Va a ser verdad que es verdad

La reforma de la enseñanza que en España asociamos a la LOGSE aparecía legitimada por dos vías. Por un lado, era una reforma progresista, y ¿quién podía estar contra el progreso? Por otra parte, como los cuentos del Osito Bussi, estaba hecha “con la colaboración de psicólogos y pedagogos”, y oponerse a ella era poco menos que oponerse a la ciencia. Entre ambas justificaciones había una notable sinergia, porque sólo los reaccionarios se oponen a la ciencia (y viceversa).

OsoBussi

Todo esto estaba muy bien trabado, tanto que a pesar de veinte años de fracaso continuado la cosa ha aguantado en pie. Pero los tiempos están cambiando. Buena prueba de ello es que el establishment pedagógico-progresista se ha visto obligado a defender su posición con el ya célebre manifiesto No es verdad, del que hablé hace no mucho (con motivo de la réplica que Ricardo Moreno Castillo tituló No es verdad que no sea verdad).

Una defensa que cada vez va a ser más difícil, porque ya no tienen sólo la realidad en contra. También sus fuentes de legitimidad se están agotando. El “progresismo” convencional va oliendo a rancio (véanse los Bosés y compañía, que se sienten en peligro de extinción). Y, sobre todo, la ciencia ya no respalda la pedagogía de la LOGSE.

Hace poco se publicó en Cultura 3.0 una larga entrevista a Adolf Tobeña,  catedrático de Psicología Médica y Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona. Dice muchas cosas interesantes, pero destaco aquí estas corrosivas respuestas sobre la pedagogía progresista.

* * *

Los temas que acostumbras a tratar son polémicos. En el libro Cerebro y Poder, por ejemplo, te refieres a unos estudios que demuestran que el castigo es indispensable y que encima promueve el civismo. Hacemos esta entrevista en la Universidad Autónoma de Barcelona y en la universidad es usual un tipo de estudiante roussoniano -por decirlo así- que defiende que la sociedad es la que nos corrompe, un estudiante que defiende puntos de vista antiautoritarios. ¿Cómo explicas a uno de estos jóvenes que el castigo en realidad es algo bueno y necesario?

El problema es que las ideas que explico están casi prohibidas en la sociedad española actual. Desde muy antiguo se sabe que sin sanciones no hay civilización. Al eliminar una sanción, se entra en la selva y todo el mundo empieza a actuar como un depredador.  Esto ya se sabía, y los experimentos no han hecho otra cosa que mostrar hasta qué punto la potencia de las sanciones promueve la cooperación y en qué variables y en que circunstancias. Pero el concepto básico es muy antiguo, y por eso los dioses eran sancionadores y hay reglas que tipifican las sanciones fundamentales para los pecados fundamentales (no matarás…) que estaban fijados porque la gente sabía por aproximación, por propia experiencia que si eliminas las sanciones desaparece la civilización

¿Y los pedagogos…?

Lo que ocurre con los pedagogos es que desde hace 50 años viven desenfocados. Se han inventado una burbuja, se han colocado dentro y están haciendo un daño terrible al conjunto de la sociedad. Porque han tenido éxito. Predicar la bondad universal es una cosa muy agradable y todos se quedan satisfechos. Lo que tira es la bondad, y la maldad viene siempre de fuera. Ellos viven en esta burbuja y han hecho daño a los padres -que han acabado confundidos- y han hecho daño a los burócratas, que son los que han de regular las políticas educativas. Se trata de una epidemia, y ya pasará. Porque en definitiva, para las cosas que un gobierno considera importantes, no han aplicado esta forma de pensar. No ha habido ningún gobierno que haya suprimido la policía. Sobre esta cuestión hay incluso experimentos naturales. En una ciudad de Estados Unidos, todos los policías hicieron huelga [por ejemplo en Boston en 1919] y la entrada en la selva fue automática. El aumento de criminalidad ocurrió en cuestión de minutos y en un crescendo apoteósico.  Si se querían datos naturales, ahí están, y no en condiciones de laboratorio. A ningún gobierno se le ha ocurrido suprimir a la policía, ni tan solo a los más radicales. A algunos se les ha ocurrido: “ahora eliminaremos el ejército” o el ejército será  sólo de paz, engañando al personal porque los ejércitos no pueden ser de paz. Pero a la policía nadie se le ha ocurrido suprimirla; al contrario, lo que se ha hecho ha sido reforzarla. En el fondo, predique lo que se predique, todos están convencidos -incluidos los pedagogos- de que para preservar la tranquilidad de estar tranquilo sin preocuparse de que nadie vaya a entrar en tu casa con malas intenciones, tiene que haber normas.

Los economistas y psicólogos experimentales han establecido un cuerpo de datos tremendo según el cual el castigo es un elemento imprescindible de la civilización. Sin castigo no hay ni conducta cooperativa ni conducta moral. Si se suprime el castigo, los niños crecen más amorales,  o más inmorales.

Hay madres que han acabado en prisión por dar un cachete a un niño…

Todo esto no son más que patologías de esta epidemia tóxica en la cual han vivido los pedagogos doctrinales, que por otro lado tampoco son la mayoría de los maestros, que son personas más sensatas. Los pedagogos doctrinales y los que fabrican las políticas educativas han vivido en esta especie de optimismo iluso sobre la naturaleza humana que ha hecho más daño que bien.

Pero es fácil caer en esto, porque los humanos, de forma espontánea, somos muy cooperadores. Y la presencia del castigo en sociedades muy reguladas y ricas es muy lejana e indirecta. Los ejemplos de conducta cooperadora sin necesidad de sanción inmediata y visible son enormes. Todos subimos diariamente al metro y soportamos incomodidades y estar cerca los unos de los otros con la consiguiente vulneración del espacio personal y en general no hay peleas. La gente tiene una gran capacidad de tolerancia.

Hay respeto y auotoorden, por ejemplo en las colas de las autopistas, y encima tienen que pagar. Y la gente también se coloca en las playas con orden y respeto, a pesar de que estén abarrotadas.  Y en las colas de supermercados tampoco se necesitan policías, la gente se autoordena. Los ejemplos de conductas cooperativas sin sanción visible son tantas que en conjunto se produce la sensación aparente de que somos seres cooperadores, morales, leales y cumplidores y por tanto no es necesaria la sanción. El problema es que funciona porque la sanción se encuentra siempre detrás. Por eso hay radares, y hay avisos de que hay radar para que la gente obedezca. Y eso que sabe el común de la gente, no se aplica en el período más crucial, cuando las criaturas tienen que aprender la jerarquía y la importancia de las normas. Esto es una epidemia que ya pasará, y está dando señales de bajada.

En la pedagogía, los sacerdotes de este error doctrinal han acumulado poder y están colocados en las posiciones de comandancia y a los que vayan con otro discurso se les castiga. Los funcionarios obedecen aunque no estén de acuerdo. Si los que mandan piensan así y es lo que toca decir, pues obedecen, aunque después en las salas de profesores luego digan lo contrario.

Entonces está claro que el aprendizaje más elemental no puede excluir la autoridad y la jerarquía como un elemento básico en la educación…

Los recién nacidos, en primer lugar, están desvalidos durante la primera época de su vida. Son primates inermes y sin capacidad de defensa. Si conoce la  maldad es porque otros se la enseñan y le estropean. Ellos de entrada son bonitos e inermes y si no se les cuida con constancia mueren con seguridad. Es así. No pueden ni desplazarse ni gatear. Los hay que a los tres días saben gritar y protestar con berrinches brutales. Otros que protestan moderadamente y otros que muy poco. Pero los hay muy guerreros, y las madres saben que son guerreros ya la primera semana. Y son guerreros  siempre. Y estos necesitan más esfuerzo. Y lo saben las madres, y los cuidadores de guardería y los profesores…

¡Excepto los pedagogos!

