Cientifistas en pie de guerra

Ya había leído que el último libro de Dawkins, The God delusion (todavía no traducido) está levantando bastante polvareda. Arcadi Espada mencionaba hace poco «la cruzada de Dawkins y Dennet contra Dios» en una breve entrevista a Mario Bunge. Bunge se mostraba poco impresionado: respondía que esa cruzada empezó en el siglo XVIII y añadía una venenosa apostilla: «Dawkins y Dennet son los dos únicos filósofos millonarios».

Pero no todo el mundo tiene la retranca de Bunge, y parece que la polvareda va a mayores, al menos según el New York Times, que en su reseña de un foro sobre Ciencia y Religión en el Salk Institute asegura que…

«…lo que podría haber sido otro educado diálogo más entre ciencia y religión comenzó a asemejarse a la convención fundacional de un partido político construido sobre un solo punto: en un mundo peligrosamente cargado de ideología, la ciencia necesita adquirir un papel evangélico, compitiendo con la religión como narradora de la mayor historia jamás contada».

Parece que algunos, efectivamente, se desmelenaron. Steven Weinberg, premio Nobel de Física, afirmó que “el mundo necesita despertar de su larga pesadilla de creencia religiosa” y añadió que “los científicos debemos hacer cuanto podamos para debilitar la influencia de la religión, y esto podría ser a la larga nuestra mayor contribución a la civilización”.

Por su parte, Richard Dawkins dijo estar “completamente harto del respeto con el que todos tratamos a la religión”, y comparó el “lavado de cerebro” al que se somete a los niños al darlos una educación religiosa con los malos tratos («child abuse»).

¿Se han convertido los científicos en una panda de fanáticos? (¡Cómo si hubiera pocos!)

No. Lo cierto es que las opiniones de Weinberg y Dawkins son consideradas como muy extemistas por la mayoría de los científicos. El sentir general está mucho más en sintonía con la postura del físico Lawrence M. Krauss. Aunque se presentó como no creyente, señaló que “la cuestión de si hay algún tipo de ser sobrenatural no es contestable por la teología, la filosofia y ni siquiera por al ciencia”. Para Krauss, «la ciencia no hace imposible creer en Dios. Deberíamos reconocer ese hecho, aprender a vivir con él, y dejar de ser tan presuntuosos».

[Aquí, tres enlaces con otras tantas réplicas a Dawkins, ordenadas por contundencia creciente y extensión decreciente: Marilynne Robinson, Terry Eagleton y Keith Burgess-Jackson]

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10 respuestas a Cientifistas en pie de guerra

  1. Daniel dijo:

    Afortunadamente son más los que confían en el diálogo y el respeto, espero. Creo que el contraste entre la postura de Dawkins y la de Krauss pone en evidencia la calidad ética de uno y de otro. La ciencia no es el problema, ni la religión es el problema. El problema está en el respeto, hacia la propia disciplina/fe y hacia el que está enfrente. Eso de lo que el tal Dawkins está «completamente harto»…

  2. Daniel dijo:

    Al decir «el problema está en el respeto», obviamente quiero decir que el problema está en la falta de respeto.

  3. pseudopodo dijo:

    Hola, Daniel,

    Yo también creo que el contraste ente la postura de Dawkins y de Krauss dice mucho de la “calidad” de cada uno. No me atrevería a decir que de la “calidad ética”, pero sí que de la “calidad personal”. La ciencia es muy absorbente y hay, por desgracia, mucho “workalcoholic”, gente que no tiene una vida social y emotiva muy completa. A mí Dawkins me da la impresión de que, como se suele decir, “le falta un hervor”.

