Novedades editoriales

Una de las cosas que he hecho este mes de agosto, además de herborizar por la biblioteca, ha sido leer novedades editoriales…

saroyan_viejozweig_viejo

Sí, es verdad que tienen un aspecto un poco decrépito, pero no se dejen engañar por las apariencias:

¿A qué esto ya es otra cosa? El Acantilado ha reeditado recientemente La comedia humana de Saroyan y La curación por el espíritu de Zweig, y todavía están en las mesas de novedades de algunas librerías.

Yo he encontrado estos libros en las estanterías de mi suegro, que cada verano exploro con la misma fascinación. No son muchas, pero me resultan inagotables. Libros comprados en los años sesenta, setenta, ochenta. De Austral, de Reno, de El arca de papel… Libros de autores de los que nadie habla hoy: Francisco Candel, García Pavón, Martín Vigil… Paro también Colette, Somerset Maugham, Erskine Caldwell

En cierto modo es como hurgar en una librería de viejo, pero me sube más la adrenalina. Porque algunos de esos libros estaban en casa de mis padres. Son libros y autores de un tiempo y un lugar, y ese tiempo y lugar eran precisamente los de mi infancia. Una infancia en la que pasé muchas horas hurgando en las estanterías.

Aquí, en segunda fila, aparece, por ejemplo, el inquietante Gog, de Giovanni Papini, que yo hojeaba y leía a trozos cuando debía tener nueve o diez años. No entendía nada, pero irradiaba misterio y daba algo de miedo. El ejemplar de mi casa desapareció, pero aquí hay otro igual y más de treinta años después no ha perdido la fascinación.

gogretornobrujos

Y aquí está nada menos que El retorno de los brujos, de Pauwels y Bergier: “Yo hubiera votado por El retorno de los brujos si lo estatutos de la Academia Goncourt no me lo hubieran impedido”, decía en la portada Hervé Bazin, de L’Aurore. Recuerdo de memoria esta frase, que era más memorable aún para mí, porque creía que “estatuto” significaba “miembro” y visualizaba un tumulto en el que a la fuerza impedían votar al tal Bazin. Debí leer bastante de este libro abigarrado e inclasificable, que me descubrió a Arthur C. Clarke, a Borges y a Ramanujan (aunque también contribuyó a un sarampión preadolescente de Von Daniken y Peter Kolosimo).

Nadie habla ya de estos autores, decía, pero no sé cuantos de ellos merecen el olvido. Saroyan y Zweig estaban pasados de moda hasta que los reeditó El Acantilado, y parece que se están vendiendo como rosquillas; igual que Chesterton, otro asiduo de esas viejas baldas. Ahora se vuelve a oír hablar de Curzio Malaparte (“Kaputt” se titulaba otro de esos libros que me hipnotizaban de pequeño) y hasta se ha vuelto a publicar algo de Papini.

Por mi parte, he tomado prestados Gog y El retorno de los brujos. No voy a esperar a la reedición: quiero ver qué encuentra aquel niño treinta y pico años después.

[Postdata: hay quien ha colgado Gog y El retorno de los brujos en la web, no sé si los textos están completos]

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25 respuestas a Novedades editoriales

  1. serenus dijo:

    Esas ediciones me ha recordado los libros que yo encontraba y leia en la biblioteca de mi abuelo. Recuerdo a Gog de Papini que yo tambien hojeaba y de la debo tener un ejemplar en mi caótica biblioteca.. sipongo que en alguna caja. Lo que me gustaría destacar es cuanto más valiosos me parecían tener en mis manos aquellos libros de ediciones tan humildes -algunas cosidas o pegadas sobre tapas blandas y papel amarillo-, que estas cuidades edccioes de hoy.

    Saludos.

  2. elquebusca dijo:

    En http://eurielec.etsit.upm.es/~zenzei/index.php?numero=7&tipo=literatura&arch=5Giovanni%20Papini
    Encuentro ésto (que supongo que será verdad) sobre los último días de Papini.