Excepto los pedagogos doctrinales, que están confundidos y están engañando a la gente.  Están ayudados por muchos políticos que también tienen una potencia de inducción de doctrina errónea tremenda cuando predican que todos los conflictos humanos son resolubles desde el diálogo, o desde la negociación o la conciliación.  Como son gente espabilada, están mintiendo deliberadamente. Tienen un doble juego interior. Tienen el grado suficiente de convencimiento para predicarlo, pero mantienen reductos de prudencia y solvencia porque, si fueran consecuentes,  suprimirían ejércitos y policía. Si fuera verdad que los conflictos son resolubles con el diálogo, nos podríamos ahorrar todo el dinero que nos gastamos en policía, en inspección y en ejército. Pero no cometen este error. Una cosa es el discurso, y otra es el comportamiento.

* * *

No se crean que Tobeña dice cosas raras. En realidad, toda la corriente principal de la psicología evolucionista dice esto. Y si la pedagogía es una ciencia y no una ideología, ya debería estar tomando nota. Va a ser verdad que es verdad.

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52 respuestas a Va a ser verdad que es verdad

  1. profesor dijo:

    ¿Y cuando la realidad ha sido una limitación para el progresismo?

  2. Alonso dijo:

    Ejemplos de ello hay varios en España.

    Algo similar ocurre en mi país, estimado pseudopodo, donde tenemos una ley de educación similar (sino copiada) de vuestra LOGSE. Si bien no tenemos (aún) pedagogos teóricos, si tenemos mucha gente que anda predicando a diestra y siniestra la bondad innata del hombre, cual Rousseau sin peluca. Tenemos indisciplina, relativización de normas, dobles raseros, etc, etc. Y si yo no lo he vivido en carne propia fue porque afortunadamente estudié en un buen lugar donde todavía creen en la efectividad del castigo.
    Pero me temo que llegarán.

    (Curioso, aunque yo sepa de sobra que no es así, siento como que la palabra «castigo» está asociada forzosamente a «golpes» «violencia física» etc. ¿Exito mediatico del discurso progre??)

    Si bien, encuentro buena la estrategia de premiar los buenos resultados, no podemos dejar fuera el castigo. Es como cortarle una pierna a Skinner e intentar de que gane una maratón. Es verdad que ese pequeño arbolito hay que regarlo y ponerle abono, pero tambien debemos enderezarlo, pues en la dirección en que va no le llegará el sol. Si a un niño no le reprimes las malas conductas, por mucho que lo premies por hacer lo bueno, no entenderá que hay cosas que no se deben hacer. Si bien no hay que subestimar los intelectos infantiles, tampoco puedes esperar que un niño entienda normas como un adulto porque le falta desarrollo. A los siete años recién viene a adquirir capacidad de razonamiento, pero razonamiento concreto. Y estas cosas son muy abstractas, tanto que ni los adultos pueden dar ejemplos concretos.

    Saludos.

  3. Embajador dijo:

    Lo que me ha llamado la atención de esta entrada y me ha impulsado a leerla entera es el título del manifiesto de marras «No es verdad». Creo que no puede haber un título más postmoderno que ese para un manifiesto sobre cualquier cosa. Hablan de que algo no es verdadero porque no es real, es decir, que la realidad no es esa sino otra, concretamente la realidad es la que se forman los «manifestantes» conforme a sus presupuestos ideológicos. Todo tan intensamente kantiano y tan, siento pisar callos, ilustrado.

    Una pena que la réplica al manifiesto ni siquiera mencione la tradición educativa medieval como algo a recuperar. Lo del Renacimiento está muy bien, pero sin Metafísica y Teología no se entiende el mundo.

  4. Ozanúnest dijo:

    Alonso habla bien cuando dice que el castigo no tiene que ser físico. Puede ser simplemente una bronca, una prohibición o una compensación. En mi caso no recibí mucho de lo primero, pero sí de lo último.

    Por cierto, cuando ha cargado la página me he quedado estupefacto con la portada de la revista, ¡je!

  5. serenuszeitb dijo:

    Estupenda entrevista,
    gracias por difundirla y dárnosla a conocer.

  6. jusamawi dijo:

    Los pedagogos que nunca están en las aulas son responsables en buena parte de lo que sucede dentro de ellas.Predicar bonito es fácil, llevarlo a la práctica no.Los castigos son necesarios pero no suficientes.Lo que rebela a un estudiante educado en la logse no es que le castigues, sino que el castigo se vea como fruto de la impotencia de quien lo impone.Dialogando no se resuelven todos lo problemas.El diálogo es necesario, sin embargo, para hacer comprender una sanción.Un castigo aceptado es útil, uno no comprendido es, en la mayoría de las ocasiones, una pérdida de tiempo.
    Lo mismo ocurre con todas las leyes.Las que sentimos como impuestas nos tientan a no cumplirlas y tendemos a justificar a quien las incumple.Las que comprendemos, aunque no las compartamos, las aceptamos y las consideramos necesarias.La primeras las queremos abolir, las segundas las queremos cambiar.Las primeras las acatamos por miedo a las consecuencias,las segundas, en el peor de los casos, con resignación.
    El problema surge de verdad cuando alguien incumple una norma aceptada.Es en este caso, y sólo en éste, donde el castigo es la única solución.Sobran los diálogos y las explicaciones.

    A un adolescente que no quiere estudiar hay que explicarle el porqué del castigo.
    A un niño que mete los dedos en un enchufe también.
    Al que no paga impuestos no hay que explicarle absolutamente nada.
    Al que conduce a 200 por hora por la autopista tampoco.

    Con los pedagogos cuya máxima aportación ha sido llamar al recreo «período lúdico» sobran las palabras.Una celda debería esperarles.

  7. pseudopodo dijo:

    profesor, verás que en el post ya señalo que veinte años de enfrentarse con la realidad no han sido suficientes… por eso creo que es esperanzador que la justificación “política” y la “científica” empiecen a hacer agua…

    Alonso, te acompaño en el sentimiento si allí habéis copiado la LOGSE. Por cierto, que es curioso que “castigo” se asocie automáticamente al castigo físico, no sé si siempre ha sido así o si ha ido tomando esa deriva últimamente, precisamente ahora que casi nunca se castiga físicamente.

    Embajador, ya sabes que yo creo que el proyecto de la Ilustración ha fracasado, pero creo que es excesivo acusar a la ilustración de todos nuestros males actuales. Cierto que podemos rastrear allí la creencia en la bondad innata del ser humano, y en que el hombre no tiene naturaleza sino historia y que puede hacer de sí mismo lo que quiera… todo esto son ingredientes de lo que tenemos ahora, pero no creo que lleven necesariamente al “logsismo”. Muchos educadores que podíamos llamar ilustrados durante el siglo XIX y principios del XX eran muy sensatos y valoraban el esfuerzo precisamente inspirados por el “sapere aude”. Para llegar a lo de hoy hacen falta más ingredientes, y en especial un “atontamiento” (dumbing down, que dicen en inglés) de todos esos ideales. Sería un tema digno de estudio, la verdad.

    Ozánunest, poner la portada de la revista es una pequeña maldad. Para sugerir el parentesco entre el mundo del Osito Bussi y el de la LOGSE, ambos concebidos por “psicólogos y pedagogos” 😉

    serenus, de nada: para eso estamos.

  8. juas dijo:

    Calendario de adviento… angelitos… un belén precioso… ¡el osito Bussi lo que es es un fanático catolicón!