    No sé si has leído Retorno a Brideshead; hay un personaje llamado Rex Mottram que es un triunfador social; pero su mujer acaba separándose de él, y cuenta que “No era en absoluto un ser humano completo sino un trocito de ser humano, que se había desarrollado de una manera extraña, poco natural; como dentro de una botella, como un órgano mantenido vivo en un laboratorio. Yo creía que era algo así como un salvaje bueno, pero me equivoqué; era algo absolutamente moderno y al día, que sólo esta época espantosa podría producir”. Esa es la impresión que me da Dawkins…

    Y totalmente de acuerdo contigo con lo que dices sobre el respeto…:-)

  4. Luis dijo:

    Hola amigos, comparto las anteriores opiniones. La ciencia es maravillosa, pero el cientificismo tiende a ser un poco dogmático e intolerante (como el fundamentalismo religioso). Esto es una consecuencia psicológica de creer que se tiene la verdad exclusiva y excluyente sobre la realidad. (Otro asunto es que tal verdad exista o no, que se pueda alcanzar, etc. que es un asunto gnoseológico, no psicológico).

    La ciencia tiene su puesto, la filosofía el suyo, y la religión también el suyo (aunque en algunos casos se solapen o relacionen, no son lo mismo, y no debe ninguno absorber completamente al otro).

    Un ejemplo de cientificismo, disfrazado de «escepticismo» (en realidad, pseudoescepticismo, como veremos más abajo), es el de los autocalificados «escépticos». Es importante identificarlos y conocerlos con precisión, para no ser engañados por su retórica «científica» (pseudocientífica). Sintetizo mi opinión sobre ellos en los siguientes puntos:

    1)Aclaro que no creo que existan los fenómenos paranormales, o al menos, los considero extremadamente improbables.

    2)Estoy de acuerdo con la crítica a la pseudociencia y a la charlatanería, siempre que esta crítica sea racional, científica, educativa y respetuosa de la lógica y de la dignidad humana (es decir, que no suponga insultos personales a los creyentes o “investigadores” en estas áreas). No tenemos que ser soez ni vulgares para que nuestra crítica sea eficaz. Como señaló Daniel, es un asunto de respeto por los demás, no solo de «tener razón» e imponerla como sea «en el nombre de la razón» (o de Alá).

    3)Como el mismo Mario Bunge ha explicado, el escepticismo correcto es el metodológico, es decir, el que se emplea como duda ante las afirmaciones no probadas (no solo sobre lo paranormal, sino en cualquier área). Este es el mismo concepto que aparece en las páginas “escépticas” (aunque raramente lo aplican)

    Sin embargo, si analizamos críticamente la literatura “escéptica”, nos encontraremos con los siguientes aspectos:

    a)Los “escépticos” de lo paranormal, no dudan de ello sino que niegan su existencia. Luego, por definición, no serían escépticos sino pseudoescépticos (al hacerse pasar por escépticos, cuando no lo son). (No critico que se niegue de lo paranormal, sino que denuncio la impropiedad con la que usan el término escéptico)

    ¿Puedo ser escéptico de la virgen maria, a la misma vez que afirmo categóricamente que existe y que hay que rezarle todos los días? Evidentemente no. Así mismo, ¿puedo ser escéptico de la virgen maría a la misma vez que asevero categóricamente que no existe, y que todo el que crea en ello es un crédulo, un magufo, un irracional? Evidentemente no estoy siendo escéptico, porque no estoy suspendo mi juicio al respecto, sino que afirmo con contundencia su inexistencia. Tengo un juicio ya formado al respecto, no una duda.

    Esta es la razón por la cual, en el diccionario de filosofía, Bunge afirma: “El escepticismo metódico debiera ser la norma de todas las búsquedas racionales: solo se duda cuando existe alguna razón para dudar” (Luego, si no hay razón para dudar, no tendría sentido dudar. Por ejemplo, los científicos no son escépticos de la existencia de los planetas, sino que afirman categóricamente que existen. Tampoco son escépticos de las leyes de la termodinámica, ya que no hay razón para tal escepticismo.)

    ¿Somos escépticos de que existe internet? No. Por el contrario, estamos convencidos de que existe y lo afirmamos con seguridad. De la misma manera, si asevero que todo lo paranormal es falso, o en lenguaje “escéptico”: que es una memez, una chorrada, una irracionalidad, etc. no estoy dudando, sino aseverando firmemente mi juicio al respecto.