    “Pasó sus últimos años, paralítico, casi ciego y prácticamente mudo, pero su mala salud no amenguó su labor ni abatió su personalidad: continuó transmitiendo sus ideas por medio de un dictáfono y más tarde cuando perdió el uso de la palabra con la íntima y abnegada colaboración de su nieta Ana Paszkowski, quien interpretaba hábilmente los sonidos inarticulados que trabajosamente emitía su abuelo. Cuando este recurso tampoco fue posible por los progresos de la enfermedad, su nieta deletreaba pacientemente el alfabeto hasta que Giovanni Papini, por medio de un leve signo, manifestaba su asentimiento; así letra a letra, palabra a palabra, en una labor titánica de ambos, se formaron las últimas obras del genial escritor.”

    A esto lo llamo yo vocación. Lo demás son tonterías. ¿Y qué me dices de la nieta? ¿No debían ponerle su nombre a alguna ONG de minusválidos o citarla al menos en el preámbulo de la ley de Dependencia?

    De Papipini sólo leí un cuento recientemente, desde mi punto de vista muy equivocado en sus planteamientos, pero lleno de interés para ser comentado en una entrada del blog. Claro, que para vencer la pereza de ponerme a escribirla necesitaría al menos una parte del deseo de escribir que tenía Papini. O una nieta a la que dictárselo. ¿Quizá podía probar con mi hija?

  3. elquebusca dijo:

    De Zweig leí, por recomendación de mi padre, hace mil años “La novela del ajedrez”. Me gustó mucho. Muestra lo obsesivo que puede ser este juego y me sentí identificado con su protagonista.
    También me habló mi padre de “Venticuatro horas de la vida de una mujer”, pero ese no llegué a leerlo. Creo que en él se cuenta el breve adulterio (no sé si éste va mucho más allá que de pensamiento) de una mujer corriente. Este año me voy a encargar del Club de Lectura de mi Instituto. Son 10 o 12 mujeres de pueblo que leen una novela mensual y luego la comentan. Quizá podía ser una lectura interesante. Les gusto mucho Madame Bobary hace unos años. Ya se que en este blog puedo encontrar sugerencias de novelas pero ¿se te viene alguna a la cabeza cuya lectura puede interesar o venir bien a un grupo de mujeres de un pueblo castellano?

  4. elquebusca dijo:

    ¿Y qué decir de Martín Vigil? Leí un montón de ellos en mi adolescencia. Y disfruté muchísimo mientras tú disfrutabas con algunas obras de mayor peso en la literatura universal. Eso del disfrute siempre me llena de perplejidad. ¿Ha de ser considerado como algo puramente subjetivo? ¿Da entonces lo mismo disfrutar con una pieza de Mozart que con una versión ratonera de “Tengo una vaca lechera”? ¿Qué sucede si alguien dice que él se siente en el paraíso escuchando la popular canción de la vaquita? ¿Es lo de menos aquello que nos provoca el disfrute puesto que parece que el disfrute puede ser parecido? ¿O es que es imposible que el disfrute sea parecido?

  5. pseudopodo dijo:

    Serenus, no sé por qué nos parecían tan valiosos aquellos libros, si porque éramos pequeños y todo lo de los mayores parecía importante o si porque vivíamos en un mundo en el que había muchas menos cosas y todo tenía más valor. Casi me inclino por lo segundo. Y lo de más valor lo digo también en el sentido económico (=precio): habría que hacer la cuenta de lo que valdrían esas ediciones tan pobres contando la inflación… yo creo que no debían ser nada baratas.

    elquebusca, impresionante lo de Papini. En su época debió ser muy popular (fíjate que no eran sólo mi padre y mi suegro, también el abuelo de Serenus tenía Gog en su biblioteca) pero también tener prestigio (recuerdo que Borges habla bien de él).