  9. pseudopodo dijo:

    Jusamawi, acabo de ver tu comentario tras poner lo anterior. Tienes toda la razón en la distinción. Y lo más interesante es el matiz de que hay normas «que comprendemos, aunque no las compartamos», que que estas «las aceptamos y las consideramos necesarias» y las acatamos resignadamente. Esa actitud es la clave. Espero que no se haya perdido entre los alumnos educados en la LOGSE..

  10. Alonso dijo:

    Gracias por las condolencias.

    Hace tiempo imagine una cosa similar para cierta cosa que escribí (mentira, todavia la estoy escribiendo), solo que más surrealista y/o kafkiano. Con ello llegué a una conclusión interesante que puede ser aplicada perfectamente a este caso: No sólo veremos que nuestra linda idea era errónea, sino que irremediablemente volveremos a ella, rechinando o gritando, pero volveremos. Y nos daremos cuenta que hemos perdido el tiempo. Acá pasará igual.

    Aunque como en la viña del Señor hay cada cosa…

    Saludos.

  11. smakant dijo:

    mi cansancio es existencial con los pedagogos y las buenas intenciones, por favor, que alguien con más iniciativa que yo que lidere un movimiento de rebeldía activa, ya es hora de dejar la palabra y empuñar… las programaciones 🙂
    (esta vez diste de lleno en el clavo egregio pseudópodo)

  12. Ozanúnest dijo:

    Jusamawi, lo curioso es que los pedagogos no predican con el ejemplo: hablan del diálogo, pero ellos mismos son incapaces de pararse a escuchar otras opiniones. Cuando uno habla pero no escucha, se llama discurso.

  13. jusamawi dijo:

    Ozanúnest, lo último en internet es estar «in the cloud». Muchos pedagogos llevan allí demasiado tiempo. Su ocupación preferida es, como dices, preparar discursos.Su deporte preferido es vestir esos discursos de términos y expresiones dignas de figurar en cualquier antología del disparate.
    No hay nada más desesperante que tener que leer o escuchar sus discursos y observar,además,como luego son usados para llenar páginas y páginas de órdenes y decretos que más tarde nos conducen al absoluto vacío o a la mediocridad disfrsazada de palabrería.
    Hay algo peor que todo esto y es un político seducido por por esta palabrería sonrojante.

  14. Javier dijo:

    Esto se ha convertido en un nido de antipedagogos. Pseudópodo, cuando antes ponías un post contra los pedagogos, siempre solíamos tener una buena pelea de bar con alguno de ellos. Esta vez está la cosa muy tranquila. Será que ya se han convencido de que en este estanque no hay peces y se han ido a pescar a otro blog. ¿O permanecen ocultos? Esto último me resulta reconfortante: que por una vez sean «los otros» los que están en la catacumba.

  15. pseudopodo dijo:

    Me has adivinado el pensamiento, Javier. Aunque por otra parte, si sólo quedamos los que estamos de acuerdo, además de ser más aburrido, es una pérdida de tiempo predicar para el coro…

    A lo mejor vamos a tener que desembarcar en efervescentes2h 🙂

    smakant, una iniciativa activista en esta línea es el blog Deseducativos, quizá te guste.

  16. pseudopodo dijo:

    Por cierto, no sé como se me pasó esta entrada de El Café de Ocata, pero es muy, muy interesante: Esto no es un cuento para niños

  17. JuanPablo dijo:

    a ver, vamos a tratar de defender a los pedagogos…

    no, es muy difícil, mejor intento demostrar la conjetura de Riemann, que parece más simple

  18. Embajador dijo:

    Pseudópodo- El mal absoluto no existe. Hasta en las personas o situaciones más abyectas se puede encontrar algo de bien. Pero pasar de ahí a justificar una totalidad por la presencia de cierto bien es exagerado e incorrecto. La LOGSE parte de una concepción total y absolutamente roussoniana, en la que el maestro no enseña sino que observa y guía. La mención de la Institución Libre de Enseñanza, la Escuela Nueva y la Escuela Moderna en el manifiesto de marras resulta crudamente sintomática.

  19. Alonso dijo:

    Gracias por la entrada, pseudopodo. Me esta quedando claro: tratar a los alumnos como retrasados mentales es la educación del futuro, según los progres.

    Y creo que aquí ya se esta viendo. La nueva LGE (una LOGSE más maquillada) exige que los colegios no puedan tomar evaluaciones de ingreso por lo menos a la básica…

    Genial. No puedo evitar sentirme un idiota.

  20. elquebusca dijo:

    Sin leer todos los comentarios diré que parece extendido eso que comentáis de recluirse cada uno en los blogs “de su cuerda”.

    En el blog EFERVESCENTE2H (blog claramente pro-pedagogía) yo disiento y no es que me discutan, es que no me echan cuenta. Como si fuera trasparente. Claro que tampoco yo respondo muchas veces los comentarios que hacen en mi blog. Es como si cada uno quisiera estar en su mundo ideológico y no querer problemas con “los otros”. Tampoco en este blog entra nadie en defensa de “la pedagogía”.

    Por cierto… ¿qué pasa con Foucault? ¿Es que por aquí no se le lee? Su visión, que denuncia grandes similitudes entre prisiones y escuelas, sería el sustrato ideológico de la visión progresista de la educación. Las alabanzas que de Foucault hace el autor de EFERVESCENTE2H son enormes.

    ¿Qué si yo he leído “Vigilar y castigar”? Pues no.

  21. elquebusca dijo:

    En la última pregunta que hago el qué inicial no debe llevar acento. Nobody is perfect.

  22. pseudopodo dijo:

    Embajador, ¿era tan roussoniana la Institución libre de enseñanza? No lo creo. Todos los «progresistas» de principios de siglo XX tenían una visión muy distinta de los de ahora. Valoraban la educación como un medio de promoción social, y daban por hecho que sólo serviría para eso si la escuela era exigente. Como en el enlace de El Café de Ocata que puse más arriba. Lo que ocurre es que es posible que aquello llevara oculto el germen de ésto. Pero oculto para los propios Giner de los Ríos y compañía.

    elquebusca: llevo tiempo dando vueltas a esto de la ideología y cada vez me sorprende más. A ver si escribo algo sobre ello, cuando lo entienda un poco más.

    Y alabar a Foucault a estas alturas, pues… se comenta solo.

  23. Narciso dijo:

    Estamos de acuerdo, sin normativa, autoridad y sistemas de coerción-castigo, no funciona nada. La economía tampoco, claro.

  24. Una pregunta: ¿qué pedagogos dicen eso que tú quieres rebatir? A ver si vamos a acabar ganando a muñecos de trapo.

  25. Pingback: Va a ser verdad que es verdad

  26. pseudopodo dijo:

    Topo, aunque seas un pinchauvas me alegro de que saques el hocico del subsuelo 😉

    En realidad, quien rebate aquí es Adolf Tobeña, no yo. Posiblemente no haya ningún pedagogo que predique, literalmente, la «bondad universal». Pero sí creo que Tobeña da en el clavo diciendo que se han metido en una burbuja. Es decir, que no tienen en cuenta las limitaciones reales en las que se realiza el trabajo docente, y prefieren que la realidad no les estropee sus teorías, que son muy reconfortantes moralmente y les permiten vivir bien (ahora, por ejemplo, parece ue van a conseguir un máster). Esto, por supuesto, va por los «pedagogos doctrinarios», como dice Tobeña, no por la muy respetable disciplina de la psicología del aprendizaje.