    Repito, me parece válido negar la existencia de lo paranormal (con base por ejemplo a su incompatibilidad con leyes científicas conocidas), pero en ese caso no estaríamos actuando como escépticos de lo paranormal, ya que no dudamos de su existencia, sino que la negamos (basándonos en la ciencia). Es deshonesto hacer pasar nuestro juicio formado en contra de lo paranormal como actitud “escéptica” o de duda.

    b)Los “escépticos” se autocalifican de defensores de la racionalidad, la lógica, la ciencia, etc. pero emplean conductas irracionales. Por ejemplo, califican despectivamente a los creyentes en pseudociencias como “magufos”, “ignorantes”, etc. ¿Cuando se ve en la literatura científica académica semejantes apelativos?

    c)No son autocríticos ni críticos de otros escépticos: Nunca verán a James Randi criticando a Martin Gardner, ni Susan Blackmore criticando a Ray Hyman, ni a éste último criticando a Richard Wiseman, ni a Javier Armentia criticando los trabajos de Ares de Blas. (Esto es muy curioso, ya que es constumbre entre los científicos criticarse entre sí en la búsqueda de la verdad. ¿Por qué lo “escépticos” se comportan de esta manera?) En este punto, se comportan como una cofradía que se protege a sí misma y se apoya mutuamente, y no se cuestiona críticamente su propia conducta (aunque sí la de los demás).

    Cuando los criticias (ej: alguno de sus textos o artículos), responden acusándote de defensor de lo paranormal, de magufo, de charlatán, de pseudocientífico, etc. Confunden la crítica al pseudoescepticismo con la defensa de lo paranormal (por esta razón, no se critican entre ellos). Esto recuerda a los fundamentalistas cristianos para quienes cualquier argumento contra la biblia es obra de «satanás».

    d)En sus críticas, usan argumentos ad hominem (sea directamente a través de motes como magufos o charlatanes; sea en forma indirecta a través de ironías, burlas, que eufemísiticamente ellos llaman “sentido del humor”)

    Como señalé anteriormente, si algún defensor de lo paranormal hace una crítica objetiva al pseudoescepticismo, el pseudoescéptico inmediatamente responde con algo parecido a esto: “el magufo y creyente en pseudociencias dice que nosotros…” (lo cual supone de entrada una descalificación). Generalmente, a esto le sigue una larga lista de falacias en latin (para impresionar e intimidar al lector común) que supuesta o realmente cometió el “magufo” en su réplica. Pero el fondo de la cuestión casi nunca se toca. La crítica puede ser correcta, pero el pseudoescéptico solo se queda en las falacias, en la descalificación, y en la defensa a ultranza de su posición, sin ponderar objetivamente la legitimidad de la crítica efectuada por el “magufo”.

    Como sabemos, una verdad puede ser defendida con argumentos falaces. Refutar la falacia no refutaría la verdad de la conclusión (aunque sí debilitaría el argumento). Por tanto, el buscador de la verdad y pensador crítico, no se fija solamente de la debilidad del argumento, sino también de la verdad/falsedad de la tesis que se defiende (que es más importante que los argumentos para justificarla). Incluso, el buscador de la verdad trataría de encontrar los mejores argumentos, a favor y en contra, de la tesis en cuestión.

    e)Tienen un inexplicable y pueril fanatismo por lo paranormal y parapsicológico. En su literatura, no se analizan temas científicos complejos, sino que continuamente se habla de ovnis, fantasmas, duendes, reencarnación, astrología, la Tierra hueca, la curación por la fe, y temas similares. Si estos temas son memeces o irracionalidades, ¿por qué tanto interés por ellos? ¿Por qué malgastar su tiempo, intelecto y esfuerzo en tales asuntos? ¿Por qué esa fijación con este tema? Ellos podrían argumentar que su finalidad es educar al gran público… pero de ser así, ¿por qué califican al que cree en tales cosas, que es precisamente el gran público, como crédulos, magufos, estúpidos, irracionales, ignorantes, etc? Es como si yo quisiera educar a mi hijo llamándole imbécil, retrasado mental, infeliz, bestia… (en este caso, no solo estaría demostrando mi mala educación y mi talante soez y vulgar, sino mi incapacidad de razonar lógica y rigurosamente sin ofender personalmente a mi destinatario)

