condiciones, el parentesco de «un plus» que está ausente en cualquier otra relación (un ejemplo de eso sería el instinto maternal)… pero es que en la vida real, las condiciones nunca son iguales, a lo sumo similares. Por tanto, no es una cuestión de buenismo, es que aludir simplemente al «factor padrastro» y olvidarse del resto, es muy reducionista.

    Así que quizás el debate lo deberíamos plantear no en decir si el «factor padrastro» existe o no, sino en cuál es su importancia en relación al resto.

    Por último, suscribo el punto 2 de clodoveo (que de hecho es lo que hablábamos del nature vs nurture XD).

  16. loiayirga dijo:

    Agradezco que Pseudópodo no se ande por las ramas y hable “a lo burro”. Tampoco ha sido tan doloroso. ¿o sí?
    Clodoveo11, como tú mismo sabes, un caso, dos o tres casos individuales no tienen nada que ver con la estadística. Habrá padres concretos muchísimo peor que algún padrastro pero no hablamos de casos concretos sino de “categorías”. Y ser vecino del tipo al que le tocó el gordo de Navidad no invalida la escasa probabilidad (conocida previamente) de que te tocara a ti.
    Preguntas ¿qué hacemos con los padrastros ahora que los tenemos? Lo mismo que yo creo que hay que hacer con las familias monoparentales: intentar que no aumenten, pero tratar con respeto a las que hay.
    A mí me parece que la clave está en EL IDEAL: Qué ideal de familia se fomenta. No se habla de perseguir a los padrastros, pero no decir que todo da lo mismo.
    Se quiera o no, toda sociedad fomenta determinadas conductas y censura y desanima para otras. Lo de “todas la familias son válidas y no hay razón para imponer un modelo” es pernicioso. Parece que al menos es pernicioso (o puede serlo) para los hijos de las familias con padrastros. La clave está en fomentar el ideal. No se trata de tratar mal ni de hacer de menos a nadie. Pero sí hacer de más al que es más. Ensalzar lo bueno, aspirar a lo excelente y alabarlo es lo que conviene. Aun a riesgo de que quien no llegue a lo óptimo se ofenda. Y cuando una sociedad ensalza lo mejor está invitando a todos a conseguirlo. Por ejemplo, si el divorcio genera conflicto, desestabilización para los hijos y daño es bueno ENSALZAR AQUELLAS PAREJAS QUE CONSIGUEN LLEVARSE BIEN Y SEGUIR JUNTOS. Eso es un logro, es un éxito, es algo bueno y todo el mundo debería reconocerlo. El divorcio puede ser algo bueno cuando la convivencia es aún peor. Pero eso no lo hace un bien. Lo hace un mal menor. Lo bueno (especialmente para los hijos, pero también para ellos) es que los componentes de la pareja se quieran y formen un hogar estable y feliz. Y eso debería reconocerlo todo el mundo y aspirar a ello. El hecho de que ese ideal coincida con “el matrimonio cristiano” (hoy en día repudiado por la opinión pública como todo lo cristiano) no lo invalida como ideal. Machado decía “No vamos a dejar de creer en Dios por el hecho de que también crean en él los sacristanes”.
    En algunos estados americanos (tengo noticia) las parejas que quieren divorciarse han de pasar antes por un terapeuta familiar. Esto no hace imposible el divorcio, pero intenta disminuir su número. La estabilidad de la pareja es un bien que quieren proteger. En España algo así sería acusado de “carca”, como si nuestras leyes estuvieran hechas por la Iglesia.
    Las personas sordas pueden ser tan felices como cualquiera, pero aquella pareja de lesbianas (ambas sordas) que buscaba un donante de esperma adecuado para conseguir un hijo “in vitro” sordo de nacimiento habían equivocado las cosas. No hay que discriminar a los sordos pero no hay que buscarlos deliberadamente. Lo mismo, desde mi punto de vista, exactamente lo mismo con los padrastros.

    • bloodykefka dijo:

      Bueno, realmente yo no tengo muy claro si Pseudópodo habla de familias o de «modelos» (categorías). Si es en el segundo caso, estoy de acuerdo, pero no si es en el primero.

      Por otro lado me ha gustado mucho lo que planteas, especialmente el detalle de la terapia familiar.

    • bloodykefka dijo:

      «“No vamos a dejar de creer en Dios por el hecho de que también crean en él los sacristanes”.»