  27. Aloe dijo:

    La mayoría de las opiniones como la suya corresponden a tres tipos de personas, aunque no son tipos exlcluyentes (se puede pertenecer a más de una categoría):
    1. Los profesores de secundaria de la enseñanza pública
    2. Los que no tienen hijos
    3. Los que tienen hijos y los llevan a colegios privados (concertados o no)

    Los que no están en estas categorías, y tienen (tenemos) opiniones MUY diferentes en general sobre los porblemas de la enseñanza y sus causas son (somos) aquellos cuya opinión debería ser más pertinente e importante: los de las familias cuyos hijos hacen secundaria en la enseñanza pública. Pero esa opinión está ausente del debate público.

    Esa ausencia debería dar qué pensar: los que pontifican, rasgan vestuduras y lo saben todo se distinguen porque:
    O no saben de lo que hablan de primera mano y les importa un bledo enterarse.
    O tienen un interés y obtienen un beneficio claro (profesional y gremial) en mantener tales opiniones.

    La verdad es que ni la mili ni los servicios personales de los súbditos pecheros se han acabado, como se supone que ha sucedido. Sigue habiendo varios millones de siervos de la gleba obligados por a ley y las circunstancias personales a estar atados a un sistema de enseñanza lóbrego, inútil, abusivo, anticuado y de mala calidad, a beneficio del medio millón de privilegiados que viven de el, sostenidos por la mayor farsa y superchería ideológica que padecemos, y que casi toda la opinión pública bienpensante y con alguna influencia social acepta.

    Ojalá hubiera medios legales y económicos para educar en casa. Es lo que resume mi opinión.

  28. Aloe dijo:

    Cuando digo «opiniones como la suya» me refiero a las opiniones del dueño del blog y su paternalismo autoritario, coercitivo de la libertad de enseñanza, anclado en la visión de la escuela de 1880 y centrado en chorradas que le hagan cómoda la vida, tranquilicen su conciencia y eleven su autoestima.

    Para eso nada como una polémica artificial sobre el sexo de los ángeles con unos colegas que al fin y al cabo son eso, colegas. Todos de la misma cuerda.

    Supongo que los escolásticos de la Sorbona también se creían que disputaban enconadamente entre sí acerca de los atributos del alma y los cuatro elementos de la naturaleza, mientras lo que pasaba de importante a su puerta era que Dupont perfeccionaba la noria, o Gutemberg inventaba la imprenta o la mayoría de la población vivía en la miseria, sin que se enterasen de ninguna de las tres cosas ni les importasen un carajo.

  29. Tristan dijo:

    Lo realmente progresista sería crear una escuela pública de calidad y que busque la excelencia, promoviendo de esta forma la movilidad social en función de los propios méritos.

    Creo que en este país la casta dominante busca todo lo contrario, condenando el futuro de los hijos de los menos afortunados, precisamente aquellos a los que dice defender.

    Mientras tanto, las élites de siempre y los nuevos «pseudoprogres» (todo aquel que, autodenominándose progresista, cae en los peores vicios de aquellos a los que desprecia por ser «de derechas») llevan a sus hijos a colegios privados o al extranjero.

  30. pseudopodo dijo:

    Aloe: una persona que entra en una casa ajena y se pone a despotricar contra el dueño la segunda vez que abre la boca es evidente que no quiere charlar un rato sino montar bronca. Así que cuando te relajes a lo mejor contesto a lo que dices.

    De momento me interesa más cómo lo dices ¿Ves el mecanismo?
    1) Tú me llamas, así, de entrada, ”paternalista autoritario, y coercitivo” y dices que estoy «centrado en chorradas que me hagan cómoda la vida, tranquilicen mi conciencia y eleven mi autoestima”.
    2) Esperas que reaccione a la provocación, y me comparte como tal cosa: autoritario y/o cómodo narcisista
    3) Eso demuestra lo malo que soy yo y lo buena que eres tú.
    4) Conclusión; tranquilizas tu conciencia y se eleva tu autoestima.

    No sé si las leído a Eric Berne. Yo lo leí hace muchos años. Una de esas chorradas que le hacen a uno cómoda la vida y elevan su autoestima.

    Tristán, totalmente de acuerdo. Lo más triste de todo es que, aunque izquierda y derecha han perjudicado la enseñanza, ha sido la izquierda la más eficaz en esa tarea, por lo menos en España.

  31. Aloe dijo:

    Tristan: no creo que la casta dominante busque expresamente condenar a los hijos de los menos afortunados. Simplemente le da igual.
    Va a la suya. La enseñanza pública está bien para ser profesor en ella, a condición de que eso signifique hacer lo que a uno le de la gana y esforzarse sólo en lo que a uno le apetezca y le convenga. Y que nadie venga controlando y esperando competencia y resultados.
    En cambio, como consecuencia de que sea un sitio tan poco exigente para ser funcionario en él, necesariamente resulta que es peor sitio para llevar a los hijos de la misma casta.

    Por otra parte, todos los males de la educación no son por ese interés gremial y funcionarial.
    Gran parte de ellos son comunes a la enseñanza pública y al resto, porque muchas cosas son obligatoriamente comunes: los curriculos demenciales, la inflexibilidad del sistema, su escasísima atención a la práctica y a la ciencia empíricas, el desprecio del deporte, el excesivo academicismo, las doce o trece asignaturas, el reglamentismo cuartelero para todo…

    Ciertamente los concertados y privados se arreglan para no cumplir o escaquear a su clientela de algunos de los peores defectos: ahí el pase de curso se decide por la dirección, no por el boicot de tal cual profesor que pone su amor propio en suspender a quien le dé la gana, por ejemplo.
    Y las asignaturas en exceso son menos disfuncionales, porque se sigue tratando a bastantes de ellas como marías que se aprueban siempre, lo que es la única actitud defensiva racional, desde luego. En la enseñanza pública no quedan marías.

    Por otra parte aunque los proefesores de los privados trabajen mucho más y controlen mucho más a sus alumnos, y los centros concertados no sean un desgobierno de aficionados en la gestión y en el día a día, como los públicos, la formación de unos y otros profesores es similarmente insuficiente y escasa.

    Al fin y al cabo, la referencia siempre ha sido y será la enseñanza pública: los concertados dan únicamente ese poquito más que necesitan dar para mantener la clientela, y es un poquito más que no va necesariamente en mejor enseñanza, sino que con librarse de inmigrantes, alumnos problemáticos, profesores absentistas y dar una buena apariencia, ya lo tienen.

    Porque los resultados de la enseñanza privada, con algunas excepciones, son tan pobres como siempre han sido, y como son los de la enseñanza pública. En los resultados dan mejores puntuaciones, pero dejan de darlos si se controla la variable del estatus familiar.

  32. Aloe dijo:

    Pseudopodo: Tienes toda la razón acerca de mi impertinencia. No es la manera en la que suelo comportarme.
    Sin embargo, puedo decir en mi descargo que para mi esta no es una cuestión académica: soy de la categoría de los personalmente damnificados, y la actitud de gran parte de los profesores que escriben en la red (para no hablar de los que me damnifican personalmente en la vida real) consigue sacarme de quicio, debido a eso.
    La educación debiera ser en primerísimo lugar, y de forma decisiva, asunto de los padres, no del Estado y sus agentes.
    Los agentes del Estado en este asunto (es decir, los profesores) se comportan como el cirujano y sus ayudantes delante del desgraciado anestesiado que tienen en la mesa: los interesados somos considerados como un cuerpo inerte que ni siente, ni padece, ni menos tiene algo que decir sobre sí mismo.

    Un poco de realismo, un poco de atencion a lo que tienen que decir los que son verdaderamente interesados y responsables de los alumnos (o sea, las familias), un poco de imparcialidad y de intentar ver el mundo sin las gafas del interés gremial, un poco de interés por lo importante y de amplitud de miras, un poco de conocimiento de la historia de la educación en España y en otros países… ¿es pedir mucho?