    La mayoría de personas adultas (en vez de estar pensando y escribiendo en revistas, foros y blogs sobre brujas, zombies, duendes, extraterrestres y monstruos, ej: el del Lago Ness) se dedican a ocuparse de asuntos complejos de su profesión (si la tienen), o de asuntos prácticos del día a día (ej: la educación de los hijos, la mejora de la relación de pareja, la estabilidad laboral, etc.). Es curioso que los pseudoescépticos (muchos de los cuales son mayores de 40 años de edad… y de los que uno esperaría una actividad más madura y productiva), que califican de idiotez, chorrada o memez todos estos temas, sean los que más obsesión tienen con estos asuntos y más tiempo y esfuerzo le dedican…

    f)Los pseudoescépticos, en general, no hacen experimentos sobre lo paranormal, en otras palabras, no investigan sobre estos temas. Esto es consistente con su fuerte creencia pseudoescéptica de que lo paranormal es una memez, una estupidez, una idiotez. Pero no es consistente con la actitud escéptica real (ver más abajo el ejemplo de Carl Sagan)

    La “investigación” pseudoescéptica consiste únicamente en leer lo que hacen los partidarios de lo paranormal, y criticarlo (acusándolo de fraude, aunque no presenten pruebas; o señalando errores metodológicos, muchas veces falsos).

    Sin embargo, un verdadero buscador de la verdad, un escéptico crítico real de mente abierta, estaría dispuesto a realizar experimentaciones científicas en asuntos paranormales. Un ejemplo de ello es Carl Sagan (quien era realmente escéptico de lo paranormal, aunque no pseudoescéptico), quien en su libro “Cerebro de Broca” sugirió el siguiente experimento (que cualquiera puede hacer) para probar la existencia de la proyección astral: ” Se le pide a un amigo que, en nuestra ausencia, coloque un libro en algún elevado e inaccesible estante de la librería, de modo que no sea posible ver su título. Si creemos experimentar una experiencia proyectiva, flotemos hasta la parte alta de la habitación y entonces podremos leer el título del libro en cuestión. Cuando nuestro cuerpo vuelva al estado normal de vigilia y podamos indicar correctamente lo leído, tendremos una prueba fehaciente de la realidad física de la proyección astral. Desde luego, no debe existir ningún otro posible medio de conocer el título del libro, como por ejemplo entrar solapadamente en la habitación cuando nadie nos observe o recabar información de nuestro amigo o cualquier otra persona enterada del asunto. Para evitar esta última posibilidad, el experimento debe realizarse “doblemente a ciegas”, es decir, que la selección y ubicación del libro debe hacerla alguien a quien no conozcamos y que a su vez no nos conozca en absoluto, y ésta será precisamente la persona encargada de juzgar si nuestra respuesta es correcta.” (Cerebro de Broca, p.p. 35 y 36)

    Sagan agrega que, hasta donde él tiene conocimiento, nadie a obtenido una evidencia positiva usando un experimento como este.

    Pero adviértase que Sagan señala que, en caso de ser positivo el experimento, “tendremos una prueba fehaciente de la realidad física de la proyección astral”. En otras palabras, Sagan está dispuesto a aceptar el fenómeno si la experimentación lo prueba como cierto. No niega dogmáticamente la posiblidad de su existencia a priori (aunque él pudo pensar que tal fenómeno no era probable) Y no mete sus prejuicios y creencias personales como argumento para rechazar o tergiversar la evidencia (en caso de que ésta se obtuviera). Por el contrario, PROPONE un experimento que nos permite salir de dudas (para el escéptico real, que duda del tema)

    Pongo esta referencia, como criterio de distinción entre el verdadero escéptico ( que ama y busca la verdad, así sea contraria a sus prejuicios más íntimos, y está dispuesto a aceptar la evidencia en caso de que exista) del pseudoescéptico, que niega con violencia todo lo que sea paranormal y hace juicios negativos a priori (aunque llamándose al mismo tiempo “escéptico”).

    Después de haber tratado con pseudoescépticos por más de 10 años, de conocer a fondo su literatura y sus actitudes, puedo recomendarle a todo lector lo siguiente:

    1)Familiarizarse con el pensamiento crítico.