      No digas eso hombre, que te van a venir unos ateos de estos cientifistas y te van a acusar de «creyente a la carta».

      Es que hoy vengo un ver un debate sobre religión en meneame y necesito desahogarme. Se leen demasiadas cosas.

  17. pseudópodo dijo:

    Aloe, cuando decía “hacerse cargo” no pretendía antropomorfizar, precisamente creía que era una expresión más neutra que otras. Y sobre el “adulterio” de los animales, bueno, era una manera abreviada de decirlo, no hay que buscar tres pies al gato.

    Cristina, puede ser que no haga falta apelar a la genética, pero el efecto es tan fuerte (Daly y Wilson al principio no se creían sus resultados) y encaja tan bien con toda la teoría de la selección sexual, y con lo que ocurre con otras especies, que resulta una explicación muy atractiva. No me cuadra además la hipótesis de la impronta que mencionabas arriba, como explicación para que se desarrolle el cariño por un niño al que conoces desde bebé, porque el “efecto Cenicienta” es precisamente más fuerte con los bebés (recuerda que en adolescentes los malos tratos por padrastros eran “sólo” 15 veces mayores, en vez de 100). Esto sí encaja bien con la hipótesis genética: cuando el hijastro ya es mayorcito, estorba menos al éxito reproductivo del padrastro. Es un “enemigo” mucho mayor el bebé, que tiene por delante muchos años de cuidados maternos… (En el caso del tabú del incesto sí que parece muy creíble la hipótesis de la impronta).

    Clodoveo, ya te notaba algo siniestro de siempre a ti… 🙂 ¿Qué se puede hacer con los padrastros? Pues nada: también sois hijos de Dios. Ahora en serio, lo que quería decir “a lo bestia” en el comentario anterior era simplemente que deberíamos ser conscientes de este hecho, y no vivir en la inopia. Igual que es bueno ser conscientes de que el alcohol nos afecta al conducir.

    Por ejemplo: cuando se piensa en las consecuencias de un divorcio para los hijos, este es un hecho que hoy no se suele tener en cuenta. Pero a lo mejor había que reconsiderar aquello que, como decía Cristina, se oía antes de que “hay que aguantar por los niños”. O también: cuando se forma una familia reconstituida, el dogma bienpensante minimiza las dificultades. Eso puede llevar a problemas que a lo mejor se evitaban con unas expectativas más realistas. Otro ejemplo: hace algún tiempo leí un reportaje sobre los problemas en familias con hijos adoptados, y se decía que eran muchísimo más frecuentes de lo que se cree, porque es algo que suele ocultarse (¿no es una vergüenza que luego no quieras a esa pobre niña que has traído de la India?). Etcétera.

    Lo del “problema grave” no estaba seguramente demasiado bien expresado. Una familia con padrastro concreta seguramente no será un problema, porque los malos tratos siguen siendo muy minoritarios aún en su caso. Pero si lo miramos a nivel global, como lo haríamos con la perspectiva de la salud pública, está claro que tener un padrastro es un factor de riesgo para recibir malos tratos, y es algo que se debería vigilar, como se vigila la hipertensión que es un factor de riesgo para el infarto… Y por lo demás, Clodoveo, creo que tengo que darte la enhorabuena.

    bloodykefka, acabo de ver el comentario de loiayirga mientras escribía este, y veo que ha contestado alguna de las cosas que planteabas. Por mi parte, aclaro: los malos tratos pueden ser por más razones que no están relacionadas con el parentesco, obviamente; por ejemplo, el nivel de pobreza. Pero el estudio de Daly y Wilson y los de otros que han venido después tienen en cuenta esos factores (han controlado esas variables, que se dice en estadística). Así que su resultado significa que “a igualdad de otros factores” (caeteris paribus, con el latinajo que nos gusta a Aloe y a mi), en una familia “con padrastro” es 100 veces más probable que los niños (pequeños) reciban malos tratos graves que en una familia “tradicional”. Esto no significa en absoluto que una familia concreta con padrastro sea peor per se que otra familia tradicional concreta. Yo conduzco muy mal y seguro que Fernando Alonso me da cien vueltas aunque se haya bebido un par de cubatas. Pero esa comparación no es caeteris paribus: habría que comprar a 1000 conductores del montón sobrios, con otros 1000 conductores del montón que se han tomado un par de cubatas. Aquí el resultado sería indudable, aunque sigo pensando que no llegarían a tener 100 accidentes más…