    Y por cierto ¿la educación en Madrid se la está cargando la izquierda? Va a ser que no, sin que yo tenga ningún interés en defender a la presunta izquierda, que en este tema se compone de estatalismo, paternalismo, buenismo, autoritarismo y bajada de pantalones ante los intereses sindicales y ante la ideología de esa casta a la que se refería Tristán. La actitud editorial de El País, al respecto, es paradigmática.

    Más arriba uno de los comentarios deploraba que el «partido pedagógico» ya no venga a tu blog a polemizar. La polémica de verdad es ésta. Pregunta a los padres de tus ex-alumnos y a tus familiares que lleven a sus hijos a la concertada.

  33. Tristan dijo:

    Aloe: a primera vista, puede parecer que tienes razón en la indiferencia de la casta dominante. Pero si lo piensas con detenimiento, ¿qué es lo que más han temido todas las castas dominantes a lo largo de toda la historia de todo el mundo? ¿No es precisamente la Educación? ¿Quién es más fácil de adoctrinar: un semi-analfabeto sin criterio que sólo ve culebrones y telerealidad, o una persona culta que puede utilizar uno de esos elementos de subversión también conocidos como libros?

    Pseudopodo: tienes toda la razón. Aunque ninguno se libra, parece increíble el daño que la izquierda española ha hecho (y sigue haciendo) a la enseñanza pública.

  34. Aloe dijo:

    Tristan: Tienes razón, pero ¿Qué es adoctrinamiento?
    Se puede adoctrinar con esmero a la casta dominante, que es la que importa, y dejar a los demás a la buena de dios, que total qué más da. No hay nada contradictorio en ello.

    No creo que estén menos adoctrinados (al menos en principio) los que reciben una educaciòn esmerada. Que puedan escaparse del adoctrinamiento no depende de lo esmerado de su educación, si este esmero se reduce a que controlen llas claves para que copen los puestos de trabajo bien pagados y con influencia, y a que tengan bien aprendido su discurso de casta dominante. Que a mi me parece que es exactamente lo que pasa.

    La Iglesia lleva casi dos mil años haciendo esto, y debiéramos fijarnos en cómo lo hace, porque son los expertos. Y siempre, SIEMPRE, ha prestado muchisima atenciòn a cómo educaba a las élites, de hecho es a lo que más atención ha prestado y sigue prestando.

    Así que el discurso de «a los de abajo les adoctrinamos mejor porque total son seimianalfabetos» a mi no me vale. A los de arriba y a los de abajo les adoctrinamos con diferente esmero, con diferentes incentivos y para que ocupen puestos diferentes, pero de hecho hay que preocuparse más de cómo se adoctrina a los de arriba, que son los que van a tener más poder el día de mañana.

    La indiferencia con la educacion que reciben los de abajo creo que tiene mucho más que ver con el clasismo, y con cómo se explota una situación determinada, social y legalmente (en nuestro tiempo la educación universal y obligatoria) en beneficio de los que tienen poder para extraer dicho beneficio.

    Que consiste en este caso en dar una educación de mierda no porque sea imprescindible que sea de mierda, que en realidad no lo es, sino porque es mucho más fácil, barato y cómodo, y asi se tiene como premio a los que la dan. Simplemente con una educacion así se trabaja menos, se preocupa uno menos, y se accede a un puesto vitalicio, bien pagado y en régimen de monopolio con requisitos de competencia y formación mínimos y control mínimo por parte del Estado. Y ese premio se ofrece no a todo el mundo, sino al que «haya llegado», porque sigue siendo un premio. Acceder a él es signo de ser de los que cuentan, y es no matarse por un puesto de trabajo precario con otros cinco mil. No es diferente con los demás puestos de funcionario cualificado.
    Esa es la explicación que yo encuentro a que haya un núemro desmesurado de asignaturas ineficaces e inútiles en un horario imposible: la finalidad es apurar el ordeño de los impuestos y los alumnos ofreciendo premios a todas las licenciaturas, y a todos los grupos de presión, no plantearse racionalmente qué curriculum es imprescindible y realista, y cómo debiera darse.

    No quisiera dar la impresión de que me gusta la conspiranoia y le doy crédito. estas cosas son así aunque no se hayan pactado expresamente en ninguna reunión conspirativa, en la que no creo: son el resultado de las luchas de poder, los compromisos, las fuerzas respectivas y la ideología de unos y otros.

  35. eulez dijo:

    Uf, que blog ¡que blog!

    Vamos a ver, yo creo que aquí nos estamos liando. El problema de la educación en Madrid es simple: el gobierno de Espe quiere (en el fondo) que se encarguen empresas privadas. Y lo mismo con la Sanidad. El punto de vista neoliberal de esta gente afirma que cuanto menos se encarguen las autoridades, mejor. Menos gasto público y más riqueza empresarial (algo que según ellos proporciona más empleo). Quien quiera una buena educación para su prole, que la pague. Eso sí, siempre tiene que haber algo para los que no puedan pagar, que la educación (desgraciadamente) es universal y obligatoria.

    Desde el punto de vista del gobierno estatal, el gran fallo ha sido la implantación de la LOGSE. Si se hubiese multiplicado a lo bestia el presupuesto de educación, el número de profesores, y el número de aulas, seguramente la reforma hubiese sido una buena idea. Es decir, si esto fuese Finlandia. Pero, por ejemplo, en Madrid, con el aumento de población debido a la inmigración, lo que ha pasado es todo lo contrario. Es decir, un desastre. No se porque no se dejó el sistema anterior, funcionaba bien y creo que se habría adaptado mejor a los cambios demográficos.

    Por lo demás, no creo que haya un problema de castas ni nada por el estilo. Es simple y llana inutilidad. Y neoliberalismo, en todo caso. Aunque tal vez eso sea lo mismo que las castas.

    Y en cuanto a lo de meter a los hijos en colegios concertados o privados, a mi me parece que la pregunta real de «¿qué hago con mis hijos?» es actualmente demasiado dura para alguien que cree en la educación pública y vive, por ejemplo, en Madrid (no se en otros sitios). Yo ahora mismo no sabría que hacer.

  36. Aloe dijo:

    Eulez:
    El gobierno de Esperanza Aguirre da una de cal y otra de arena. Favorece los colegios concertados (y concretamente los de instituciones religiosas integristas más que nada), pero se gana a gran parte del profesorado de la pública con esa retórica y esa ley de la «autoridad» que acaba de sacar, y en cuya misma línea aprobó hace tres años, sin que nos enterásemos nadie, un Decreto que regula el Regímen interior en los IES que pone los pelos de punta. Más cuartelero y con menos garantías que cuando Franco.

    Y por supuesto, también se los gana de otra manera: no exigiéndoles objetivos ni rendimiento, no evaluándolos como se hace en otros países, dejando que la Inspección sea completamente ineficiente, sólo preocupada de vigilar Partes y Libros de Actas. Los de la concertada satisfacen sus instintos neoliberales de privatizar y ahorrar costes, y dan centros para mandar a los hijos de la clase media, porque están mejor gestionados, se controla más a los alumnos y lso profesores trabajan más.
    Pero los de la pública dan puestos de funcionario al fin y al cabo a «los suyos», y no les vamos a tocar las narices a «los nuestros», que aparte del corazoncito neoliberal también tienen otro corazoncito tradicional conservador estilo Ancien Régime: el de la clase media de toda la vida, el del funcionariado privilegiado.
    Con esa doble agenda, todos (todos ellos) contentos: unos centros para trabajar como funcionario seguro y cómodo, otros centros para mandar a los hijos de sus votantes (y cada vez más al resto de la clase media).