    2)Aplicar lo aprendido sobre pensamiento crítico contra los propios escépticos. Es decir, evaluar críticamente la literatura “escéptica”, especialmente buscando la presencia de falacias, las premisas tácitas, las contradicciones, el tipo de lenguaje que usan, la forma de responder a las críticas, etc. En otras palabras, ser escéptico de los “escépticos” (Este punto es el más importante. En mi experiencia, quienes hacen estos sistemáticamente, dejan progresivamente de ser pseudoescépticos, y se transforman en verdaderos pensadores críticos)

    3)Buscar literatura y páginas web donde se critique el falso escepticismo, y evaluar objetivamente la pertinencia y legitimidad de tales críticas (más abajo pongo algunos links de interés)

    4)Aplicar el pensamiento crítico a todas las actividades, no solo a lo paranormal. (No caer en la trampa pseudoescéptica de creer que pensamiento crítico es sinónimo de crítica a lo paranormal. En realidad, la crítica a lo paranormal es UNA de las muchas aplicaciones del pensamiento crítico)

    5)No dejarse intimidar por la fraseología ad hominem pseudoescéptica (especialmente, por las acusaciones de magufo, charlatán, pseudocientífico, crédulo, etc.) Tener el valor de formarse sus propias opiniones, en base al exámen crítico de todos los temas y de toda literatura (incluyendo la pseudoescéptica)

    El fenómeno del pseudoescepticismo ha sido estudiado en profundidad, aunque en español no se encuentran muchas referencias al respecto. Sin embargo, puedo referir algunas páginas donde se puede profundizar más si el lector lo desea .

    Sobre los pseudoescépticos:
    http://ojo-critico.blogspot.com/2006/06/luis-alfonso-gamez-arp-y-el-fraude-de.html

    Otro link complementario del anterior:
    http://www.fraudesparanormales.com/index.php?option=com_content&task=view&id=430&Itemid=45

    Lo que el escepticismo debería (y no debería) ser:
    http://www.fraudesparanormales.com/index.php?option=com_content&task=view&id=76&Itemid=45

    En inglés:
    http://en.wikipedia.org/wiki/Pseudoskepticism

    Síntomas del escepticismo patológico (inglés):
    http://amasci.com/pathsk2.txt

    También, la extensa respuesta del Dr.Gary Schwartz a la recensión que hizo Ray Hyman de su investigación con “médiums” es bastante pertinente y elocuente, no porque el Dr.Schwartz tenga razón en su trabajo (no creo que su trabajo pruebe necesariamente la mediumnidad ni lo paranormal), sino porque se demuestra la sutil, habilidosa manipulación pseudoescéptica de Ray Hyman en su recensión:
    http://www.enformy.com/Gary-reHymanReview.htm

    Por último, una controversia sobre el “efecto de marte” desenmascaró algunas actitudes de los pseudoescépticos norteamericanos. (La importancia de este link, no es si el “efecto de marte” existe o no, algo que no creo, sino las actitudes pseudoescépticas que se manifestaron allí y que son pertinentes para ilustrar mi punto):
    http://www.discord.org/~lippard/kammann.html

    Saludos

  5. pseudopodo dijo:

    Luis, además de darnos toda una conferencia en un comentario, lo que dices me descubre algo que para mí es muy interesante: el concepto de «pseudoescéptico».

    Hace mucho tiempo había leído a Gardner algo sobre el «Skeptical Enquirer», y sabía algo de su trabajo desenmascarando charlatanes paranormales. Gardner es uno de mis héroes, así que estaba bastante bien predispuesto ante el movimiento «escéptico». Pero me ha decepcionado mucho lo que he visto (básicamente a través de la web, pero también en alguna conferencia de Javier Armentia). No hace falta que me extienda en los motivos de mi decepción, porque son justamente los que expones tú aquí. Pero no había encontrado a nadie que hiciera esta crítica, por eso digo que para mí ha sido un descubrimiento (me ha encantado encontrarme con un artículo sobre «pseudoescepticismo»en la wikipedia).

