[50 libros] #48 El quark y el jaguar, de Murray Gell-Mann

Este año he leído unos cuantos libros en los que se hablaba de física de partículas (los de Leggett, Ynduráin y Wilczek) y otros sobre sistemas complejos (uno de Solé, otro de Mitchell, y otro más de Solé). Parecía obligado leer éste, que habla sobre las dos cosas: a eso se refiere el título de El quark y el jaguar. Más aún teniéndolo empezado desde hacía muchos años, y tratándose de Murray Gell-Mann, probablemente el number one de los físicos vivos («the man who knows everything», le llamó el NYT).

Gell-Mann pertenece a esa muy reducida élite científicos que, no conformes con haber conseguido el Premio Nobel en una disciplina, empiezan una nueva carrera en otra. Francis Crick se pasó al estudio de la conciencia, aburrido ya del ADN, y Gell-Mann, hay que suponer que harto de quarks, se convirtió en un líder en el campo de la complejidad.

Este libro se publicó en 1994 y despertó un gran interés (Tusquets hizo incluso una edición especial, en tapa dura). Muerto Feynman, Gell-Mann era el astro más brillante de la física, y éste era su primer libro de divulgación. A sus 65 años, prometía presentar una síntesis de toda su carrera, una visión del mundo que integraba desde lo más simple (el quark) hasta lo más complejo (el jaguar).

No sé que tal se acabó vendiendo el libro, pero sospecho que no estuvo a la altura de las expectativas que despertó. No es que sea un mal libro. Trata de muchas cosas muy interesantes y algunas las explica muy bien. Su problema es que no debería ser un libro sino cuatro: sus cuatro partes tratan de temas muy diversos y no están nada integradas. Lo cual, para un libro cuyo tema es precisamente presentar una síntesis entre el estudio de lo simple y lo complejo, es un fracaso sin paliativos, porque verdaderamente no se ve tal síntesis por ningún lado.

El libro empieza con una introducción a la idea de complejidad y sus relaciones con la información y la aleatoriedad. No está mal, pero cuando uno espera que tras esta propedéutica (de más de 100 pgs) se meta de lleno en la dinámica de esos sistemas, viene un frenazo en seco y empieza la segunda parte: otras 110 pgs sobre física cuántica. Muy interesantes por venir de quien vienen, aunque poco útiles para quien no sepa ya bastante porque harían falta bastantes más para explicarlo bien. La tercera parte vuelve a los sistemas complejos, pero no aparece la relación con la cuántica, y en cambio expone unos cuantos temas inconexos (algo sobre la evolución, algo sobre la creatividad y la superstición, otro poco sobre los algoritmos genéticos…). Da la impresión de que ha reciclado material que tenía escrito sin un auténtico esfuerzo de integración. Y finalmente, la cuarta parte, sobre los problemas del planeta y qué hacer para conseguir un mundo sostenible es, siento decirlo, pretenciosa y aburrida. Cito de una reseña en Amazon: rambling, pedestrian, and even sophomoric. Pues eso.

En conjunto, El quark y el jaguar merece la pena más como un contenedor de ideas interesantes y variadas que como libro propiamente dicho. Y si lo leen, no duden en saltarse la cuarta parte, o incluso la tercera, sin remordimientos.