    En cuanto a la LOGSE, yo no la voy a defender, porque era tan estatalista, tan paternalista y tan miope que era imposible que saliera bien. Y además, antes de ponerse en práctica ya vino la «contrarreforma» de la LOPEG y la LODE, con lo que se desvirtuó desde el principio.
    Pero, mientras no cambien otras cosas, como el régimen del funcionariado, su reclutamiento y su formación, el curriculum sobredimensionado, imposible, anticuado y totalmente obligatorio sin optatividad, y la consideración de los ciudadanos como menores de edad sujetos al Estado hasta en lo más mínimo, DA IGUAL que metas más dinero: será dinero casi perdido (no digo perdido del todo pero casi).

    Los resultados de tanta incompetencia no son sólo de Madrid. Son casi tan malos en casi todas partes, y donde son un poco mejores es exclusivamente en las CCAA donde la población (es decir, gran proporción de las familias) tienen de antiguo un nivel educativo más alto y una tradición de estudiar que viene de más generaciones (Navarra, Aragón, partes de Castilla-León y algo también en el resto del norte).

    Lo que me duele más es esta coartada de «ahora la educación va mal por culpa de la LOGSE»: la educación en España siempre ha ido mal, nunca ha sido menos mala de lo que es ahora. Y la LOGSE, buena o mala, no se ha puesto nunca en práctica, excepto en el aumento de las asignaturas de siete u ocho que eran a doce o trece que son ahora.

    La educación no ha cambiado nada, esa es la tragedia. Es igual que era, dada de la misma forma y con la misma mentalidad decimonónica. Solo que ahora se nota más y le importa a más gente.
    Y al extenderse la obligatoriedad los profesores se encuentran mosqueados porque no pueden librarse con la misma tranquilidad de los alumnos difíciles o de familia con bajos estudios. Ocuparse de ellos decentemente exigiría un saber que no tienen, y un esfuerzo que no están dispuestos a hacer.

    • Hairanakh dijo:

      «La educación no ha cambiado nada…» salvo el paso de curso automático y la obligatoriedad hasta los 16. En los años de transición de EGB a EP/ESO, al menos en la zona en la que vivo (me pilló de cerca, qué quieres…), se disparó el número de estudiantes repetidores y/o que pasaban de curso con 7 asignaturas suspensas o cosas así. Eso no es un estudio estadístico; pero no conozco a nadie que me haya contado lo contrario. Y tiene su lógica: las personas responden a incentivos… y las personas de 13 años, también.

  37. Aloe dijo:

    Hairanakh: El pase de curso automático NO HA EXISTIDO nunca en la ley, ni en la LOGSE ni en otra. Eso es un mito extendido por personas que no se la han leído, que hablan de oídas y a las que conviene que el mito se extienda.
    Lo que decía la LOGSE es que el centro, en CADA CASO, decidiría si un alumno repetía o no. Es decir, la Junta de Evaluación, el tutor, los padres y la dirección, tomaban teóricamente la decisión en vista del caso concreto.

    De hecho, así se sigue haciendo, y es lógico porque no hay otra forma, cuando se incorporan al sistema alumnos nuevos, que vienen de estudiar en otro país o en ninguno. O se puede hacer (no sé si se hace mucho) con alumnos superdotados, a los que se puede hacer saltar un curso, sin examinarlos de las doce asignaturas del curso que se saltan.

    ¿Quá pasaba en realidad? Pues que los profesores pasaban de esa tarea, como pasan de otras muchas, y por eso se producía ese pase «automático» que sería mejor decir «por desidia». Muchos profesores creen a pies juntillas lo del pase automático, porque aunque se han examinado de las leyes educativas, no se las han leído en realidad. Y les sale más a cuenta creérselo y correr a voz.

    Lo de la educación obligatoria hasta los dieciseis tienes razón. Es otro cambio que introdujo esa ley. Pero se trata de cambios en el marco burocrático y exterior. La forma de enseñar, los curriculos, todo, sigue siendo lo mismo que en el XIX.
    De hecho, hay también otros cambios aparentemente menores y que pasaron desapercibidos, pero que son muy desgraciados.
    Uno de ellos es la desaparición del «alumno libre», es decir, del que pagaba los derechos de examen pero se preparaba por su cuenta y no tenía derecho ni obligación de asistencia.
    Seguramente se lo cargaron porque es incompatible con la obligatoriedad tal como se ha planteado siempre (con la derecha y con la izquierda) y es otra muestra más del autoritarismo, estatalismo y afán de control de que hacen gala tanto los de la LOGSE como los anti-LOGSE. ¿O crees que cuando digo que nos tratan a las familias como a menores de edad o carne servil lo digo por escandalizar?

  38. Hairanakh dijo:

    Debe de ser un mito, sí. Pero para no haber existido nunca, sí han existido dos fenómenos a raíz de la LOGSE:

    – Por cada ciclo de la ESO, sólo se permite repetir un curso una vez. Ni idea de si viene en la LOGSE, en la reglamentación de la comunidad autónoma o en las directrices de la delegación provincial de educación. Tampoco tengo ni idea de si se sigue aplicando hoy en día (creo que sí). Pero en esa época estuvo. (Bueno, tal vez sólo fuera una impresión de unas pocas decenas de profesores, un par de directores de centros educativos y algún inspector de educación; eso ya no lo sé).

    – Un incentivo más sutil: coincidiendo con la LOGSE (a lo mejor sólo fue coincidencia temporal) se redujo mucho la flexibilidad en cuanto al máximo número de alumnos por clase. En un colegio lleno, con un número determinado de clases concedidas, si un alumno de primero de la ESO repite, resulta que al año siguiente hay más alumnos de primero de la ESO que plazas (porque suben todos los de sexto de E.P.). Resultado…

    Sí, quizás no esté escrito en el texto de la ley. Pero es que me da igual. Si una ley es sobre el papel perfecta, pero da resultados equivocados, es que algo falla por el camino…

    Ahora, que es posible que todo esto sea un mito que NO HAYA EXISTIDO NUNCA y que los chavales que suspenden siete asignaturas y pasan de curso lo hicieran porque a Junta de Evaluación, el tutor, los padres y la dirección consideraban que estaba mucho mejor en el curso siguiente (donde suspendía de nuevo 7 asignaturas, etcétera) por criterios exclusivamente pedagógicos. Al menos, en teoría. A lo mejor el problema estaba en la EGB, que no daba esa flexibilidad a la a Junta de Evaluación, el tutor, los padres, la dirección y el resto del equipo.

    Y lo de tener obligatoriamente en clase hasta los 16 años a personas que no tienen el más mínimo interés por estudiar, seguro que no es un problema en los institutos de hoy en día. NO HA EXISTIDO NUNCA una persona en esa situación, ni eso ha supuesto un problema para el resto de la clase. Al menos, en teoría.

  39. Aloe dijo:

    Seguro que tienes razón: es decir, que efectivamente el que pasaba con siete es porque NO había tomado ninguna decisión al respecto toda la caterva funcionarial. Es lo mismo que yo digo…
    Para haber una limitación por ley al número de repeticiones (que la hay, y existe ahora) es maravilloso pensar que el número de repeticiones en España bate todos los records de occidente… los que suspiran por más repeticiones deben estar la mar de contentos.
    Debe ser que la repetición se considera teóricamente como algo de último recurso, pero que en la realidad nadie pone en práctica otro recurso antes, para no desperdiciar la oportunidad.