    He echado un vistazo a los otros enlaces que pones y hay cosas muy interesantes también. Ese Marcello Truzzi es un descubrimiento, habrá que leer más sobre él.

    En fin, Luis, gracias y espero que sigas dejándonos tus comentarios por aquí…

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  8. edgar dijo:

    idolo, opino igual que M. Krauss.

    lo malo de esto es que se a desatado una guerra de los «ateos» contra el «dios» de las religiones. y eso NO es correcto

    las guerras se desataron por la. avaricia. el deseo de ocupar los territorios. por dinero-poder-sexo. y la religion fue el pretesto o la «causa» para hacerlo, cuando la religion condena eso.

    P.D soy ateo. pero eso no meda el derecho de insultar alos creyentes moderados

  9. Hola dijo:

    «La ciencia como tal no es un dogma.
    La religión tampoco es un dogma.
    La filosofía no es un dogma».

    Si somos objetivos, la ciencia pura es algo inherente al ser humano que busca la verdad por medio de un método.
    La religión es un sistema de creencias que mantienen la cohesión social, busca mas que nada mantener una unión.
    La filosofía ayuda a ambas para razonar y pensar.

    El problema es cuando el hombre irracional toma posesión de las tres y las desfigura, la prostituye y crea un aparato policiaco y represivo, donde se fundamente la irracionalidad y la falta de respeto. Por ejemplo:

    1. La religión por si misma no es mala, la original se trata mas que nada de entender al mundo como un ente superior o como un sistema, es decir maravillarse con la naturaleza. Su proposito real es el tener un sentido de la vida, reflexionar sobre su papel en el mundo y sobre todo el respeto.
    Pero cuando la religión se prostituye, crea imagenes, idolos, es decir el hombre o un grupo de hombres comienzan a explotar al projimo, a erigir edificaciones vanales, a fundamentar el racismo (en muchos casos), y sobre todo a usurpar y robar el dinero. Esclavizar y derramar sangre en nombre de un ente ficticio creado por ellos, es decir la tierra o la Gea es cambiada por un Dios sanguinario y vil a merced del oscurantista o del clerigo ó de un cristo contradictorio y sufrido. Todo con la finalidad de obtener riqueza y territorios. Ahora lo moderno son los misioneros con folletos que tergivestan la información. La biblia es un mal, la religión pura no lo es.
    La religión de hoy crea un aparato del miedo entre sus pobladores que viven mas en el «temor» que en la vida real para disfrutarla. Su mercantilismo la lleva a base de amuletos, imagenes, folletos y libros que el mejor publicista envidia por sus efectos persuasivos a las masas. No es de extrañar las ingentes cantidades de $$$ que mueven para comprar protección ante todo riesgo.

    2. La ciencia pura no es mala por si misma, es escuetamente el conocer por medio de un método científico. Permite saber y eliminar prejuicios o simplemente fascinar al investigador. Por otro lado cuando la ciencia se encamina por investigar solo si y solo para hacer un mal humano, es cuando la ciencia se deforma. Si bien el hacer un arma implica la curiosidad genuina de saber como funciona, es menester saber que el científico sabe que el arma puede hacer un mal sea por el o por otro grupo. No hay que confundir la tecnología.

    3. La filosofía pura no es mala tampoco per se, se trata mas de un sistema que permita inducir o deducir algo de la naturaleza para obtener un conocimiento fiel o lo mas fiel que se pueda. El problema es que la filosofía se prostituye cuando un la religión dogmatica, la ciencia dogmatica y el mercantilismo la asaltan para lucrar de una manera irracional.

    -En efecto sabemos que la religión, la ciencia y la filosofía son productos humanos encontrados casi en cualquier civilización, pueblo o nación. El problema es cuando surgen defensores del supuesto racionalismo y lo deforman, lo aplastan y lo acomodan dentro de sus ideales.
    Por ejemplo las iglesias occidentales o las sangrientas se erigen como protectoras de los pueblos a cambio de $$$. Enseñan falsas doctrinas y lavan el cerebro de las personas persuadiendolas de ser castigadas sino se afilián a ellos. Tecnicamente aquí permanecen todas las iglesias de hoy en día, tanto occidentales como orientales.
    -Por el lado extremo, los pseudoescépticos irracionales deforman el ideal escéptico, haciendolo elitista y intelectualoide. Catalogan al que tiene duda de: «charlatan, magufo, idiota o o pendejo» a quel que no esta de acuerdo con sus ideas. En principio la organizaciones escépticas tenian un serio proposito, ahora han puesto a la ciencia dogmatica basandose en pretextos tales como: «por un pensamiento crítico» ó «elimnando la estupidez humana». La han deformado y prostituido en revistas y artículos de refritos hasta el hartazgo de lo paranomal y lo pseudo tan de moda hoy en día. Un escéptico se hace con esfuerzo y dedicación, no por que se lee un blog o se busca en Google o por que se ve muy «cool». El pseudoescéptico es un antifaz mas de las ONG´s con su supuesto e hipocrita «altruismo» en pro del a humanidad. Las ONG´s son porducto del capitalismo.. o ¿creen que el skeptikal inquirer no obtiene ganancias $$$ por refritos? Han querido hacer una cultura falacista en lugar de crítica, para ellos todo es falacia y falaz. No es educación lo que los argumetan hacer, es puro criticismo y cientificismo, aunque de sobremanera siempre lo quieran ocultar. Su magananimidad es usar la Navaja de Occam para todo y una busqueda rapída y digerida en internet, por que no son capaces por si mismos de leer la información original. Basta ver su enajenación, frikismo, esnobiso y su enorme alienación para entender el porque de su actitud de entes superiores (aunque lo niegan). Usan por lo común las ciencias sociales para atacar, mas no para reflexionar y entender. Solo leen y listo, pero no comprenden.
    -Por otro lado tenemos a los semi-escépticos (por que es incorrecto decirles escépticos), es decir dudan de un dios pero aceptan fantasias exageradas como Ovnis, fantasmas y algunos fenomenos que no explican por que no estudian. De igual forma estan a merced del capitalismo salvaje vendiendo y lucrando con ideas irrverentes y sin sustento, revistas, amuletos y toneladas de desinformación que aseguran ser verdad. Hacen que la población tenga un efecto de impresión e sopresa por baratijas y cuentos. Otro engranaje mas del capatilsmo que intenta vender idolos y hacer Maussanes y Trejos para engañar una población.
    -Los astrólogos, los cienciológos y los cracionistas no deben ser considerados pseudociencia, pues no meten ningun ó ni siquiera intentan meter el método científico. Son mas que nada ilusiones o anticiencia. El peligro en ellos es tomarlos como sabelotodos y dalres confianza pues no tardaran en engañar y mal interpretar las ideas. Un problema que muestra el como ciertas personas obtienen ganacias del arduo trabajo de gentes desesperadas.
    -Los fananaticos: Todos los anteriores pertenecen a esta categoría. El fanatismo es uno de los tantos engranes del capitalismo que mueve y crea ideologías, separa en vez de unir.

  10. quark schiz dijo:

    Encuentro lícita la crítica que le hacen a Dawkins y a los nuevos ateístas, quienes, veo que son más antiteístas que ateístas, y que promueven una dicotomía antagónica entre ciencia y religión que no debería promoverse. La politización de la ciencia y el naturalismo es preocupante y desde luego que hay algo perturbador en ver al bueno de Dawkins hablar como una suerte de activista político.

    Y precisamente porque estoy de acuerdo con Bunge en que el escepticismo debe ser metodológico es que a ese fósil no lo considero últimamente un intelectual ni muy lúcido ni muy intelectualmente honesto tampoco. Creo que es un sabelotodo bastante prejuiciado e ideologizado que hace campaña contra asuntos que no entiende bien, al parecer con pretensiones egotistas de protagonismo. Por ejemplo, su crítica a la obra de Dawkins «El Gen Egoísta» me parece paupérrima, sus apologías pedantes a la economía keynesiana hasta suenan deliberadamente desinformativas y a ratos se da demasiado crédito por ideas que no son ni muy originales (lo que el llama «sistemismo», se me ocurre). No lo considero una fuente confiable para orientar opiniones.

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