    Creo que esto aclara que no es reduccionista referirse sólo al factor padrastro: en las estadísticas están todos los demás factores, con los mismos pesos en los dos grupos, se supone, de modo que cualquier diferencia sólo puede ser achacada al factor padrastro. Lo impresionante es que ese factor sea un factor 100…

    • bloodykefka dijo:

      Ok, entonces déjame plantearlo de este modo. Aceptamos barco y partimos de que, dadas dos condiciones iguales, el factor padrastro será el que influye. Sin embargo, ya lo he dicho, este escenario es muy hipotético y en la realidad cada familia será un mundo. Por tanto, aquí mi pregunta es ¿Cuánto influye el factor padrastro EN RELACIÓN AL resto? Yo creo que aquí está el quid de la cuestión.

  18. loiayirga dijo:

    Y sin pudor ninguno (¡¡para qué!!)
    invitándolos a mi blog.
    .Medicinas contra el divorcio

  19. pseudopodo, no esperes entender los cuentos si no eres abuela que ha vivido mucho… las historias las forma, o deforma, el narrador. No obstante, en Blancanieves es casi obvio, la madrastra con celos de que la hijastra es mas guapa y la ve como competencia… ¿de quien?. O es tambien un poco ligera de cascos, o compite por su marido.
    Ahora, sin madrastra siquiera, hay algunos muy explicitos. La mejor recopilacion en castellano es «Cuentos al amor de la lumbre», quizas con el inconveniente de que son reconstruidos y no puramente recogidos… un poquito a lo Grimm. Te leo de «Los tres trajes», que es una variante local de Cenicienta.

    <>

    Lo que no quita que haya cuentos de madrastras que van mas en la linea de lo que decis, de quitar a unos hijos para poner a otros. En la misma colección, «estrellita de oro», sin ir mas lejos.

    • Hmm, el fragmento entre corchetes:

      «·pero la madre murio en el parto. Antes de morir, le dijo a su marido que nunca se volviera a casar si no era con una como ella.
      Pasó el tiempo… De tal manera que el padré se enamoró de la hija, y como su mujer le habia dicho que no se casara sino con una que se pareciese a ella, fue y le dijo a su hija que se tenia que casar con él.
      La niña fue y le contó a una vecina lo que le habi dicho su padre, y la vecina le dijo:
      -Dile a tu padre que te casarás con él si te trae tres vestidos: uno de sol, otro de luna y otro de estrellas
      …[con los tres trajes, la nila huye, vestida de pastora andrajosa]…
      Y asi entro de criada en el palacio.
      Una vez iba a dar una fiesta [etc etc]»

      • Aloe dijo:

        Una bonita variante de la familia de cuentos tipo «Piel de Asno», que se refieren todas a la hija escapando del estupro de su padre. Muchas variantes no lo cuentan tan claro, lo que también debería darnos que pensar.
        Por cierto, que la historia tradicional en que se basa «El rey Lear» pertenece según parece a la misma familia de cuentos.
        Una historia real de ese tipo es la de la familia Cenci, narrada pro Stendhal. Una historia muy triste, aunque para Stendhal era solamente morbo. De estas cosas siempre se han ocultado la mayor parte. Yo por eso me cuesta creer las estadísticas de asuntos turbios familiares recogidas en cuestionarios o atestados sin más. En esos datos falta casi todo, porque casi todo permanece secreto.

    • pseudópodo dijo:

      Pues tengo ese libro (2 tomos en Alianza), aunque lo he leído poco. No veo claro que la madrastra de Blancanieves compita por eso, pero es que soy un inocente… En cuanto a lo de la presencia del incesto, en el fragmento que citas sí está muy clara… pero tampoco desmiente que los padrastros sean malos. En realidad, sospecho que debe haber muchos casos en los que se alude a la violación por parte del padrastro, que debería ser habitual…

      • bloodykefka dijo:

        Bueno yo no es por meterme mucho, pero por poder puede ser cualquier cosa. Recordemos que en la versión original de Blancanieves (la medievla, no esa pastelada de los hermanos Grimm), ella y el Principe Azul al final obligaban a la Madrastra a caminar con unos zuecos de hierro recien salidos de la fundición…

      • Lo malo de Almodovar es que reconstruye y no indica de que informantes ha salido cada tema; es cierto que los Grimm hacian lo mismo, pero vamos ha llovido mucho desde ellos. Quizas en otras publicaciones más eruditas ponga mas detalle. En cualquier caso, el prologo, si mal no recuerdo, tambien tiene una sección en la que discute explicitamente los cuentos de «niña perseguida», como él los llama.
        Tambien resulta curioso, aunque no venga al caso y mas bien puede indicar obsesiones de los investigadores, eso de que los siete enanitos sean los hermanos de la pequeña y que tambien ellos trazan entonces, al acogerla, una linea de defensa respecto a cómo de intima puede ser su relación mientras conviva con ellos.