    Y a juzgar por la cantidad de libros que tiene mi suegro de Zweig, también debió ser famosísimo. Yo además de “La curación por el espíritu” leí hace un par de años “Momentos estelares de la humanidad” y hace un poco más “El mundo de ayer”, sus memorias, que es lo que me ha parecido más interesante. El de “24 h…” no lo he leído. Seguro que se lee bien, pero le veo el defecto de que, después de Bovary, va a parecer que más que un club de lectura lo que te traes entre manos es una asociación de fomento del adulterio…. ¿Recomendaciones? Se me ocurría Anna Karerina o La Regenta, pero acabo de encontrarles un defecto 😉

    Un libro que yo recomiendo a todo el mundo es Si esto es un hombre, de Primo Levi. Deprimente quizá, pero imprescindible. Otros libros que me han gustado mucho, y que creo que no son difíciles de leer son La Broma, de Kundera, y Retorno a Brideshead, de Waugh. Y ya puestos, uno que tengo ganas de leer: El maestro y margarita, de Bulgakov. Pero seguro que se te ocurren muchos más (lo más importante: evitar la novela histórica, los Estieglarsons, las Isabelallendes y los Paulocoellos)

  6. Javier dijo:

    «elquebusca», ni se te ocurra meterles El maestro y Margarita a tus cluberas. Es un libro muy, pero que muy loco. Está lleno de referencias, abiertas unas y ocultas otras, al Fausto, pero a mitad se vuelve una especie de sueño desquiciado al estilo de algunas novelas de Chesterton. Muy fácil perderse. Un libro magnífico, no obstante.

    Sobre Zweig, en su momento fue considerado uno de los mejores escritores vivos. Fue una personalidad, además de un tipo bien trabajador y con mucho mundo, interior y exterior. Es una alegría que vuelva, aunque nunca se sabe por cuánto tiempo. Tiene la ventaja de que escribe cosas cortas. Como Waugh, que además combina ser divertido con ser profundo.

    Si quieres que pasen un buen rato leyendo sobre «pueblos», el ideal es «Ni un pelo de tonto» de Richard Russo, una novela entretenidísima, llena de personajes, con diálogos y situaciones desternillantes y escrita con un esmero que parece mentira en un autor que es tratado como menor. Otra cosa muy cortita, un poco loca, pero que sirve para aprender qué es la escritura minimalista, es «Superviviente», una de las chaladuras de Chuck Palahniuk. Creo que es la que menos sexo/vicio tiene y está llena de detallas graciosísimos sobre las múltiples capas de la sociedad americana.

    Volviendo a «El Acantilado», sí que es cierto que los libros bien editados tienen mucho encanto, pero ya podrían estar más cerca de su precio de coste. Los precios son muchas veces descabellados.

  7. pseudopodo dijo:

    Javier, eres un pozo de ciencia (o de letras, esta vez). Y yo voy a copiar veinte veces «no recomendaré libros que no he leído».

    Y para compensar, uno que sí he leído, español, breve, absorbente y bien escrito: Reconstrucción, de Antonio Orejudo. Con mucha miga cultural y filosófica, bien mirado, pero que se puede leer como una novela histórica si es que eso es lo que quiere la lectora del club.

    Ah, y ya que recomiendas a ese Palahniuk, ¿has leído al tan nombrado Cormac McCarthy?

  8. Mujerárbol dijo:

    Sobre ERDLB: «Debí leer bastante de este libro abigarrado e inclasificable, que me descubrió a Arthur C. Clarke, a Borges y a Ramanujan (aunque también contribuyó a un sarampión preadolescente de Von Daniken y Peter Kolosimo).»
    ¡Tú también, mi niñooo!
    Aquella enfermedad lectora que no volverá, ¿será el tiempo lo que nos vacuna?

  9. serenus dijo:

    Me entrometeré en el asunto de las «cluberas», coincido con Pseudópodo en «Si esto es un hombre», creo que es el único libro que ha entusiasmado a todos mis alumnos sin excepción. Respecto a McCarthy, es quizá el autor que más me ha fascinado en los últimos años, pero su lectura no es fácil, creo que solo es aconsejable a lectores muy experimentados.. y aún así creo que no gustará a todo el mundo, simplemente por los temas y mundos que describe. Para mí gusto los mejores de él (entre lo que he leido, claro): La trilogía de la frontera.. y Meridiano de sangre. [siempre me gustaron mucho las películas de indios..] y para hacer un poco de autombo.. tengo unos cuantos posts en mi blog sobre Cormac McCarthy.

  10. Javier dijo:

    Pues sí he leído un par de cosas de McCarthy y está muy, pero que muy bien. Ahora, sangre hay para rellenar barriles, con gente pegándose escopetazos, explicaciones detalladas de cómo termina un gringo cuando un indio le ha descabellado (literalmente) y una visión de Méjico (pasado y presente) que no sólo pone los pelos de punta, sino que explica mucho de lo que ocurre por ahí. Absolutamente no apto para menores.

    McCarthy es un autor más sólido y tradicional que Palahniuk, que es un tipo muy original y que, por ser minimalista no gusta a todo el mundo [entre otras cosas, un minimalista nunca describe lo que un personaje piensa porque no tiene acceso a esa información; puede decir lo que hacen o dicen los personajes; como mucho, si escribe en primera persona, tienes información de lo que piensa un solo personaje].

    Me apunto Reconstrucción de Orejudo (no había oído ni del libro ni del autor) para mi próximo viaje a la patria.

  11. pseudopodo dijo:

    O sea, Mujerárbol, que tú también te leíste “El retorno de los dioses” y seguro que hasta “El triángulo de las Bermudas” (yo me lo compré, y mira que tenía poco dinero entonces). ¿Te gustaban los Bee Gees también? 🙂 –a mí no, que conste-.

    Serenus, creo que en Italia “Si esto es un hombre” es una lectura obligatoria en los institutos. Aquí también debería serlo. Por lo que veo, tú se lo recomiendas a tus alumnos, ¿no?

    Con lo que contáis no me acabo de decidir a hincarle el diente a McCarthy (creo que antes caerá Bujalkov), pero me leeré tus posts

  12. pseudopodo dijo:

    Javier, seguro que has curioseado algo sobre Orejudo, pero te pongo un enlace con una entrevista que está bien (y que no te destripa del todo la novela como hacwen en otros enlaces). Lo curioso es que, mira tú, escribió el libro por influencia de uno de Zweig: «Yo estaba escribiendo otra novela, cuando se cruzó en mi camino Castelio contra Calvino, de Zweig.»

    Me gusta mucho la última respuesta: «En España están infravalorados todos los autores que hagan reír en mayor o menor medida. Y al contrario, hay un puñado de solemnes, de vendedores de gaseosa y de cursis que están haciendo su agosto en estos tiempos en los que deslumbran las baratijas, asusta lo complejo y arroba lo incomprensible.».

    Lo que no sé es por qué no he leído más de él. Tiendo a archivar mentalmente al autor y reservarlo para disfrutar más adelante, en vez de lanzarme sobre el resto de su obra. Otro ejemplo: Fernando Aramburu. Me encantó «Fuegos con limón», y me reí a carcajadas además. Pero no he vuelto a leer nada más de él.

  13. serenus dijo:

    Gracias por el enlace. Sí, en 1º de Bach, es una de las lecturas que doy a elegir de entre una lista de cinco o seis, divido la clase en otros tantos grupos y cada uno elige una lectura que deben trabajar en común y luego exponer al resto de grupos. Son trabajos de análisis social –trabajos de campo donde el campo lo constituye una novela. “Si esto es un hombre” es quizá la que mayor éxito tiene. Aparte del análisis social, sirve también para dar a conocer autores y libros clásicos y animar a la lectura. Otras lecturas son 1984, Un mundo feliz, El antropólogo inocente, Los viajes de Gulliver, Una pantera en el sótano, Mi familia y otros animales, Fahrenheit 451, Huckelberry Finn, La verdad sobre el caso Savolta –ésta me ha sorprendido que ha tenido también muy buena aceptación- En fin voy cambiado algún título cada año… Es una actividad que cuando coincide con grupos buenos –cosa que ocurre con más frecuencia de lo que se podría pensar- funciona muy bien. El problema es que también cada vez es mayor el número de alumnos con dificultad lectoras.. –y con pocas ganas, que es lo más grave. Cada vez observo una diferenciación más extrema… bueno, otro día seguimos.

    Saludos.

  14. Vera dijo:

    Yo también leí el retorno de los brujos hace unos diez años y quedé fascinada. Aún hoy me fascina su recuerdo. Pensé que ya no volvería a verlo porque me lo prestaron y no hay forma de encontrarlo, intentaré buscarlo en la red.

    Saludos.