    El problema en los institutos de hoy en día no es que los alumnos no quieran estar ahí (eso es lo que cabe esperar, en los que suspenden y en los que sacan sobresaliente). El problema es que los que no quieren estar ahí son los profesores, y, en consecuencia, están lo menos posible y haciendo lo menos posible.
    Por cierto, yo tampoco quiero que mis hijos «estén ahí». Es un sitio malo, que da una enseñanza mala. Pero el Estado me obliga, porque si no, mis hijos no podrán tener ningún título escolar y hasta me la puedo cargar penalmente.
    Para ser algo universal, parece que a NADIE le gusta.
    Raro ¿no? que en todas las oposiciones a secundaria se siga presentando una marabunta de gente. Debe ser que sí que hay gente a la que el sistema sigue satisfaciendo en algún sentido, y debe ser precisamente esa, porque es la única que va porque quiere. Luego, cuando ya sean funcionarios, podrá dejarles de gustar y estar por allí lo mínimo imprescindible. Nadie les va a pedir cuentas y van a seguir cobrando igual…

  40. Hairanakh dijo:

    En realidad, a lo único que quería llegar es que durante la fase de transición de un sistema a otro (es decir, en el momento en que hubo alumnos a la vez en los dos sistemas, como pasó en ESO/BUP, o separados por muy poco tiempo, como EP-ESO/EGB), sí había diferencias significativas entre los resultados de un sistema y otro; a saber:

    – Muchos más suspensos en los alumnos logse que en los del plan anterior.

    – A la vez, una opinión generalizada de que los temarios de logse en asignaturas como matemáticas o lengua eran menos exigentes.

    Y, poco después, una cierta proliferación de asignaturas «maría» en ESO / Bachillerato que hacían que muchos estudiantes evitaran las asignaturas básicas (física, matemáticas…), aunque despues acabaran matriculados en carreras universitarias de ciencias (con el efecto asociado).

    A mí me parecen pistas de que, en la práctica, hubo algunas cosas en la ley que se hicieron mal. Y tampoco que me importa que teóricamente no deba ser así: si los incentivos que se dan a los profesores y/o a los alumnos no son los correctos, la gente no reaccionará como esperamos.

  41. Aloe dijo:

    En esa ley yo creo que se hizo mal TODO, no algunas cosas.
    Pero creo que lo que precisamente han desaparecido son las «marías». Ahora hay examen teórico hasta de Educación Física. Y puedes repetir curso (en la pública, of course) por suspender Música, Dibujo y Educacion física. Lo que antes no pasaba.
    ¿Pasó eso que dices en la transición del BUP al bachillerato LOGSE? Bien puede ser, porque el BUP no era obligatorio, por ejemplo, o porque los pocos años que fue posible elegir, los padres de buenos alumnos prefirieran que su hijo terminara por el sistema antiguo (ya que la fama de «¡baja el nivel!» ya se había extendido antes de ponerla en práctica, y de casos de esos ya me acuerdo).
    En cualquier caso, parece un poco contradictorio sostener a la vez que la exigencia baja y que los suspensos aumentan. O lo uno, o lo otro. O, si son cosas que pasan a la vez, deben ser efectos contrarios de causas diferentes.

    Me parece completamente cierto que el sistema de incentivos que se aplica en el sistema (a unos y a otros) es completamente erróneo. En el resto de la función pública pasa también.

  42. Jacobo dijo:

    Hay una obrilla satírica gratuita reveladora de la situación en la que estamos. Hay que reir por no llorar: http://www.bubok.com/libros/7929/TEATRO-ANTIPEDAGOGICO

  43. Athini Glaucopis dijo:

    En principio el sentido común está con Aloe cuando dice: «parece un poco contradictorio sostener a la vez que la exigencia baja y que los suspensos aumentan. O lo uno, o lo otro.»
    .
    Sin embargo, en la práctica, desde mi experiencia ya larga (20 años) como docente en instituto y en universidad, creo que hoy ambos factores se retroalimentan: el aprobado ha perdido valor, y por ello los alumnos no están dispuestos a pagar mucho (con dedicación y estudio) por conseguirlos, ello hace que el número de suspensos sea alto. Pero los profesores (que necesitamos tener un mínimo de alumnos para justificar nuestra propia existencia) procedemos a «bajar los precios» para dar salida a nuestro «producto»: estamos dispuestos a aprobar con más facilidad que antes. Pero tal conducta de los profesores lo único que hace es bajar aún más el «valor de mercado» de los aprobados, por lo que los alumnos acaban estando aún menos dispuestos a esforzarse por conseguir algo que «no vale nada», y vuelta a empezar.

    Perdón por recurrir a una terminología pseudoeconómica cuyas implicaciones ignoro.

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  45. marta secilia dijo:

    no ps me parecio muy largo y no me gusta leer eso tan largo por q me da pereza por esto mucha gente no lee los articulos entonces pienso q deben resumir esto osea dejarlo mas corto para asi a la gente no le de pereza ok… entonces dejo este comentario espero q lo tomen en cuenta

  46. Aloe dijo:

    Athini, lo que dices no sé qué sentido puede tener, ni económico ni de otro tipo. Me explico:
    Los servicios ofertados bajan de precio para atraer la demanda cuando los demandantes pueden irse a otro proveedor, comprar servicios parecidos o prescindir simplemente de consumir esos servicios ofertados a un precio que cree excesivo.
    ¿Se da alguna de esas condiciones en el servicio público de enseñanza secundaria? (O primaria)
    Pues resulta que no se da ninguna: el otro proveedor del mismo servicio es la red concertada, que da notas mucho más altas y «vende» los aprobados mucho menos caros. Mira por donde.

    Considerando el «mercado» entero, es decir, ambos proveedores de las dos redes juntos, resulta que el consumo es obligatorio: es un monopolio legal de libro, un bien que tenemos que comprar sí o si, porque el Estado lo regula por completo y lo hace de consumo obligatorio. Así que el «demandante» no puede elegir no «comprar» ese servicio.

    Considerando el mercado desde el punto de vista del agente individual, es decir, el profesor, resulta que el profesor de la concertada o privada puede que tenga esa presión de su empleador (y la tiene hasta cierto punto), pero el agente público no «vende» su servicio a sus clientes, que son las familias, sino al Estado, que se lo compra igual, sea buen producto o esté en descomposición. O dicho de otra manera: nadie va a despedir o pagar menos al profesor de la pública, apruebe mucho o apruebe poco (y para desgracia nuestra, por cierto).

    Entonces ¿Qué sentido puede tener lo que dices?

    Lo que yo veo es lo contrario: en el mercado del «prestigio» entre sus iguales, los profesores ganan prestigio suspendiendo, en un juego perverso en el que hasta el de Educación Física y el de Müsica tienen que poner exámenes teóricos difíciles y suspender mucho, para ser igual de importantes que los colegas.
    Por una paradoja difícil de comprender, si se la piensa fríamente y desde fuera, pero que es lo que rula en todos los niveles educativos, el prestigio de buen profesor no se gana aprobando (como seria lógico) sino suspendiendo.
    Eso no me lo invento, porque es notorio, y lo defienden abiertamente la mayoria de los profesores y mucha otra gente que participa de esa superstición seudo-elitista (seudo-elitista porque en realidad no forma élites bien educadas, por muy caro que venda el aprobado, porque las notas evalúan curriculos y cualidades inútiles y absurdas en su mayor parte, y porque si se enseña poco y mal, ni los de sobresaliente saben mucho y bien).
    También se nota que no me lo invento en la cantidad de profesores (entre ellos tú mismo) que parecen lamentar los aprobados, y considerarlos siempre demasiados. En lugar de considerar que lo normal es aprobar, y que cuando alguien suspende, es que algo anda mal, y habría que hacer algún esfuerzo extraordinario al respecto.