  20. Folks dijo:

    ¡Inyecciones de Occitocina Para Padrastros Reales Ya! (Como lema quinceemero es malo, lo reconozco)

  21. Clodoveo11 dijo:

    Está claro que la gente se divorcia, arrejunta, adopta, etc muy a menudo con extrema ligereza y sin sopesar las consecuencias, o más bien sin una justificación nítida y racional para hacerlo. Lo cual después lleva a consecuencias catastróficas. Y que si se pensase en que el divorcio es sólo un mal menor al que se acude tras agotar todas las posibilidades factibles, si se preparase y afrontase conscientemente la paternidad no biológica, etc, reduciríamos considerablemente el riesgo de que tales cosas acabasen como acaban. Dicho esto, y sacando la consecuencia subrepticia de ello (que la gente, a menudo, o es o se comporta como imbécil… 🙂 ), tampoco me convence que exista un «ideal» de relación o convivencia o familia, y precisamente por eso, porque muy a menudo tales familias «ideales» se constituyen con la misma ligereza e inconsciencia que las otras, y que sólamente la costumbre, el qué diran o el entorno las perpetúa vacías de contenido o en condiciones infernales. El problema, más que en que un tipo de relación sea más «ideal» que otro (y aceptando los condicionantes genéticos, así como la necesidad humana de superarlos) reside en que la gente no mide a fondo y en su extensión las consecuencias de sus actos. Osea, que hacen el imbécil. 😉

    O por lo menos, así opino…

  22. josele dijo:

    buenas

    mi mujer, que siempre tiene razon, pa eso está, dice que el problema no está en los padrastros, sino en las familias desestructuradas, o sea, no en las familias que no son o se reconstituyen, sino en las desestructuradas, en las que hay cienes de poblemas que surgen a traves de variaciones como alcol, malos tratos, votantes de ese partido que todos sabeis, etc

    o sea, que cuando el cuento se rompe, lo normal es que la familia tambien

    o sea, que si la estructura no chuta, no hay cuento (metaforizo; quiero decir que el papa no le cuenta el cuento a los nenes siendo pequeños, sino que les educa a hostias)

    construir a partir de cachitos es muy dificil; pero no imposible. Ahora bien, hacer astillas del arbol caido, pues eso…

    Lo de Cenicienta tiene su aquel; el origen real esta en una historia que ya narra Herodoto, para el que le guste la historia… una cortesana que cayo en gracia y le fue bien en Egipto… la leyenda del zapato vino adhoc

  23. pseudópodo dijo:

    Atando algunos cabos…

    Se me olvidó comentar a Cristina, que desconfiaba de que la explicación al efecto Cenicienta fuera el genético, que hay un tanto muy fuerte a favor de la psicología evolutiva en este tema: que fue precisamente un argumento evolutivo el que llevó a predecir el fenómeno y a buscar los datos, y la predicción se demostró cierta. Este tipo de confirmación es la más convincente para una teoría científica: piensa por ejemplo (salvando las distancias) en la teoría de Maxwell prediciendo las ondas electromágnéticas y Hertz encontrándolas después…

    bloodykefka pregunta ¿Cuánto influye el factor padrastro EN RELACIÓN AL resto? Yo creo que aquí está el quid de la cuestión. Efectivamente es importante eso, nadie dice que los padrastros sean los únicos factores que influyen en los malos tratos. Pero en el libro no tratan este tema, lo que hacen es aislar este factor y medir su efecto caeteris paribus. Si alguien tiene datos sobre esto, estaría bien traerlos aquí. Pero me cuesta creer que los efectos de factores como el nivel económico o de estudios puedan ser ni siquiera comparables, porque un factor 100 es realmente una barbaridad.