  15. arati dijo:

    Ay, dios, menudo subidón me ha dado leer este post. Emociones que tenía olvidadas han reaparecido a la mención de esos dos libros: Gog y El retorno de los brujos, lecturas que hice probablemente demasiado pronto y que ahora voy a rebuscar para releer.

    De Gog recuerdo especialmente el relato de la tortura china, con el verdugo con un capacito con los puñales, en los que estaba inscrito el nombre del órgano del pobre sentenciado que debía cortar… yo debía tener 13 o 14 años y no tengo ni idea de como llegué ahí. Probablemente, tal como dices, hace muchos años era uno de esos libros que estaban en todas las bibliotecas familiares.

    El Maestro y Margarita es un libro maravilloso, delirante y confuso sí, pero no más que Murakami.

    Gracias, corro a buscar en mis estantes

  16. pseudopodo dijo:

    Vera, Arati: sabía que tenía que haber alguien ahí fuera que tuviera ese recuerdo de estos dos libros… gracias por contarlo aquí. Por cierto, el texto de los dos está en la red, en los enlaces que puse al final del post. Parece que están enteros, aunque para mi leerlos en la pantalla no tiene nada que ver con leerlos en las ediciones que conocí de niño.

    Serenus, es una buena lista (sólo me falta por leer “Una pantera en el sótano”, no lo había oído nunca). Ya me gustaría que hubieran hecho algo así en mi bachillerato. Si no les interesa realmente es triste.

  17. elquebusca dijo:

    ¡¡Este blog es una mina!!
    Todos se solidarizan y hacen suya mi causa. Muchas gracias por todos los consejos para el club de lectura.
    El de Primo Levi será el primero. Me impresionó mucho su lectura y ya había pensado en él aunque no me decidía.
    Pseudópodo, también anoto “La broma” que precisamente he leído este verano por sugerencia de este blog. Aunque no terminé de encontrarle el interés a “Retorno a Brideshead”.
    ¿Es seguro que hay que evitar a Larsson? ¿No leíste el encendido elogio que le hizo Vargas Llosa?
    El de “Reconstrucción” lo anoto también.
    Supongo que recuerdas que Andrés Ibañez abomina de McCarthy.

    Javier, buscaré “Ni un pelo de tonto”. Si algo me gusta es reírme.
    Y me apunto “Superviviente” para informarme.

    Serenus, tu último comentario me lo he copiado completo. Me va a ser de mucha utilidad. Podías hacer una cosa ¿Por qué no lo amplías un poco y lo conviertes en un post para tu blog? Me interesaría saber la metodología concreta de trabajo y como hacéis la puesta en común, ¿dedicáis muchos días? ¿les das algún tipo de indicación para eso que llamas el análisis social?

    Muchas gracias a todos, de verdad.

    Por cierto, a mi la autopropaganda nunca me ha parecido mal.

    ¿Era tonto Papinni?

  18. elquebusca dijo:

    <a>¿Era tonto Papinni?

    El enlace es éste. ¿Por qué sale un link a una entrada tuya?
    http://quienbusca.blogspot.com/2009/09/era-giovanni-papini-tonto-1.html

  19. pseudopodo dijo:

    elquebusca, ya he corregido el enlace. Ahora que lo dices, me suena algo de que Ibáñez echaba pestes de McCarthy, sí (algo se me había debido quedar en el subconsciente y por eso desconfiaba). Lo de Vargas Llosa no lo sabía pero éste no es uno de mis gurús… Más convincentes como recomendación me resultan los fragmentos que ha recopilado Serenus. Pero de momento tengo tantos libros pendientes que tendrá que esperar.

  20. Mujerárbol dijo:

    Pseudo: ¡nor! no me gustaban los Bi-yís, ni tampoco los Puntos. Pero mejor no te digo lo que escuchaba, porque os puede dar un patatús.
    Y la otra cosa que recuerdo, asociada a estos libros es que los traía mi padre, que se los encontraba abandonados en los trenes nocturnos con los que trabajaba en Atocha. Luego, los escondía en una vieja maleta donde se imaginaría que yo no iba a ir a buscarlos. Así leí «El retorno de los brujos» y «El hombre de Kiev», «La agonía y el éxtasis», «La Piel» y «Cuerpo a tierra» (de Ricardo Fdez. de la Reguera) que me impresionó.
    ¡Cuantos libros me traía mi padre, que no había ido a la escuela…!