    Lo más asombroso de todo es que si consideramos el nivel de la población adulta (en todo, desde ortografía hasta ciencia, desde capacidad crítica hasta expositiva) queda muy claro que la mayoría de los adultos, bachilleres incluidos, son entre bastante ignorantes y muy ignorantes. ¿Qué exigencia tuvieron ellos para esos exigentísimos aprobados? Pues más baja que la de ahora, en mi opinión. De hecho, yo nunca acabé ni el programa de ninguna asignatura, y ni hablemos de darlas bien (porque esas fueron muy pocas).
    Y mejor no examinemos a los profesores de lengua de rudimentos de biología, ni a los de física de ortografía, ni a los de mates de literatura… no nos vayamos a deprimir aún más.

  47. Athini Glaucopis dijo:

    Agradezco mucho la interesante respuesta de Aloe a mi último comentario. Me permito apuntar, con todo, que su posición parte de un presupuesto más discutible de lo que a primera vista pueda parecer: «nadie va a despedir o pagar menos al profesor de la pública, apruebe mucho o apruebe poco», por tanto, se concluiría, un profesor no tiene ningún estímulo para aumentar el número de aprobados.

    Este argumento olvida un hecho que los «profes» conocemos muy bien: si un profesor no tiene alumnos específicos de su especialidad entonces se arriesga a lo siguiente:

    1) Dar asignaturas de otras especialidades (a lo largo de mi vida yo he tenido que dar clases de latín, griego, filosofía, ética, lengua española, literatura española, francés, inglés, gallego, catalán, música e historia de las religiones).

    2) Tener horarios en distintos turnos (conozco compañeros que, cada semana, tienen que dar clases todas las mañanas, todas las noches y, además, dos tardes).

    3) Compartir centros (tener las horas de clases repartidas en centros distintos; este año tengo cuatro compañeros en esta circunstancia; uno de ellos da clases en tres centros distintos «de la misma zona», pero distantes entre sí 25 Km.).

    4) Ver su plaza «amortizada» y ser obligado a cambiarse a otro centro.

    Todo esto, ya lo sé, es mucho menos terrible que perder el puesto de trabajo, pero no deja de ser, como mínimo, bastante fastidioso. Yo, desde luego, recuerdo como una auténtica pesadilla el año en que tuve que dar clases mañana, tarde y noche, y, además, de cinco asignaturas distintas.

    Es cierto que, en España, el sistema de enseñanza, en su conjunto, funciona como un auténtico monopolio, pero esto no sucede hoy así para gran parte de las asignaturas: en los últimos cursos de la ESO y, sobre todo, en el actual bachillerato hay una gran opcionalidad por parte del alumno. En otras circunstancias cabría esperar que los alumnos eligieran aquello que les resultara más interesante, pero tal y como se ha organizado todo, lo que se favorece es que los alumnos elijan aquello que le resulta más fácil. Así, la profesora de francés –que además es una interina– no es tan tonta como para suspender a nadie, porque se juega con ello su pan, y la profesora de griego difícilmente se va a poner muy exigente, cuando los alumnos saben que pueden elegir economía, cuyo profe es tan ‘progre’ que considera que no se deben hacer exámenes y da sobresaliente general (no exagero). Y un largo etcétera.

    En la universidad, por cierto, esto es aún mucho más obvio: yo he dado clases varios años con un contrato a tiempo parcial, y era bien consciente de que la renovación de mi contrato dependía exclusivamente de una cosa: de que hubiera alumnos que decidieran cursar la asignatura ‘de libre elección’ que yo impartía. ¡A ver cómo me atrevía yo a suspender a nadie!

    Puedo decirte, incluso, que esto afecta a la selectividad. Conozco muy bien (y hablo como testigo presencial) la forma en la que se han ido rebajando más y más los niveles de los exámenes de selectividad de cierta materia, porque, si no, nadie elige esta materia en los institutos, lo cual, a su vez, hace que disminuyan las salidas laborales de los licenciados de la especialidad correspondiente.

  48. Aloe dijo:

    Eso que dices funciona, en la Secundaria, para muy pocas asignaturas, y eso dándote la razón de que el incentivo único de un profesor sea para aprobar -cuando, como ya he dicho, el incentivo universal y por defecto, es para suspender.
    Como mucho, en secundaria, puede ser cierto para un diez por ciento de las asignaturas, no más.
    En bachillerato, una vez que se ha elegido un bachillerato determinado, lo que se puede elegir después también es muy poco: lo que se puede hacer, más bien, es desechar una o dos entre la media docena disponibles como mucho, y nada más.
    Lo que probablemente es cierto es que el mayor número de suspensos y las notas más bajas disuaden a bastantes alumnos de escoger el bachillerato científico-tecnológico. Una pena, pero lógico tal como son las cosas.

    Sigo viendo que:
    1. Lamentas los aprobados. Asombroso.
    2. No pareces considerar que la variable «enseñar bien-enseñar mal» tenga nada que ver con el número de alumnos que aprueban: sólo la mayor condescendencia que, por lo visto a su pesar, han de tener algunos profesores porque su clientela no es «cautiva» del todo. También es asombroso.
    3. Las salidas laborales de tal o cual licenciatura debieran ser lo último que importara en este asunto, y perdona si parezco dura.
    Que el perjuicio de que algo se elija poco sea ése, también me parece estupefaciente, porque la pregunta debería ser: ¿Esa materia es útil? ¿Esa materia la quieren los alumnos y sus familias?

    … Si la respuesta es negativa, las consideraciones sobre si se exige mucho o poco para aprobarla son secundarias, la verdad. La gente sólo la elegirá si las alternativas son peores, y lo racional en ese caso sería tener cosas mejores para elegir, o no tener que elegir tantas materias, e incluir cosas inútiles y que no se quieren (sean faciles o no).

    Si las respuesta es afirmativa (o si consideramos que la sociedad debe promover el estudio de esa materia por su necesidad, que es otra posibilidad) la pregunta más pertinente es si esa materia se da bien, de modo que los alumnos la aprendan (la calidad de la enseñanza no es algo indiferente para los resultados). Y, también, si el contenido de esa asignatura se adecúa o no a esa necesidad social o, en su caso, a esa preferencia de los alumnos y las familias (porque el nombre de una asignatura define poco su contenido y metodología reales).

    Vuelvo a decir: el incentivo principal para los profesores está en suspender cuanto más mejor, en una auténtica perversión de cómo se gana el prestigio.
    Si unos pocos tienen a su pesar que aprobar más de lo que quisieran para no verse perjudicados, eso no hace más que corroborar lo que digo como regla general (porque ¿qué tiene de malo aprobar mucho? ¿No cabe la posibilidad de que lo haga un profesor porque enseña bien, motiva a sus alumnos y evalúa con realismo? ¿Es decir, porque es un buen profesor?)

    En cuanto a la Universidad, la cosa es tan clara que canta muchisimo: las optativas y LC (si no son troncales en otra licenciatura) se esfuerzan en atraer clientes. El medio fácil y patético es poner notas altas sin más. El medio dificil y elogiable es hacerlo muy bien. Y hay de las dos clases, créeme, aunque de los segundos haya menos.
    Los que dan troncales se esfuerzan en suspender cuanto más mejor, y en absoluto en ser buenos profesores, ya que tienen clientes cautivos.
    Estas cosas suceden porque la calidad de la universidad es mediocre, y el valor que ofrece a los alumnos es principalmente el papelito del título, sin que importe mucho qué facultad ha expedido el papelito y qué prestigio tiene ésta, y sin que importe demasiado tampoco si se aprende mucho o no. Los alumnos se comportan como agentes racionales al respecto.

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