    Clodoveo, es muy interesante eso que dices. Pero yo haría una interpretación distinta a la tuya. Es cierto que la gente se comporta con mucha ligereza cuando “se divorcia, arrejunta, adopta, etc”, y es cierto también que a menudo cuando forma una familia “tradicional” también lo hace con la misma ligereza. Seguramente en promedio unos son tan poco responsables como los otros. Pero precisamente porque somos irresponsables tienen valor las tradiciones. La familia tradicional es un arreglo de convivencia que no garantiza que las cosas vayan a salir bien, pero que, como diría un ingeniero, es más “robusto” que otros arreglos. Es decir, que con los mismos materiales humanos y en las mismas circunstancias económicas, etc (caeteris paribus, una vez más), da mejores resultados estadísticamente. Que con los mismos materiales puedes construir diferentes estructuras y que unas funcionan mejor que otras nadie lo discute en arquitectura, pero si en lugar de una casa hablamos de un hogar, de repente saltan las alarmas de la corrección política y le encontramos un montón de peros y hasta decimos que es un argumento retrógrado, etc (no digo que sea tu caso, Clodoveo).

    Yo creo que el trabajo de Wilson y Daly es muy importante porque, además de demostrar con datos la superioridad como estructura de la familia “tradicional” (=ambos padres genéticos) al menos en un aspecto muy importante (el de los malos tratos), da una explicación científica a este hecho al encuadrar la cuestión en la teoría evolutiva y en concreto en la selección sexual.

    Y que conste que no digo que no pueda funcionar bien una familia “no tradicional”. Sólo que seguramente ponerla en pie va a exigir mucho más esfuerzo, y va a ser más frágil y con unos costes de mantenimiento y un desgaste mayores. Como la arquitectura contemporánea en comparación con la tradicional, vamos.

    Aloe dice que El factor de incremento me parece completamente desmesurado. Me gustaría ver los datos brutos maś de cerca, porque no me creo que no estén sesgados. (…) Para empezar, querría ver la fuente: ¿son las denuncias? Todo esto lo tratan extensamente los autores en el libro, y entenderás que no puedo reproducirlo aquí (pero el libro puedes encontrarlo en liquidación muy barato, yo lo compré la librería París-Valencia (de Valencia) por 2 euros ;- ) ). También te puedes imaginar que no te aceptan un paper en el Science si no justificas todo esto… Uno de los puntos fuertes del estudio, precisamente, es que para evitar cualquier sesgo de ese tipo empezaron por centrarse en los malos tratos con resultado de muerte, casos que, obviamente, no se pueden ocultar. Luego se tuvieron en cuenta otros malos tratos menos graves, y se mantenía la desproporción, aunque no tan extrema.

    En cuanto a esto: Un factor tan brutalmente alto no parece normal en una sociedad con una tasa de violencia general baja (como la nuestra, por ejemplo), si lo piensas bien, es un non sequitur: ¡que un número sea pequeño no quiere decir que no se le pueda multiplicar por 100!, al contrario, es más fácil ¿Es inverosímil que el Dr Jeckyll se convierta en Mr. Hyde por ser un padrastro? En realidad, todo el que comete un crimen por primera vez lo hace, y nadie dice que esos padrastros violentos (que, no lo olvides, siguen siendo muy pocos) fueran antes unas hermanitas de la caridad. Seguramente eran unos animales… pero no con sus hijos genéticos.

    Nunca me voy a creer que la tasa de maltrato por parte de padrastros sea más alta (sino lo contrario) que la tasa de malos tratos y abusos en niños institucionalizados (donde se dan exactamente las mismas razones de ausencia de vínculo biológico que inhiba el maltrato) Yo también creo que esa tasa tiene que ser muy alta. Que lo sea mayor que en el caso de los padrastros, no lo sé, y sería interesante que se investigara.

    josele: Toi agotao: sólo puedo decir que tu mujer, como la
    mía, seguro que tiene razón…

    • Cristina dijo:

      Me has convecido, Pseudópodo 🙂
      En cualquier caso, con mi comentario trataba de distinguir entre lo que Aloe llamaba “convivientes” o “consortes eventuales”, que no me extrañaba nada que no se sintieran vinculados afectivamente con los hijos de su pareja, y experiencias realmente paternales como la que ha contado Clodoveo y la de mi propio hermano.

  24. Nati dijo:

    Amo las discusiones científicas. Me siento celosa porque mi pareja tiene dos hijas de un compromiso anterior y cuando pienso en que la ciencia me respalda, entonces me siento mucho mejor.

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