  21. Alberto de Francisco dijo:

    Para lecturas castellanas: Fiesta al Norooeste, de Ana María Matute; La plaza del diamante, de Merce Rodoreda; Mariona Rebull, de Ignacio Agustí; Las mocedades de Ulises de Cunqueiro…

    Grandísimas obras de por allí (escribo desde Brasil).

    Ni idea de si son fáciles de encontrar, pero en Inberlibro de 2da mano, seguro.

    Como las paperas, las maguferías es mejor pasarlas de joven, que de mayor hacen más daño.

  22. elquebusca dijo:

    Llosa tampoco está entre mis gurus pero es que el hombre dice maravillas de ella. Te copio un trocito de su artículo en EP.
    «Acabo de pasar unas semanas, con todas mis defensas críticas de lector arrasadas por la fuerza ciclónica de una historia, leyendo los tres voluminosos tomos de Millennium, unas 2.100 páginas, la trilogía de Stieg Larsson, con la felicidad y la excitación febril con que de niño y adolescente leí la serie de Dumas sobre los mosqueteros o las novelas de Dickens y de Victor Hugo, preguntándome a cada vuelta de página «¿Y ahora qué, qué va a pasar?» y demorando la lectura por la angustia premonitoria de saber que aquella historia se iba a terminar pronto sumiéndome en la orfandad. ¿Qué mejor prueba que la novela es el género impuro por excelencia, el que nunca alcanzará la perfección que puede llegar a tener la poesía? Por eso es posible que una novela sea formalmente imperfecta, y, al mismo tiempo, excepcional. Comprendo que a millones de lectores en el mundo entero les haya ocurrido, les esté ocurriendo y les vaya a ocurrir lo mismo que a mí y sólo deploro que su autor, ese infortunado escribidor sueco, Stieg Larsson, se muriera antes de saber la fantástica hazaña narrativa que había realizado.

    Repito, sin ninguna vergüenza: fantástica.»

    ¿Será que Llosa quiere captar como lectores a los millones que han leido a Larsson pensando que saboreaban una excisitez y tras su éxito se sienten por sorpresa acusados de leer «literatura comercial»?

    http://www.elpais.com/articulo/opinion/Lisbeth/Salander/debe/vivir/elpepiopi/20090906elpepiopi_11/Tes

  23. pseudopodo dijo:

    elquebusca, ¡Menudo panegírico! Yo, y perdón por la pedantería, no me puedo creer que un libro que lee todo el mundo en el cercanías me pueda gustar a mí…

    Mujerárbol, qué bonita historia lo de los libros olvidados en los trenes…es curioso que a todos nos hayan impresionado tanto los libros que se supone que no deberíamos leer (tá bien, de música no te pregunto más)

    Alberto, pues sí, las maguferías se pasan con la edad en cualquier persona sensata. No sé por qué los x-cépticos les tienen tanta manía, como si fueran el vicio nefando…

  24. Dr.J dijo:

    Hablando de Ramanujan, cuyo 125 aniversario se acaba de cumplir (gasta google doodle parece que se acordó) acabo de empezar a leer «El contable hindú» ¿o es indio? de David Leavitt. De momento se extiende sobre los Apóstoles (Hardy, Whitehead, Russell, Wittgenstein…) El hecho de que en matemáticas y música se den los niños prodigio, autodidactas e idiot savants ¿será porque son disciplinas más puras o más tontas que otras? De momento no puedo recomendar la novela, Leavitt es muy cansino con el sexo homosexual, entorpece mucho la acción, ya veremos; me pregunto si en España una novela con fórmulas intercaladas y páginas enteras sobre la hipótesis de Riemann sería siquiera considerara para su publicación.

  25. pseudópodo dijo:

    Dr.J, no caía en por qué poner aquí el comentario… ya he visto que efectivamente hablaba de Ramanujan. Este Leavitt creo que ha hecho también una biografía de Turing, parece que le van las matemáticas pero es un poco selectivo en la orientación sexual de sus héroes…

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