Antología de bodrios (III): lenguaje no sexista

Hace no mucho apareció en todos los medios la noticia de que el Instituto de la mujer había sacado unas recomendaciones contra el lenguaje sexista. Por ejemplo, Periodista Digital decía:

La directora general del Instituto de la Mujer, Rosa Peris, ha reclamado a la Real Academia de la Lengua (RAE) fórmulas que modifiquen los usos sexistas del lenguaje para visualizar la presencia de la mujer en la sociedad
Esta institución, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, ha lanzado dos manuales con recomendaciones para la utilización del lenguaje evitando las fórmulas tradicionales que tienden a usar el masculino genérico (…) «Nombra.en.red» y «Las profesiones de la A a la Z«. Este último supone una reedición de 1996, realizada por Eulàlia Lledó con recomendaciones generales de utilización de las fórmulas del femenino y masculino en los oficios, cargos y profesiones.

Por su parte, «Nombra.en.red» (Mercedes Bengoechea) es una obra realizada a partir de distintos textos en los que se ha buscado las expresiones sexistas o que ignoran la presencia femenina, y ofrece alternativas: sustituir el masculino por un sustantivo genérico (personal, equipo, colectivo, público, gente); uso de sustantivos abstractos (profesorado, alumnado, clientela); cambios en la redacción o uso de perífrasis para evitar reducir al masculino una referencia. Esta iniciativa también apuesta por cambiar usos tradicionales del lenguaje por fórmulas no reconocidas en la actualidad por la RAE, como por ejemplo «miembra«.

[referencias similares en Cadena Ser y El País]

Lo de miembra desprendía un indescriptible olor a bodrio, así que me puse manos a la obra.

Empecé por hacer lo primero que se le ocurre a cualquiera: meter «nombra.en.red» en Google. Hagan la prueba y verán que interesante: no hay nada. Bueno, sale una página aparentemente en blanco, en la que, dando al scroll, se ven abajo al fondo dos líneas (sin enlaces, sin nada) que dicen:

Asistente para un uso no sexista del lenguaje

Se está trabajando sobre el proyecto NOMBRA.EN.RED para facilitar en el futuro, a través de la página web del Instituto de la Mujer, orientaciones que faciliten la utilización de un lenguaje no sexista en los documentos elaborados por las y los usuarios de ordenadores.

«En el futuro». O sea, que salen en la prensa pero no han hecho los deberes. ¿Es posible? Leo en el blog de Javier Armentia, que ha buscado algo más que yo, que…

El trabajo, realizado entre otras personas por la filóloga Eulalia Lledó, debería estar expuesto ya en la web del Instituto, pero no es fácil encontrarlo, al menos no desde la portada… yo he fracasado. He encontrado, eso sí, un texto que analiza el tema de la mujer y los diccionarios de la RAE (PDF -son 465 páginas, conste) y la campaña «nombra en red», aunque el enlace (este) te baja un ejecutable para windows que, por evidentes precauciones que cualquiera debería tener, no voy a usar…

No sé como demonios ha encontrado el enlace, pero es cierto que existe. Pero en la práctica, sigue sin haber nada: nadie se va a leer un pdf de 465 páginas estudiando el presunto sexismo del DRAE, y nadie en su sano juicio se va a instalar un ejecutable en su PC para hacer eso (¡hurgar en el sexo de mis escritos! ¡qué guarrería!).

Alguien debería explicar a estas vanguardistas que estamos en la web 2.0 y las cosas se hacen de otra manera. Aunque quizá saben muy bien lo que se hacen: el ruido mediático lo han conseguido.

Así que me he quedado sin bodrio que analizar: no hay corpus delicti. Puro humo (¿tendré que empezar una antología de bluffs?).

Apéndice: Algunos artículos sobre este bodrio nonato y sobre otros similares que sí han visto la luz: , Javier Marías , Arturo Pérez Reverte (1), (2), (3).

(Más bodrios, aquí…)

Esta entrada fue publicada en literatura, Recortes. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario