Grothendieck en el periódico

Groethendieck Groethendieck
Me ha encantado ver esta foto de Grothendieck convertido en un simpático abuelete. Al joven rapado a lo bonzo que yo conocía parece hacerle bastante gracia verse…¿cuantos años después?

En la foto de la izquierda, tomada en 1970, Alexander Grothendieck tenía ya 42 años. Hacía cuatro que había recibido la Medalla Fields, el mayor galardón de las matemáticas. Estaba en la cumbre, pero ya había empezado a sentir el «estancamiento espiritual» que le llevaría a alejarse de los medios académicos: ese mismo año abandonó el IHES (el»Instituto de estudios avanzados» francés). Veinte años después desapareció y hoy se cree que vive como un ermitaño en algún lugar de los Pirineos. La foto de la derecha parece del ermitaño, pero por desgracia, el periódico no dice nada.

Y eso es otra cosa sorprendente: encontrar a Grothendieck en un diario español, Público, que le dedicaba ayer un extenso artículo con motivo del congreso que en su honor ha celebrado el IHES. El artículo, además, está bastante bien, al menos para lo habitual en los periódicos (aunque, como era de esperar en un diario español de izquierdas, no menciona la religiosidad del personaje, que tuvo mucho que ver en su retiro).

Ahora entiendo por qué estos días tenía tantas visitas el post que le dediqué hace tiempo

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8 respuestas a Grothendieck en el periódico

  1. JuanPablo dijo:

    la foto salió hace poco en un Notice de la AMS. Con motivo del congreso, lograron contactarlo, cambiaron algunas cartas, les pidió algunos libros… y terminó peleado otra vez!

  2. Javier dijo:

    No deja de sorprenderme la fascinación que os produce Grothendieck. Tampoco tengo muchos elementos de juicio (los matemáticos aplicados vivimos de espaldas a la mayoría de los grandes nombres de las matemáticas de las últimas décadas), pero por lo que sé, G se fue de este mundo ya hace tiempo y da la impresión que lo mejor que podría hacer la comunidad como tal es dejarlo en paz, que es lo que él quiere. (Otra cosa es que sus amigos le quieran echar una mano, algo que deberían hacer -y posiblemente hacen- en la oscuridad del anonimato que G se ha autoimpuesto.)

    Hay un librito de Aczel, «The artist and the mathematician», no muy allá pero entretenido, que cuenta sin analizar el fenómeno Bourbaki al hilo de la historia personal de G, que fue bien dura en casi todas sus etapas vitales. Que eso u otra cosa le costaran a G su salud mental no debería influir en que se dejen de mezclar sus problemas con su genialidad.

    En cierto modo esto me recuerda la moda Nash hace unos años, con todo el mundo hablando de su brillantez, de su trayectoria quebrada y extasiado por la conexión entre genialidad y esquizofrenia. No hay más que leerse el libro, este sí excelente, de Sylvia Nasar para darse cuenta de que Nash era el genio que nadie quería tener en el despacho de al lado, que se portó muy mal con mucha gente (a propósito o en el marco de su enfermedad) y que generó muchos más desafectos que otra cosa. Podemos compadecernos del enfermo, pero eso no quiere decir que debamos ignorar los padecimientos que produce a su alrededor y convertir al genio loco en un santo, como se está haciendo tantas veces. Digo esto porque hace años escuché una historia sobre G (prefiero no repetirla), que lo dejaba en muy mal lugar como persona.

    Al respecto, recomiendo leer lo que dice Giancarlo Rota sobre otro genio loco, Ulam (escribió varios ensayos sobre él), y cómo decir la verdad le costó el ostracismo en el círculo que estaba montando la hagiografía ulamiana.

    [P.S. Ya lo he comentado otras veces en este blog… es inimaginable el daño que se hace la comunidad matemática a sí misma exaltando las personalidades excéntricas de algunos de sus grandes.]

  3. pseudopodo dijo:

    No es tan rara esa fascinación, Javier. Yo creo que el caso es bastante distinto del de Nash, que lo único que tenía de fascinante era que se volvió loco. La vida de Grothendieck da para varias novelas, empezando por los antecedentes familiares (no todo el mundo tiene un padre condenado a muerte por los zares y después por los soviets, al que finalmente ejecutan los nazis… etc).

    Además, Grothendieck no se volvió loco, o no me lo parece. Realmente yo no puedo juzgar si su resentimiento contra el establishment matemático estaba justificado, pero he leído algo de “cosechas y siembras” y bastante de “La clave de los sueños” y no parecen obras de un paranoico (a no ser, claro, que se diga que está loco porque piensa que la divinidad se le manifiesta en los sueños… pero casi toda la humanidad ha pensado eso). Y luego está el aura de desaparecer… El tema del genio desaparecido ya es suficientemente novelesco incluso sin los añadidos exóticos de Grothendieck (véase el caso Majorana).

    Sobre su obra no puedo decir nada, la geometría algebraica es algo que ni olemos los físicos; a mi me suena como algo exótico que estudiaban mis amigos matemáticos. En realidad, a mi lo que me ha resultado fascinante es “La clave de los sueños”, que es un libro muy raro, intemporal, la obra de un místico.

    Por cierto, JuanPablo, he curioseado un rato por la web de las Notices of the AMS y no he encontrado la foto, pero sí varios artículos interesantes, incluido uno de Freeman Dyson. No sabía que los físicos podíamos leer esa revista 😉 , gracias por la pista..

  4. Javier dijo:

    He encontrado por ahí por la web los escritos de Grothendieck y veo que hay lectura para rato (eso se lee, ¿con Fauré y Borgoña? ¿O mejor con Beethoven y un Jack?). Posiblemente cuando se cuentan historias de G en el circuito matemático sus opiniones está sobresimplificadas, así que es posible que esté mejor de la cabeza de lo que lo pintan.

  5. Dawson dijo:

    Hola a todos.

    Empezar dando la enhorabuena por el blog. Y en cuanto a G, me sorprende que casi todas las menciones (por no decir todas) sean sobre su trabajo en geometría algebraica y no se mencionen las patadas que pegó en análisis funcional (donde también tiene fama de incomprensible: lo último que oí hace un par de años es que están preparando un libro sobre sus trabajos que se pueda entender). Yo estudié muy poco de lo suyo, pero lo que vi era bastante interesante.

  6. Javier dijo:

    Dawson, de hecho la teoría básica de espacios vectoriales topológicos (sobre la que se monta la teoría de distribuciones de Schwartz) parece ser de G. Es lo único que conozco que se puede llamar matemáticas «básicas» y se debe a G. Tampoco sé exactamente qué parte.

  7. infogchu dijo:

    jejejejejejeje
    esta muy buena la imagen
    jejejejjeje

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